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Año III - Nº 185
Uruguay, 09 de junio del 2006
Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
 

 

 

 

Conflicto Dancotex: Parte II
Culebrón bolivariano
en varios actos todos iguales

Recopilado por Alvaro Kröger


La semana pasada escribimos sobre este conflicto absurdo, que no es por reivindicaciones salariales, ni mejoras en la calidad del lugar de trabajo, sino es un conflicto causado porque la patronal de Dancotex quiere mejorar; y si la patronal mejora, mejoran sus empleados.

Aunque este concepto no sea reconocido por los sindicatos, es un hecho absolutamente real, porque al contrario de lo que los sindicalistas piensen y digan, los patrones saben perfectamente bien que un equipo de gente contenta rinde muchísimo más que uno de gente descontenta. Esto parece una perogrullada, pero es lo que los muchachos del PIT-CNT han logrado sacar de la lógica de los obreros: los patrones son unas aves de rapiña, que lo único que les interesa es explotar a los pobres e inocentes empleados.

Sigo convencido que los sindicatos son herramientas efectivas y necesarias cuando los temas que discute el sindicato con los patrones son temas de interés mutuo. Cuando el tema se politiza, se pudre todo.

Y éste es el caso de Dancotex. Primero la fábrica fue ocupada por su sindicato, porque no querían irse a trabajar a Colonia. Lo que me enteré hace pocas horas, y ni el sindicato de Dancotex, ni el Congreso Obrero Textil ni el PIT-CNT, han dicho, es que la propuesta de la patronal fue: el que quiera irse a Colonia va (fueron 120 de los 300 obreros) y los que no quieran o no puedan se les pagaba el despido.
Creo que todo esto está dentro de la ley; tanto la alternativa de continuar voluntariamente en otro lugar como ofrecer el despido a los que por diferentes motivos no quieren ir. El Sr. Soloducho ha aplicado el concepto más puro de la libertad.

Pero quién no aplica el concepto puro de la libertad son los sindicatos. El Sr. Soloducho es totalmente libre de ir a instalar su fábrica a dónde le convenga más; hubo 120 hombres y mujeres que se dieron cuenta de algo tan elemental como la libertad de la patronal.

Cuando el sindicato de Dancotex vió que la venía perdiendo, logró hacer un embargo genérico sobre la maquinaria; lo que los abogados del sindicato no les dijeron o no sabían que un embargo genérico solamente prohíbe la venta de la maquinaria o su traslado al exterior del país, pero mientras esté dentro de territorio nacional, sigue embargada, y sigue siendo propiedad de la patronal.

Cuando alguien los avivó de esto, vinieron los de la pesada del COT, a cuyo frente hay una señora rubia y gorda (hecho que demuestra que no está desnutrida), y con mucho desparpajo dijo a quién quiso escucharla que se desconocería cualquier fallo judicial, que no fuese beneficioso para los intereses de los obreros.

Aquí hay un claro delito de desacato y de incitación a la violencia, ya que además dijo que se iban a oponer por la fuerza al traslado de la maquinaria.

Para reforzar posiciones se metió el PIT-CNT en la ocupación, hecho que no le concierne en lo más mínimo ya que es público y notorio que este conglomerado no es más que una fuerza política de presión al gobierno y no es de ahora, siempre lo fue, incluso se llamaba sólo CNT.

Para el día viernes 2 de junio del 2006 a la hora 9.00 estaba dispuesto judicialmente la entrega de la maquinaria a sus dueños; se hizo presente un actuario del Juzgado para verificar la operación y munido de todos los documentos debidamente firmados por la jueza actuante.

El actuario, frente al clima de extrema animosidad y violencia que se percibía, se comunicó con la jueza para informarle de los hechos; la jueza, en aras de no provocar un enfrentamiento, que luego sería utilizado políticamente, mandó a suspender el procedimiento e hizo la denuncia penal correspondiente.

Y hasta aquí son los hechos visibles. Pero en este tipo de eventos hay más cosas que no se dicen que las que sí se dicen. Es como dice mi mentor periodístico, el gran amigo Raúl Seoane:- "No leas lo que está escrito, lee lo que no está escrito y sí está entre líneas". Sabio consejo el del Sr. Seoane porque siempre lo que está entre líneas es la verdad y lo que está escrito es lo que nos quieren hacer creer.
Lo que está escrito nos induce a creer que los pobres e inocentes obreros son terriblemente explotados por sus patrones y que se ha hecho con ellos una enorme injusticia.

Pero lo que leemos entre líneas es otra cosa muy diferente: el PIT-CNT, el Congreso Obrero Textil y el Sindicato de Dancotex desconocen una órden judicial, y eso es un delito en cualquier biblioteca.

La Constitución de la República y las leyes dicen que una órden judicial se debe acatar. De lo contrario se incurre en el delito de desacato, que es penado severamente. Pero aquí nadie fue al juzgado......el actuario se retiró, y las máquinas siguen en dónde estaban.

¿Que conclusiones sacamos de todo esto? La primera y que rompe los ojos es que hay ciudadanos "más iguales que otros"; la segunda y creo que más peligrosa, es que ejerciendo la violencia se puede desconocer el fallo de uno de los poderes del Estado sin consecuencias al menos momentáneas.

Tercero la inoperancia del Ministerio del Interior para hacer cumplir una órden judicial, porque los que están ocupando son antiguos "cumpas" del Ministro. Entonces la vieja retórica izquierdista en épocas de gobiernos de los partidos tradicionales de que quien tiene padrinos no muere infiel, la están aplicando ellos a mansalva, porque no es éste el primer conflicto en que el Ministerio del Interior ha sido omiso; aquí me he equivocado, no quiero decir "Ministerio del Interior" sino "Ministro del Interior".

Mucho mal le estamos haciendo a la democracia y a la libertad, si dejamos que pisoteen al Poder Judicial; que se desconozcan sus fallos, y que nadie se haga responsable de ello.

Todo esto no es más que una pulseada política dentro del partido de gobierno, que lamentablemente involucra a personas e intereses que no tienen nada que ver con las aspiraciones del PIT-CNT, de ser un organismo de peso político.

Es una subterránea lucha de intereses políticos entre facciones moderadas y realistas que saben que no se puede dar todo aquello que se prometió en la campaña electoral y los "ultras" que siguen pensando que todo se puede hacer con voluntarismo, violencia y amedrentamiento.

Lamentablemente ésta película ya la vimos hace un poco menos de 40 años, y lo triste de la situación que en lugar de tratar de ingresar al tercer milenio pisando fuerte, ésta gente quiere volver al segundo milenio golpeando y amenazando muy fuerte.

En todo el mundo éste tipo de movimientos ya prácticamente no existen, porque se les cayó el referente en el '91. Las realidades de hoy son muchísimo más complejas que el bipolarismo existente entre 1945 y 1991; ahora, fuera de Latinoamérica, la fuerza laboral negocia de igual a igual con el inversor; y negociar quiere decir ceder en algo para conseguir otra cosa. No es "quiero esto y no hay otra solución".

Aquí, los sindicatos piensan que están protegidos por el Poder Ejecutivo y en cierto sentido tienen razón, hasta que el Poder Ejecutivo tenga colmada la paciencia de tener que aguantar conflictos absurdos, demasiado promocionados y que no le hacen bien a la imagen del país y caiga junto al verticalazo un palazo.

Continúe en nuestra sintonía, el mismo día, a la misma hora, que el culebrón bolivariano se va a poner cada vez más interesante, y recién en el último capítulo usted sabrá quién es el padre de la criatura y quién es que trató de envenenar al hacendado con veneno para hormigas (no fue el mayordomo).

 
 
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