Pan y Circo por Daniel Solari

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            Pasó todo enero del 2008 y el gobierno se tomó en serio la licencia. Apenas la distracción de la reelección del Presidente Vázquez y punto.

            La reforma tributaria aún está sin concluir. Astori pidió un año para su evaluación ya van 7 meses del plazo y por ejemplo siguen las ONGs sin aportes patronales puesto que se estudiarían caso a caso dijo en aquél entonces el Ministro de Economía.

            Ahora, la Ministro Muñoz comunica que el Gobierno gastará casi medio millón de dólares en una campaña de información del Sistema Nacional Integrado de Salud con el objetivo de informar los derechos de los ciudadanos frente al nuevo sistema.

            Esperemos que la campaña publicitaria, bastante costosa por cierto, no se quede en hablar bondades del SNIS sobre frases hechas e imágenes “tiernas”.

            Aún recordamos la absurda propaganda de la reforma tributaria sobre la base de “pagará más el que tenga más” cuando aún existen privilegiados que no aportan un solo peso mientras la mayoría de la población aguanta el peso de la experiencia progresista.

            ¿Cuánto habrá gastado el Gobierno en aquella campaña? Muy buena por cierto desde el punto de vista publicitario pero, que el propio Gobierno se encargó de desmentir con el paso del tiempo.

            Casi medio millón de dólares gastó hace unos días el Ministerio de Turismo en una Carrera de autos en Punta del Este y podríamos continuar con una extensa lista de gastos de publicidad o propaganda del Gobierno, Antel, Ute, Ancap, etc.

            La recesión económica en los EE.UU. es casi un hecho. Si se concretara, Uruguay debe estar en condiciones de recibir los primeros coletazos en la mejor posición posible.

            La crisis norteamericana no va a caer como la crisis del 2002, todo el planeta lo sabe, se viene con aviso. Ayer la FED bajó otro medio punto porcentual la tasa de referencia (3% es ahora), entonces las distintas dependencias del Estado debieran ser cuidadosos de sus erogaciones y asegurarse que, lo gastado no es por cumplir con la ejecución del presupuesto sino que lo gastado debe ser necesario y no dilapidar en campañas publicitarias que luego de unos meses, cualquiera de nosotros puede preguntarse ¿Y qué le dejó a la sociedad? ¿Valió la pena? Para concluir que no dejó nada positivo. Sólo frases panfletarias. Por aquella frase “del dicho al hecho hay un gran trecho”.

            Por supuesto que no perdemos la perspectiva de que dichos gastos son “vueltos o casi propinas para la recaudación del Estado”, pero está claro que gastando “pour la galerie” no se hace patria, que gastando para tapar el ojo un ratito no se invierte bien en nuestro país, que ofrecerle al pueblo “pan y circo” es de otra época de la humanidad y el Uruguay del progresismo se acerca peligrosamente al coliseo romano.