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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 389 - Uruguay, 07 de mayo del 2010 |
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Cuando el año pasado el candidato a la presidencia José Mujica Cordano visitó a la presidente argentina, y sabiendo que les pediría que los uruguayos residentes en ese país pudieran concurrir a votar en las elecciones uruguayas, mi yo interno rogó para que a cambio de ello el Pepe no se comprometiera a dar su voto a Néstor Kirchner para que accediera a la presidencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Mi yo interno no se equivocó, el voto fue la contrapartida para que los uruguayos en Argentina pudieran concurrir a votar, y cumpliendo con su palabra Mujica votó por Néstor Kirchner para ejercer la presidencia de la Unasur, engendro burocrático manijeado por Hugo Chávez y cuyo autor intelectual fue el argentino Eduardo Duhalde, responsable de la pesificación asimétrica que tantos trastornos trajo al Cono Sur y que generó, por reflejo, una corrida bancaria en nuestro país. A diferencia de su antecesor, Tabaré Vázquez, José Mujica cumplió con lo prometido a cambio de los favores recibidos de los Kirchner. Vázquez no pudo cumplir con su palabra de no autorizar la construcción de la pastera de la ex-Botnia, porque el paquete estaba tan bien “atado” por el ex-presidente Jorge Batlle que hacerlo hubiera generado un perjuicio enorme a nuestro país, y Uruguay hubiera perdido el segundo tren de la historia (el primer tren perdido fue el TLC).
Más que un costo político, lo que hizo Mujica fue “meter la pata” y cumplir una promesa que hizo por su desmedido afán de erigirse en el primer presidente tupamaro de nuestro país. Como contrapartida Uruguay no va a recibir nada, porque las promesas de los Kirchner siempre se las lleva el viento. Es muy loable, y nos adherimos al pensamiento mujiquista de querer construir en el Río de la Plata todo lo que podamos a favor de nuestra sociedad, pero… ¿realmente cree el Pepe que con los Kirchner en el poder se va a poder construir algo?, ¿realmente cree el Pepe que Gualeguaychú va a levantar el corte del puente?, ¿todavía no se dio cuenta de que el corte está “bancado” por importantes empresas argentinas y uruguayas a las que les conviene? ¿Perdió algo Uruguay con el corte?, NO, y sabemos y está comprobado que quien más pierde es Argentina. ¿Entonces?
¿Vamos a mejorar el comercio en el Río de la Plata?, por supuesto que sí, pero desde Argentina hacia Uruguay y no de Uruguay hacia Argentina. Pruebas de que esto sucederá las tenemos a montones si revisamos la mutua relación comercial de pocos años hacia atrás y si nos atenemos a los antecedentes argentinos con otros países. ¿Entonces, que es lo que vamos a lograr?, simplemente cumplir con una promesa egoista, como la de conseguir que los uruguayos radicados en Argentina pudieran concurrir a votar, y a votar al candidato que se comprometió con los Kirchner a darles su voto. Tapando el sol con la mano Lamentables, verdaderamente lamentables las declaraciones del canciller Luis Almagro cuando declaró que Mujica "acompañó el consenso en la línea del 'ni veto ni voto'" porque el presidente uruguayo, José Mujica Cordano, SÍ votó a favor de la designación de Néstor Kirchner. El verso de “acompañó el consenso” se asemeja más a una disculpa a los uruguayos y un mea culpa presidencial. ¿Acaso Almagro quiere convertirse en el Gargano del nuevo gobierno? "Se acompañó el consenso. No es abstención, sino que ninguna parte se opone" a la candidatura de Kirchner, dijo Almagro, quien, en su pirueta verbal, aclaró que la "unanimidad es otro criterio". Que yo sepa, existen tres tipos de voto: a favor, en contra, o abastención. NO existe el voto "acompañó al consenso". Si no es abstención es un voto a favor, y si se acompañó el consenso, ES UN VOTO A FAVOR, porque el consenso fue votar a Kirchner. ¿O cree Gargano (perdón, se me escapó) Almagro que todos somos estúpidos? El tiempo me va a dar la razón, como me la dio cuando en el artículo anterior dije “Esto me lleva a especular que el gobierno de Jorge Batlle desconoció a propósito el Tratado del Río Uruguay y dio el aval para la construcción de la pastera, sabiendo que por lo canales normales y cumpliendo con todos los requisitos estipulados, nunca lograría un acuerdo con el gobierno argentino.” Y el canciller Didier Opertti lo confirmó, días después, cuando declarópor televisión, muy diplomáticamente, que sí fue una estrategia. En la Argentina contemporánea las decisiones políticas se toman cuando los beneficios de los votos favorecen al político, y con un gobierno jaqueado por todos los ángulos –corrupción, enriquecimiento ilícito, malversación de fondos, etc.- que está pensando en las elecciones presidenciales del próximo año, los votos de Gualeguaychú pesan mucho más que la decisión de romper un corte, o de las promesas realizadas al "gobernador" de la Provincia Cisplatina uruguaya. A diferencia del gobierno de Jorge Batlle o de Tabaré Vázquez, la estrategia, si es que existe, del actual gobierno es pésima, porque el corte del puente se va a levantar cuándo y cómo los terro-ambientalistas así lo decidan. El gobierno argentino no va a reprimirlos porque está mucho más ocupado en hacer zafar a Néstor Kirchner de un proceso por corrupción y tapando, dentro de lo posible, lo mal que funciona le economía argentina. Con el voto de José Mujica, “acompañando el consenso”, le está abriendo la puerta al ex mandatario argentino para escapar de las posibles acciones judiciales por las denuncias de corrupción que están lloviendo sobre él. Sinceramente creo que este voto no fue DEL Pepe sino que fue AL pepe. La empatía ideológica no beneficia a los pueblos. Compartir este artículo en Facebook © Raúl Seoane para Informe Uruguay
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