Libertad de expresión
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La libertad de pensamiento y de expresión más que un derecho que tiene la ciudadanía es un deber y una responsabilidad que tiene el individuo dentro de la sociedad en que actúa. Diariamente nos está llegando a través de los medios de comunicación masiva distinta información relacionada con acontecimientos trágicos que debemos analizar con cuidado porque están en juego algunos elementos que hacen peligrar el papel protagónico que fue guía conductora de las aspiraciones individuales y colectivas de la población.
Nuestro país ha sido permanente defensor de la libertad de expresión del pensamiento manifestando siempre lo que piensa, lo que quiere y lo que siente. Para promover estos principios no dudamos que el instrumento fundamental es la educación laica y sin dogmas. Al conmemorarse el día de la libertad de expresión hemos creído oportuno recoger la opinión de algunos vecinos vinculados a la actividad comercial de esta ciudad sobre este tema que muchas veces pasa desapercibido parar la población.
Andrés Rodríguez (free-shop) manifestó que “el pensamiento debe ser la forma más perfecta de inteligencia humana por lo cual somos los seres con mayor capacidad, haciéndonos dominantes sobre el resto de quienes habitan el planeta. El pensamiento es la unión de conciencia e inteligencia, logrando percibir todo lo que hay a nuestro alrededor, uniendo el pasado con el presente. Todos tenemos libertad para pensar, la cuestión está en lo que pensamos y cuales son las influencias que producen ese pensamiento, podemos decir entonces que no tenemos la libertad que imaginamos, porque estamos atados a un gran legado cultural e histórico. Huir de lo previsible sería hacer que nuestros pensamientos no se contaminen con la realidad que estamos viviendo, de modo que la libertad pueda ser vislumbrada. Es importante además no confundir la libertad para pensar, porque siempre habrá libertad para pensar, pero no para expresar nuestros pensamientos.”
Por su parte al ser consultado Raúl Calabuig (Despachante) señaló que “deberíamos imagináramos por un momento estar en la Edad Media en pleno Renacimiento , donde grandes pensadores trataron de abrirse camino con coraje y tenacidad, viviendo y pensando libremente para investigar y hacer comprender sus convicciones filosóficas. En la actualidad si quisiéramos comparar esa época, nos daríamos cuenta que lo que estamos haciendo es aportar solamente un pequeño granito de arena para el mejoramiento de la humanidad y de las futuras generaciones. Hay que tener cuenta las vidas que se perdieron en el pasado para mejorar esta generación y sostener esa libertad de pensamiento que hoy estamos reclamando. Nuestros antepasados se brindaron por entero en sus luchas sociales, para que nosotros pudiésemos opinar y expresarnos libremente. Con el esfuerzo de aquellos hombres fue cambiando el curso de la historia y en la actualidad podemos disfrutar de un mundo mejor, aun reconociendo que nuestro aporte sigue siendo muy pequeño. Todo el mundo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, recibir información y proporcionarla difundiéndolas libremente sin que existan fronteras.”
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