¿Oportunidad perdida?
	por Pedro A. Lemos		Email

20/10/02 – DECLÁRASE DE INTERÉS NACIONAL LA PRODUCCIÓN DE COMBUSTIBLES ALTERINATIVOS, RENOVABLES Y SUSTITUTIVOS DE LOS DERIVADOS DEL PETRÓLEO – LEY Nº 17.567

            Mucho ruido y pocas nueces se deducen sobre la oportunidad de los Biocombustibles en Uruguay.

            Nuestra característica uruguaya se cumple una vez más, casi 5 años pasaron del punta pie inicial, a iniciativa del Poder Ejecutivo y el Proyecto tomó cuerpo en Junio del 2006, ascendió al Senado de la República  antes de fines de año y fue remitido a la Cámara de Diputados con las correcciones pertinentes.

            Lógico es que un País, sin Petróleo y con grandes problemas de Gasoil, ya que exige mayor destilación de Crudo Fósil, para atender la demanda, imprimiera un desarrollo intensivo de los Biocombustibles. http://www.biocombustiblesdelplata.com/version13062006.php

            En el Artículo 3 del mencionado Proyecto de Ley dice: La producción de biodiesel y de alcohol carburante queda excluida del citado monopolio, y sujeta a las disposiciones establecidas en la presente ley.

            Es sólo la Producción, ya que la comercialización, que sobrepase los 4.000 litros diarios, le origina un Techo a la Industria.

Un simple techo

            Se podrá producir Biodiesel para Flotas Cautivas, en una cantidad que no supere los 4.000 litros diarios.

            La Inversión para una Planta de Biodiesel en pequeña escala, más el aprovisionamiento de Materia Prima, su propia comercialización, comienzan con un máximo posible de venta a terceros, de aprobarse la mencionada Ley.

            Muchos dirán que no es común utilizar esa cantidad de litros diariamente, pero no es así. Uruguay tiene muchas Empresa que demandarían eso y mucho más, utilizando el Biodiesel en una proporción de 20 litros más 80 de Gasoil, denominándose a ésta mezcla Biodiesel B20. Una sola Empresa de Transporte de Personas, estaría en condiciones de consumir más de 25.000 litros por día.

            De Legislarse con éste Techo, la Industria ya tiene que soportar una Muleta, pues queda renga y con un tope máximo de Comercialización a Flotas Cautivas.

            Si una Ley retacea el Mercado y lo dirige hacia un Monopolio (ANCAP), quien será el que imprima la demanda, debería al menos especificarse por Ley, los valores a los que deberá comprar.

            Es de suponer, que será incluido o al menos ANCAP, dirá su verdad.

            No es ningún aliciente para los Inversores, que la Ley condicione la demanda.

            La preocupación de los Industriales, radica en que el Monopolio de ANCAP, será Juez y Parte, ya que la calidad estará determinada por la Empresa de Combustibles y posteriormente será quien absorba las producciones para mezclarlo en un 2 % con el Gasoil, producto de la destilación de Petróleo fósil.           

            Mientras la Ley no sea aprobada, la Industria que se ha radicado, está entre la espada y la pared, sin saber cuál es el horizonte que tendrá. Dependiendo de las condiciones de una Ley discutida, donde se intenta más que nada proteger el Ente Monopólico de Combustibles en Uruguay.

            ANCAP se ha esforzado en obtener Capitales para que se instalen Industrias de envergadura, ya que la misma Ley, exige una Mezcla Biodiesel B2, lo que a simple vista demandaría un consumo de 18.000.000.000 de Litros.

            Sin un precio de Referencia para la compra, los Industriales tampoco tienen parámetros, como para establecer si su Industria tendrá la rentabilidad requerida,  para enfrentar las Inversiones y los que es más importante, las reinversiones que deberán realizar en el futuro, como para poder cumplir con la Demanda.

            De los aspectos interesantes que ANCAP  deberá definir, será su actitud con respecto a la Industria, el Ente está más preocupado por Proyectos Sociales, que Comerciales, esto se deduce de los movimientos que se han conocido periodísticamente, en cuanto a producciones en áreas del sur de los Departamentos limítrofes con Montevideo.

            Lógicamente que ANCAP, no está en condiciones de realizar Inversiones en Biodiesel, después de su pésimo negocio con Venezuela y su generoso pesado petróleo.

            Este le ha ocasionado una pérdida que sobrepasa los 200 millones de Dólares. A los que graciosamente, se los quiere pasar al Gobierno Central, como Premio de su Excelente Estrategia Improductiva.

            Con un Escenario tan macabro, donde se pretende que el Ente sea Juez de Producción y además Juez de consumo, la Industria está condenada antes de nacer. Con un aliciente en la Ley, que posteriormente se recorta en la Comisión del Senado, se podrá exportar libremente Biodiesel B100, pero posteriormente se lo deja a consideración del Poder Ejecutivo. Por lo que se deduce, que el Presidente será otro Juez, que digitará a su antojo, si se puede exporta o no se puede exportar.

            Si las Normas (Calidad, Productivas, Seguridad, Ambientales, etc.) fueran la exigencia de la Ley, los Industriales tendrían ante sí un Escenario de superación. Pero se los castiga antes, con el único propósito de preservar un mal manejo histórico de los combustibles.

            Es un momento oportuno, para plantearse a nivel de las Instituciones Agropecuarias, hasta cuándo se va a soportar la prepotencia digitada para excluirlos y beneficiar políticas que nada tienen que ver con la Producción y mucho menos para optimizarla.

            Mantener la Burocracia Estatal, mantener la pésima administración, mantener el costo no competitivo, ser perseguidos impositivamente y por medio de tarifas, continuar vendiendo oro con precio de baratijas y lo que es peor, mantener un desarraigo agropecuario constante, cuando una de las potencialidades del Biocombustible es la mano de Obra requerida.

            El Biodiesel no es entendido realmente, o de lo contrario la mala intención de Legisladores y Ente ‘’no duerme la siesta’’.

            Tejiendo marañas insanas de Justicia, Protección de Quintas y Asfixia, cuando en el Mundo se abren las puertas para aliviar la carga, proteger e incentivar la Industria,. Potenciar el trabajo productivo y el de Mano de Obra.

            Sumándole nuevas variedades de cultivos, que  necesitan tierras pobres para su producción, chacareros nobles para su laboreo y políticas de consumo serias.

            Contrarrestando a las alarmas de vernos en campos desérticos, improductivos y abandonados.

            Casi cinco años y una Ley que sube y baja, mientras Paraguay, Brasil y en un futuro cercano Bolivia, tendrán producciones de Biodiesel para atender las necesidades mínimas de una Mezcla Biodiesel B2. Sumándole a la producción una mentalidad exportadora, como lo dijera el Presidente de Brasil:

“Estamos probando que se puede elaborar combustible sin utilizar petróleo. Con el biodiesel, en vez de cavar un agujero de cinco mil metros de profundidad, la gente puede plantar petróleo a través de la papaya, la soja, el girasol o el algodón; esta es una revolución que Brasil está haciendo para el mundo entero”.

            Suena a cuento o a ‘’verso’’ como dicen los muchachos, mientras ANCAP procura estudios con gastos millonarios en la Cuenca del Orinoco, para su posterior extracción con costos millonarios, no mira que en las manos productivas del Pueblo, está el combustible necesario y suficiente, como para pagar los platos rotos de sus pérdidas millonarias.

            Los días pasados, en la visita del Presidente Lula a Paraguay, dijo a la Prensa: "nuestros gobiernos están empeñados en colocar a Paraguay y a Brasil en la vanguardia de la revolución energética".

            Uruguay debería acompañar la idea, abriendo el Mercado y no cercenándolo. Los Legisladores deberían entender, que tienen en sus manos una buena posibilidad de Liberar el Mercado de Biocombustibles, para que a su vez, el pesado y gordo Ente, ANCAP, comience a trabajar con Visión, Energía y Realismo.

            Continuaremos parafraseando a don Alberto Castillos: ‘’siga el baile, siga el baile…’’