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Argentina, Brasil y el Mercobluff por Raúl Seoane
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Los principales riesgos que a Uruguay y a su economía se le presentan en el futuro están fronteras afuera. La mayor amenaza, según coinciden varios de los más importantes analistas económicos uruguayos, es la "inconsistente política económica argentina" que puede derivar en problemas de mediano plazo.
"En cuanto al futuro de Uruguay, Argentina es un problema", dice el economista Gabriel Oddone, de la consultora CPA/Ferrere. "Tarde o temprano, creo que más tarde de lo que yo pensaba, va a tener que sincerarse y admitir que tiene una política inconsistente en materia económica; su política monetaria no cierra por ningún lado", agrega.
En el mismo sentido se manifestó el economista Javier De Haedo, ex director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) del gobierno uruguayo, quien para referirse a Argentina usa una imagen que no sólo habla de la estrechez de los lazos sino de la dependencia en este punto: "el 'barrio' sin duda, es hoy el mayor riesgo que de cara al futuro enfrente la economía uruguaya", dijo. "Es muy inestable desde el punto de vista de la macroeconomía".
Desde estas mismas páginas lo venimos advirtiendo de mucho tiempo atrás, la economía argentina tiene que hacer un quiebre en determinado momento y sincerarse. Este sinceramiento podrá ser luego de las elecciones presidenciales de octubre próximo, gane o pierda la reelección el Gallotero Kirchner, o no.
Nos satisface que no seamos los únicos en ser agoreros al ver que puede existir otro manijazo como el que ocurrió a principios de siglo cuando el gobierno de Duhalde decidió, presionado por un lobby empresario, una devaluación de su moneda que generó una corrida bancaria en nuestro país.
El problema económico argentino es mucho peor de lo que todos imaginamos, porque las mentiras, arreglos y dibujos de los índices comienzan a ser cosa de todos los días.
Roberto Cachanosky, es la columna semanal de su página web Economía para todos, dice que “en enero de 2006, el presidente anunció, con bombos y platillos, la cancelación total y anticipada de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Al concretarse el pago, el BCRA se quedó con U$S 18.580 millones de dólares. A fines de 2006, el BCRA tenía U$S 32.037 millones. ¿Cómo logró el Gobierno aumentar las reservas del BCRA en U$S 13.457 millones? El superávit fiscal del año pasado sumó unos U$S 3.800 millones, lo que quiere decir que de algún lugar tuvieron que salir los pesos necesarios para comprar los U$S 9.657 millones de diferencia entre el superávit fiscal y el aumento de las reservas. Basta con ver el incremento de la expansión monetaria y del endeudamiento del BCRA para advertir que esa parte tan importante quedó fuera del discurso. A fines de enero de 2006, el BCRA tenía colocados títulos públicos por $ 30.000 millones. Al 16 de febrero de este año, la cifra llega a los $ 52.000 millones. Es decir, más de la mitad de las reservas que tiene el BCRA tienen como contrapartida deuda de corto plazo en pesos, mayormente ajustada por el CER. Es decir, el BCRA emite para comprar dólares y luego retira de circulación parte de los pesos emitidos con más deuda.”
Con respecto a la inflación, Cachanosky asegura que “cuando uno observa cómo está evolucionando la relación circulante/PBI, fácilmente advierte que los pesos en circulación crecen más rápido que la oferta de bienes y servicios. De una relación del 4/5 por ciento en los 90, vemos cómo crece la curva a partir de 2003, hasta alcanzar niveles del 8%. Si la producción de moneda crece más rápido que la de bienes, es obvio que el precio de la moneda se va a deteriorar y la inflación va a hacer estragos en los presupuestos familiares, estragos que pueden disimularse durante un tiempo mediante políticas tipo KGB (aunque el presidente prefiera llamarlas políticas heterodoxas)”, y muestra el siguiente cuadro para respaldar su aseveración.
“Kirchner también aseguró que no va a negociar con el FMI para mostrar la independencia política del país. Lo que no dijo es que, en todo caso, sustituyó la dependencia del FMI por la de Hugo Chávez. El pésimo manejo de la deuda externa hace que hoy la Argentina no pueda colocar deuda en dólares en los mercados internacionales y tenga que recurrir al dictador venezolano para poder vender bonos. El viaje de Chávez a la Argentina para encabezar un acto político contra George W. Bush es una clara intromisión de un presidente extranjero dentro de la política local. Lo que Kirchner no dijo, entonces, es que se sacó de encima al FMI y, al mismo tiempo, les cargó a los argentinos el lastre de un dictador al cual el gobierno le rinde pleitesías a pesar de sus intromisiones en la política interna nacional.”, dice Cachanosky.
Hace un mes, un organismo internacional dependiente del Banco Mundial había advertido al gobierno argentino que era necesario sincerar su economía y que los controles de precios no se podían mantener en el tiempo. Con cajas destempladas y con una soberbia digna de un dictador populista, Néstor Kirchner salió a defender su política económica, pero sabemos que los resultados están a la vista de quién quiera verlos.
También el economista argentino Manuel Solanet en entrevista con el diario La Nación asegura que habrá más intervencionismo por parte del Gobierno argentino, que continuará practicando el populismo y utilizando el gasto público con fines electorales. Con este panorama, el crecimiento se hará difícil, sobre todo, por el consecuente desaliento a la inversión.
Todo hace suponer que el gobierno argentino tiene que sincerar su economía tarde o temprano, la pregunta es cuándo. Un informe de Edición I reproducido por Urgente 24 dice que "El sobrevaluado dólar ya no permite mantener el volumen de las exportaciones, en un escenario global de comercio y precios que ha comenzado a cambiar. ¿Cuál será el mecanismo que elija Néstor Kirchner para recuperar exportaciones (y recaudación fiscal) y, eventualmente, desacelerar pos-elecciones el nivel de consumo doméstico? " Es más que probable que la elección del gobierno sea una devaluación con sobrevaluación del dólar con objetivo de minimizar y bajar lo que se llama el "costo argentino". La consecuencia inmediata serán precios de exportación mucho más baratos que podrían inundar nuestro mercado con productos que, si bien no están subvencionados directamente, sí lo están por la sobrevaloración del dólar en el mercado argentino. (Ver artículo completo)
No es oro todo lo que reluce
Mientras tanto, nuestro otro gran vecino, Brasil, continúa creciendo. Sin embargo, ese crecimiento no es comparable con otros crecimientos latinoamericanos y el Producto Industrial Bruto (PBI) brasilero es uno de los más bajo de América Latina y únicamente supera al PBI de Haití, la nación más pobre del continente.
Es cierto que la economía brasilera crece, pero si comparamos la industrialización con el índice de crecimiento, vemos que un 4.4% anual es muy bajo para el potencial que tiene Brasil.
A pesar de ello, con uno de los PBI más bajo de América Latina y con un crecimiento que no es acorde con su potencial, el gobierno brasilero continúa su expansionismo imperialista aprovechando las necesidades de los empresarios latinoamericanos, comprando empresas locales.
¿Hasta cuándo?, es muy difícil predecirlo, pero ya tenemos la experiencia de fines de los ’90 cuando en forma inconsulta, y sin mediar un previo aviso a sus socios del Mercosur, Brasil devaluó su moneda causando un cimbronazo importante en los países de la zona, lo que llevó a la devaluación argentina, al corralito, al corralón, y a la corrida bancaria en nuestro país, que fue solucionada rápidamente gracias al aporte de 1.500 millones de dólares brindados por un presidente que hoy parte del gabinete de gobierno repudia, George W. Bush.
A su vez, el nuevo socio impuesto por el Gallotero Kirchner, Venezuela, tiene una de las inflaciones más grandes de América, y a pesar del gran ingreso de divisas por exportación de hidrocarburos, la pobreza del pueblo venezolano se incrementa día a día. El retiro de capitales extranjeros y autóctonos continúa acrecentándose y grandes empresas están deteniendo su producción a raíz de los graves inconvenientes que les acarrean las despóticas medidas económicas del mono bolivariano.
Ante este panorama, es muy importante que nuestros gobernantes comprendan que no podemos seguir atados a un Mercobluff totalmente inestable. Con una Argentina que previamente a la visita “componedora” de Lula a nuestro país negoció con los brasileros para no otorgarnos ningún beneficio que pudiera romper las asimetrías existentes y nos permitiera industrializarnos. Con una Argentina que mantiene un conflicto con Uruguay por las inversiones. Con un Brasil que no ejerce su liderazgo y con una Venezuela que incursiona en las decisiones políticas internas de los países, intentando exportar su socialismo comunistoide a todas las comunidades latinoamericanas.
Si continuamos por el camino previamente trazado por los comités de base del Frente Amplio que pregonan “Más y Mejor Mercosur”, nos vamos a encontrar cada vez más sumergidos en la miseria que trasunta desde nuestros propios socios. Es hora de sacar los pies del plato mercobluffero y buscar un camino de crecimiento acorde a los deseos de todos los uruguayos. Aunque parece que algo esté cambiando en el gobierno, y me alientan la declaraciones de la Mesa Política, esperemos que no se vaya en aguas de borraja.
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