Una jugada magistral por Michael S. Castleton

            Lo que vimos todos los uruguayos ayer con el acto político organizado por la presidencia de la república no puede menos que calificarse de genial.

            Desde este mismo espacio hemos calificado duramente algunas acciones del presidente Vázquez (ver en enfoques: Un error garrafal, Un mamarracho más y van,,,,,,, etc. etc.)

            Pero cuando se deben reconocer los aciertos, la honestidad intelectual que el que escribe trata de cultivar me obliga a felicitar a nuestro presidente.

            Con el festejo político que se auto realizó nuestro galeno presidente logró varias cosas muy importantes. 

            A saber; se restableció directamente como el interlocutor y sin intermediarios con el electorado frentista. Neutralizó y puso en su lugar a los díscolos dentro de su gabinete. Se autogeneró un espacio de maniobra importante para las decisiones importantes que se van a tener que tomar en este país a corto plazo, renovándose a prepo el vale de confianza de la masa frenteamplista. 

            El primer punto es obvio, el hombre se jugó al poder de convocatoria de la coalición y no se equivocó. Pero fue él y sólo él que les habló, y aprovechando la necesidad de sus bases de creer, los hizo volver a creer en él. No tanto en estructuras, ni ideologías; impuso claramente su liderazgo de la coalición. Ni Gargano, ni  Mujica, ni la madre Teresa de Calcuta, el jefe es él; Tabaré Vázquez. 

            En esa misma línea, de ahora  en adelante, sus ministros más independientes y duros de boca deberán medir sus palabras y actitudes porque ayer se demostró claramente que él es el ‘primus inter pares’ y por más que el frente amplio sea una coalición, que sin duda lo es, él define qué estrategias y dirección; es uno solo, mal que les pese, como decía anteriormente, a los ministros que cultivan imagen y/o línea propia. 

            Estableciendo claramente su liderazgo político y con la clara validación de este liderazgo por parte de sus votantes; el presidente ha ganado margen de maniobra. 

            ¿Quién se va a animar a discutir alguna decisión suya después de lo visto el viernes? La política es ‘el arte de lo posible’ y saber cuándo callar y cuándo protestar. Ayer me parece que hasta los más ultra de la coalición de gobierno se dieron cuenta que por ahora, al menos, no es momento de andar paveando con sus ideas neo-fascistas y ultra conservadoras. 

            Yo espero que esta revitalización de su liderazgo y voto de confianza que el presidente se ha generado tan brillantemente lo use bien.

            No hablamos en sentido partidario, sino en sentido de país; de todos los uruguayos, los que lo votaron y los que no. Vázquez, como dijo el que escribe estas líneas en algún otro artículo; puede en estos días generar un punto de inflexión en la historia del país. Si los problemas que enfrentamos se manejan con practicidad, cabeza fría y no en términos ideológicos, este oncólogo podrá pasar a la historia como el Felipe González latino americano. Podrá pasar a la historia como el hombre que unió a su país, lo proyectó al futuro y preparó el terreno para años de prosperidad y felicidad en la pequeña pero milagrosa República Oriental del Uruguay.

Reproducido con autorización del autor