Inmigración y Títulos Universitarios |
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por Graciela Vera
Periodista independiente
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Los uruguayos, al igual que argentinos, chilenos y brasileños no somos la inmigración que demandan las necesidades europeas.
Y no lo somos porque hemos tenido la suerte de estudiar en países en los que la media educativa (sin que ésto lo cambien las notables mermas de nuestros países en el nivel de la enseñanza) es muy superior a la de otros países emisores y en algunos aspectos (y no pocos) de los propios países anfitriones.
Europa necesita mano de obra poco o nada calificada.
En otras palabras, necesita quién realice las tareas que los nativos de éstos países rechazan por considerar poco propias del nivel de bienestar alcanzado en sus economías.
Tareas pesadas, inseguras, difíciles, sucias o indignas.
Mano de obra barata; al inmigrante se le paga menos y si no tiene papeles, aún menos.
Representa el escalón más bajo en el mercado de trabajo que es, al parecer el único que cada vez más europeos dejan para los inmigrantes.
No se revalidan títulos porque no se necesitan profesionales. Europa tiene demasiados médicos, abogados, arquitectos; universitarios en general, sin encontrar un lugar de trabajo en sus profesiones.
Los mercados laborales para universitarios están saturados y los extranjeros no comunitarios que llegan con títulos no tienen oportunidades para validarlos.*1
África ofrece la mano de obra sin calificar que se necesita.
El africano es negro y el racismo impide que se considere siquiera que un considerable número de africanos que llegan a Europa en busca de una oportunidad, son profesionales con estudios que, incluso en algunos casos los han completado en universidades europeas.
Pero como en sociedades discriminativas –y la europea lo es, lamentablemente en un cada vez más alto porcentaje -, el africano, el negro siguen siendo vistos como lo eran sus antepasados por los colonizadores blancos.
España no escapa a esta tesitura.
En el año 2005 se realizó una regularización de ilegales que representó la inscripción de casi 700.000 trabajadores en la Seguridad Social.
El Gobierno no negó que el único fin de esta regularización era una imperiosa necesidad de dotar a las arcas de la Seguridad Social de fondos que le permitieran evitar el ya previsible colapso.
Sin embargo algunas pautas no siguieron el orden previsto por las autoridades. En primer lugar, un buen número de los contratos realizados para contratar inmigrantes durante la regularización del año 2005 eran falsos*2.
Se pagaron a muy buen precio y los extranjeros se comprometieron a hacerse cargo de los pagos a la Seguridad Social.
Se sirvió un singular plato de pescadilla frita, un pescado que, frito en aceite, se presenta mordiéndose su propia cola. Pero en esta ocasión no formaba parte de una degustación que dejara satisfecho a nadie.
Los inmigrantes que compraron sus contratos han pagado y siguen pagando sumas significativas por nada. En muchos casos no pudieron continuar aportando a la Seguridad Social.
Por su parte los empresarios en algunos casos fueron denunciados y en otros siguen viendo pasar las inspecciones con el permanente temor a que se detengan en su puerta.
En la revisión de empadronamientos del último año (después de la regularización) el gobierno español ‘extravió’ a casi 500.000 extranjeros en relación a empadronamientos anteriores.
Suena risible y lo sería si no se tratara de una tragedia para los mal llamados ‘sin papeles’. Significa que 500.000 inmigrantes que estaban en la ilegalidad, igualmente recibían servicios de salud y escolarización para sus hijos.
La inseguridad los ha vuelto incorpóreos a los ojos de los organismos del Estado y les comienza a cerrar nuevamente las puertas ya que uno de los requisitos para justificar el periodo en España a la hora de reclamar los papeles por arraigo: el empadronamiento, desaparece de sus opciones.
Las tasas de afiliación de inmigrantes a la Seguridad Social siguen cayendo. Las leves oscilaciones achacables a las temporadas no encajan con los arribos, con los extranjeros que había anteriormente, ni con el propio movimiento interno de la UE . Cientos de regularizados no tienen trabajo y no pueden continuar pagando por su afiliación, dejando al descubierto la trama de irregularidades existentes alrededor de la última legitimación de derechos.
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a-- Me trajo el pedido de comestibles a mi casa. Repartidor del Supermercado de una Gran Superficie; peruano, cirujano maxifacial ; vive en Almería desde hace 4 años, no puede ejercer su profesión - ‘y si ahora me permitieran revalidar mis diplomas no creo que ya, después de tanto tiempo, estuviera en condiciones de intervenir a un paciente.-
Su esposa es odontóloga. Al menos esa carrera es la que siguió en su país, aquí es una trabajadora de hogar por horas.
b-- En Buenos Aires era la abogada de varios gremios. Acá trabaja haciendo encuestas; ahora tiene papeles pero fue limpiadora, cuidadora de enfermos y vivió la incertidumbre de no tener casa ni trabajo.
c-- Su décimo empleo en menos de dos años. No tiene papeles y lo único que encuentra son estas changas de pocas semanas. Es uruguayo, vivió un tiempo en Estados Unidos y se vino porque creyó que en un país donde se habla su mismo idioma sería más fácil.
Sin papeles sólo puede aspirar a un trabajo de peón de albañil o en un invernadero a 40 grados de temperatura. En Montevideo, ni por su clase social (con tercer año de derecho), ni por el clima estaba acostumbrado a ésto que encontró como única opción; pero tiene familia y agradece tenerlo.
d--Es técnico superior en electrónica y su currículum es extenso. Llegó desde Colombia. Trabaja como mecánico, espera que cuando consiga los papeles haya otras expectativas.
e—Son arquitectos, son uruguayos; su condición socio-económica les permitió empezar de nuevo pero no como profesionales sino como comerciantes o dibujando planos, creando proyectos pero ocultando su creatividad bajo la firma de un arquitecto de aquí, de Almería. |
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*2 |
Cinco mil euros por un contrato como empleada de hogar. Ésto y mucho más es lo que se paga actualmente. ¿Cuánto se habrá ofrecido y se habrá pedido cuando los plazos contaban para presentar las solicitudes ante Extranjería? |
Octubre 6 de 2006
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