El Círculo Policial es objeto de críticas desde diferentes ámbitos. Cada vez que algún problema se vincula con la Institución Policial desde su interna y desde su entorno, surgen comentarios y juicios de valor destinados generalmente a desprestigiarlo o a poner en duda su credibilidad ante la opinión pública o mismo ante quienes integran los cuadros policiales.
Creemos que está claro, a esta altura, quien es quien en el contexto de la Institución y cuáles son los verdaderos objetivos que animan a unos y a otros. Pero eh aquí que en Maldonado, el aprendiz “grupo de presión” policial local (¿?) que se balancea en un péndulo incoherente, malicioso e incompetente, la ha emprendido nuevamente contra jerarcas de la Jefatura fernandina.
Hoy le ha tocado el turno a su coordinador el Inspector Pedro Núñez. “Que debe ser relevado. Que éste hace acoso o persecución sindical, Que es fascista. Inaudito! Que se deben designar jefes de confianza del gobierno”…Caramba!!! Nos parece haber escuchado eso antes, será casualidad o producto de algún mandado para algún actor político, al mejor estilo de las viejas mafias?
La Oficialidad fernandina ha respondido con una concentración en su lugar de trabajo y ha comunicado a sus jefes la tranquilidad de su lealtad y su compromiso con la profesión. Enhorabuena por el Jefe y por sus Oficiales. Todo un ejemplo a seguir.
Pero no contentos con eso, ese grupo desestabilizador la ha emprendido con el Círculo Policial, alimentando mentiras con relación a la participación de éste en el triste episodio de huelga del 92´.
Un episodio injusto, una mancha para toda la Policía, que fue previsto e informado desde el Círculo en tiempo y forma a las autoridades ministeriales del momento, las que se negaron a aceptarlo, como se negaron también a analizar las soluciones alternativas que se le presentaron desde aquél.
Idas y venidas, marchas y contra marchas para un conflicto previsible, anunciado; con decisiones encontradas, intervención de comisiones de notables, ajenos a la Policía que buscaron posicionarse con el gobierno de turno. El mismo circo de toda la vida y con el mismo telón de fondo: la Policía.
Lastimoso espectáculo. Hasta cuando? Quizás esta demostración hecha por los Oficiales de Maldonado sea el inicio del rescate de la dignidad profesional en riesgo. Ojalá se difunda en el conjunto de los uniformados el honroso ejemplo ofrecido por estos Oficiales a su Comando en la intimidad de la sede Jefaturial y sin los aspavientos y el bullicio de las hordas sensacionalistas.
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