Comienza el año
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Aunque falta todavía la tradicional semana de turismo, santa o criolla es evidente que el país despierta de su letargo veraniego y se encamina al trabajo con las pilas cargadas.
Han pasado las merecidas vacaciones y el pueblo uruguayo vuelve a sus actividades poniendo en marcha todos los engranajes de la máquina productiva.
Como no podía ser de otra manera también la clase política se ha reintegrado a sus actividades dispuestas a gobernar y renovar proyectos y promesas postergadas.
El pueblo uruguayo que ha sentido siempre una pasión incontenible por la política y sus representantes, aguarda con optimismo el año político con la esperanza de ver cristalizar el verdadero “arte de gobernar”.
Es posible sin embargo que para muchos la política siga siendo una tentación, lo que ha contribuido a que la misma haya sufrido un grave deterioro en los últimos años.
Algunos hechos registrados en distintos organismos oficiales involucrando a representantes de la clase política están señalando una situación preocupante que sin embargo no puede generalizarse por casos aislados.
Hace algunos años el Dr. Gregorio Rivero recordaba en una nota periodística a Nietzsche en un trecho de “Así hablaba Zaratustra”: ¡Mirad como trepan estos ágiles monos! Trepan los unos sobre los otros y empujan hacia el fango y el abismo. Todos quieren acercarse al trono en su locura, como si la felicidad estuviera sobre el trono. A menudo el fango está sobre el trono”.
Es evidente que en esta transmutación de valores que vive actualmente la humanidad se acepta que la política sea una tentación y se presente como dominando los valores culturales, sociales y económicos de la sociedad.
Sin embargo esta reflexión no sirve para generalizar al cuadro político que ha tenido y tiene a verdaderos vocacionales en el difícil arte de gobernar un país.
Hace muchos años que las autoridades que manejan la salud en ambos países prometieron en una reunión del Comité de Frontera integrar un Consejo Binacional que atendiera todo lo relacionado con la salud en los puestos y policlínicas uruguayas.
Se bregaba de esta manera por una experiencia fundamental para el desarrollo del área fronteriza en materia asistencial, mediante el intercambio de médicos y enfermeras.
De esta manera se pretendía facilitar el acceso de médicos entre ambos países, para atender en forma, la creciente demanda que se registra en esta ciudad con motivo del crecimiento experimentado en los últimos años.
Consultados sobre el tema algunos médicos locales manifestaron su interés en que se lograra un rápido diligenciamiento de estos acuerdos destacándose sin embargo, que se debían estudiar las posibilidades que ofrece la frontera para revertir un sistema de salud que hasta el momento ha encontrado muchas dificultades.
Sin embargo y pese al apoyo de las autoridades competentes que llegaron a iniciar estudios sobre la problemática fronteriza nada se ha hecho hasta el momento.
Al tratarse de un problema binacional van surgiendo como siempre sucede, los temas relacionados con los recursos humanos y económicos, programas de organización y desarrollo, reglamentación sobre contratación de profesionales, barreras burocráticas y redacción final del Convenio Binacional.
De todas maneras al iniciarse un nuevo año de trabajo (político) surge la posibilidad de que el tema sea encarado nuevamente.
En este sentido se han recibido con moderado optimismo las recientes declaraciones formuladas durante el encuentro de Lula y el presidente Vázquez sobre los verdaderos alcances de la integración.
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