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Año III - Nº 189
Uruguay, 07 de julio del 2006
Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
 

 

 

Dolor y Sufrimiento
Drama brasileño
contagia la frontera

Julio Dornel
 

La tarde gris no quiso asociarse al colorido que presentaba la línea divisoria y las vidrieras comerciales con su derroche verde y amarillo en varias leguas a la redonda.

Sin embargo estaba todo pronto para el festejo. Autos, camiones y bicicletas pintadas especialmente con los colores tradicionales. Bocinas estridentes que superaban los decibeles permitidos y un pueblo nervioso pero feliz se iba replegando a sus hogares para ver el partido y recuperar energías para el festejo callejero como había sucedido en los partidos anteriores. Ni siquiera el más pesimista de los torcedores pensaba en una derrota.

Llegaron al mundial con las credenciales de mejores del mundo sin tener en cuenta que no bastaban las estrellas para formar el equipo. Cuando trascurren las primeras horas de la
Imagen del dolor
derrota ni siquiera los comentaristas especializados de los grandes medios brasileños que cubrían el mundial, se ponen de acuerdo sobre las verdaderas causas de esta eliminación.

Para algunos fue la errónea integración del equipo, la demora en realizar los cambios, la mala actuación de los principales jugadores, la apatía de otros y para otros (los menos) el excelente fútbol del equipo francés.

No fue suficiente la voluntad de algunos para superar las deficiencias de otros que no estuvieron a la altura de esta competencia. Para algunos la era de Ronaldo, Cafú, Roberto Carlos, Parreira y Zagallo ha llegado a su fin, mientras para otros la derrota no dolió tanto como la apatía y la poca motivación de un equipo que murió sin luchar.

Para llegar a la final de una Copa del Mundo se necesita mucha raza y buen fútbol. Brasil no jugó, pese a tener grandes estrellas que nunca formaron un equipo ni tuvieron motivación. Llegaron como favoritos y se transformaron en el mayor fracaso de una selección brasileña integrada por ex jugadores que fueron convocados para alcanzar algún record individual que de nada le serviría al seleccionado, puesto que tanto Cafú como Roberto Carlos fueron titulares por sus biografías.

Dentro de pocos días terminará un nuevo mundial que será recordado por el fracaso de todas las selecciones que participaron en representación de nuestro continente. Comenzaron 32 selecciones y van quedando solamente 4 con posibilidades de levantar la copa en uno de los mayores eventos de todos los tiempos. Reconocemos que no ha sido un torneo de grandes sorpresas, prevaleciendo el fútbol europeo con su férrea marcación ante la técnica sudamericana.

Banderas para el 2010
La Marsellesa El pueblo fronterizo se estaba acostumbrando a la cita obligada en la avenida internacional donde se conmemoraban los triunfos de la selección brasileña. Por encima de la rivalidad deportiva estaban primando los lasos de amistad que han unido siempre a estos pueblos hermanos.

Sin embargo cuando terminó el partido sucedió lo imprevisto, lo que nadie hubiera imaginado. No fue la agresión física ni verbal tan común sobre la línea divisoria cuando se dirimen pleitos deportivos. Fue más grave. Desde un automóvil no identificado se produjo la agresión sonora que caló muy hondo entre los aficionados brasileños; los acordes de la Marsellesa rendían tributo al fútbol desplegado por el equipo francés.

 
 
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