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Quién siembra vientos, cosecha tempestades por Raúl Seoane |
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Un grupo de pseudo ambientalistas argentinos viajó a nuestro país para “concientizar” a los uruguayos, mediante volanteadas, sobre la contaminación ambiental que producirá la planta celulósica de Botnia, según su particular y condicionada visión del problema.
Presurosos y genuflexos los noticieros K de la televisión argentina entrevistaron a los “héroes del ambientalismo popular” con esas preguntas tan profundas y comprometedoras con las que nos tienen acostumbrados.
Escuchar las argumentaciones de uno de los viajeros resultó más risible que ver una película de los hermanos Marx. El convencimiento, o mejor dicho, el interés por presentarse como un erudito en la materia y “concientizar” a los oyentes con su verdad, llevó a uno de ellos a decir abiertamente que “Finlandia es un país de décima” (…) “los finlandeses exportan a todo el mundo la contaminación ambiental”, “que los finlandeses se lleven la contaminación a otro lado”.
"¿Usted conoce algún futbolista, cantante, político o artista finlandés? ¿Ha probado un dulce de leche de ese origen o escuchado una murga con el nombre Finlandia? ¿Conoce usted alguna modelo o belleza de esa nación?" decía el volante que pensaban regar por la Plaza Independencia, intentando, típico argentino, desmerecer los valores de su contrincante, no dándose cuenta de que esa frase refleja la supina ignorancia de quién la escribió.
Solamente dos son los pseudo ambientalistas gualeguaychuceros que viajan. El resto son punteros de movimientos políticos de la izquierda radical argentina como la Asamblea Popular de San Telmo.
Mi amigo Félix Obes escribió en Equinox en su sección “Pingüino para abajo”: Para el gobierno. Es pasarse de estúpido permitir que los hijos de puta que bloquean los puentes vengan a volantear acá y no sacarlos del cogote. Respetuosamente, Félix, discrepo contigo. Hay que darles todas las garantías a los hijos de puta que bloquean los puentes y demostrarles que en nuestro país se respetan las leyes, que en nuestro país existe la libertad de tránsito y expresión, al revés de lo que sucede en Gualeguaychú. Quisiera saber qué pasaría si un pequeño grupo de uruguayos pretende hacer una volanteada en Gualeguaychú a favor de las papeleras. Si les prohibimos ejercer su derecho a protestar caemos en lo mismo que ellos son, y eso en un país libre y soberano como el nuestro es inadmisible.
Desde enfoques deploramos la actitud del gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, que ahora mezcla en la batea del desquicio y de la improvisación, pero también de una mal entendida tolerancia, aspectos que se vinculan con la libertad de expresión pero que en rigor afectan los sentimientos de centenares de miles de orientales por no decir millones de uruguayos. (…)
La tolerancia y la libertad de expresión es una sola, no existen medias tintas. O tenemos libertad de expresión y tolerancia completa o no tenemos nada. Media tolerancia o media libertad no sirve, porque no es libertad. Si no se les permite a los piqueteros entrar y manifestar en nuestro país en contra de la opinión del 80 % de los uruguayos, con ese mismo razonamiento en el día de mañana van a prohibir a ese 80 % de uruguayos criticar a nuestro gobierno, y entonces no tendremos derecho al pataleo porque antes nosotros mismos limitamos la tolerancia y la libertad de expresión.
Se pregunta Garzón en su editorial de enfoques del lunes pasado: ¿Podrá alguien explicarme cuándo terminará el derecho de unos muy pocos argentinos de pisotearnos la soberanía, de cerrarnos los puentes, de impedirnos el tránsito, y de venir a distribuir panfletos en la plaza mayor? ¿Cuándo puedo empezar a ejercer mi derecho? ¿Cuándo podremos ser verdaderamente libres?
¿Acaso no somos libres?, ¿No criticamos al gobierno cuando hace mal las cosas?, ¿No tenemos libre circulación por todo el territorio nacional? ¿Queremos una persecución a la prensa como existe en Argentina? ¡Por Dios!
Entiendo “las calenturas” porque yo soy bastante “calentón” como buen descendiente de gallegos, y La Guerra de las Papeleras hace calentar hasta a Job, pero no entiendo a los que exigen coartar la libertad de otros porque simplemente discrepan con ellos. Si los piqueteros entrerrianos vienen pacíficamente, volantéan pacíficamente y exponen sus argumentos antipapeleras y anticivilización en forma pacífica ¿Por qué debemos restringir sus derechos?
Acá estamos confundiendo dos cosas, el ejercicio total de la libertad y la ineficiencia de nuestro gobierno. Porque nuestro gobierno sea ineficiente y tengamos que soportar un canciller como Gagáno que es una quinta columna enquistada en el gobierno, no tenemos ningún derecho a cortarle la libertad a nadie.
Hagamos una marcha para que echen a Gagáno que por culpa de su inoperancia llegamos a esto. Hagamos una marcha para que la Mesa Política del Frente Amplio se deje de pavadas y permita gobernar a quién los uruguayos eligieron. Hagamos una marcha para que el Dr. Tabaré Vázquez se dedique a gobernar y no a remendar la colcha de retazos ideológicos del FA, pero no pidamos restricciones a la libertad.
¡Cuidado!, vamos a caer en la trampa que nos están tendiendo. ¿O acaso no se dan cuenta de que estas acciones de los piqueteros pseudo-ambientalistas son el reflejo de su propio resentimiento? porque nadie, absolutamente nadie, ni sus propios compatriotas les dan la razón.
La paciencia tiene un límite
Quien siembra vientos cosecha tempestades, dice un acertado refrán, y los pseudo ambientalistas piqueteros entrerrianos sembraron vientos huracanados que se convirtieron en tornados.
Debemos felicitar la templanza de nuestro gobierno por no cometer el error que pedían a gritos muchos escribas para que se les prohibiera repartir volantes en nuestra Plaza Independencia. Fue el propio pueblo uruguayo el que los embarcó de regreso a Buenos Aires. Los propios piqueteros metieron la cabeza en la boca del lobo.
Nada es grave a quien esperar sabe, dice un refrán que parece haber sido el modelo seguido por el pueblo uruguayo ante las bravuconadas de los pseudo-ambientalistas piqueteros de Gualeguaychú durante más de dos años.
Uruguayos impiden protesta de argentinos en Montevideo destaca el diario La Nación de Chile.
Huevazos, insultos y escupitajos - Así fueron recibidos este lunes los asambleístas argentinos que pretendían trasladar las protestas contra las plantas de celulosa desde Entre Ríos a Montevideo reza un artículo del Observador.
Acto contra papeleras desembocó en un amplio apoyo a la inversión se lee en grandes titulares en el portal de Terra en España.
¿Y qué esperaban? ¿Qué los recibieran con los brazos abiertos? ¿Con chocolate y churros?, o ¿una picadita en La Pasiva?
No fue el gobierno uruguayo el que los echó, fue el propio pueblo cansado de las tropelías que cometieron. Fue el propio pueblo uruguayo que dijo "¡basta!, este es nuestro país. Aquí estamos nosotros." Y no fueron activistas, ni organizaciones, como deja entrever el multimedios Klarín, porque en el recorrido que les obligaron a hacer de regreso al puerto, desde los balcones de las casas los abucheaban, les tiraban huevos y agua. Algo imposible de organizar. Fue el sentimiento de todo un pueblo en defensa de sus derechos, de su soberanía y en contra del patoterismo.
Con pancartas con leyendas como "Piqueteros cerdos, fuera de Uruguay", "Uruguay país libre, mejor limpien el Riachuelo" y "No nos dejaremos pisotear por un grupo de ratas piqueteras" fueron recibidos los embajadores del piquete, a la vez que la multitud coreaba consignas de "Que se vayan, que se vayan" y "Mandarina, mandarina, si es que tienen tantos huevos, recuperen las Malvinas"
La Nación de Chile dice que los uruguayos despidieron a los ambientalistas bajo la consigna "Uruguay, Uruguay" y "Olelé, olalá, vinieron piqueteros, mirá cómo se van".
Pero los huracanes no soplan únicamente del lado uruguayo, los propios entrerrianos y la gran mayoría del pueblo argentino está cansado de las estupideces de estos aprendices de terroristas, porque en la ciudad de Colón, los empresarios perjudicados por el corte del puente internacional sacaron a patadas a los inadaptados, tal cual lo habían realizado en abril del año pasado.
Ahora hay que esperar la reacción de la prensa K. Ya los noticieros de Klarín hablan de provocación, de contrapiquetes organizados, de represión, de abuso. No hablan de intromisión, ni de patoterismo, ni de justicia, ni de razón. Es lógico, ven como van cayendo, por el propio peso de la razón y la justicia, los vacíos argumentos que han esgrimido.
Uruguay ha sido, es y sera SIEMPRE nos pais hermano. La situacion que se ha desatado a raiz de las pasteras es INADMISIBLE, la hostilidad entre ambos pueblos es injustificable y no obra de inadaptados, sino de delincuentes. Las pasteras contaminan, es cierto, tambien es cierto que la libre circulaicon entre ambos paises deberia ser garantizada, es inentendible como dos paises tan hermanos son incapaces de sentarse encontrar una solucion, la historia nos juzgara durisimamente a ambos paises, durisimamente, mientras seguimos dando un patetico espectaculo a una europa cada mez mas unida. ruego por una pronta solucion, un distanciamiento con Uruguay es inaceptable,
Este email, que copiamos textualmente sin corregir los errores, nos fue enviado por un argentino que reside en Rosario y que escribió a las apuradas desde nuestra web. Esto nos reafirma en nuestra convicción de que todo el pueblo argentino, excepto un pequeño grupito de izquierda, son nuestros hermanos. Discutimos, nos peleamos, nos golean, los goleamos, porfiamos por la paternidad de Gardel, pero siempre son y serán nuestros hermanos.
Y como este email recibimos muchísimos más.
No nos equivoquemos. No estamos en guerra contra los argentinos, estamos en guerra contra diez o veinte terroristas de Gualeguaychú, y contra un presidente que tiene terror pánico de utilizar las armas legales que le da la propia Constitución de la República Argentina.
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