Uruguay: Frente Amplio, elecciones presidenciales y "mujiquización"
por Destaque Internacional
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Es difícil creer que el "caosfacético" fenómeno Mujica sea meramente espontáneo; bien podría ser un producto estudiado en "laboratorios psicosociales" de las nuevas izquierdas, con el objetivo de impulsar en el Uruguay un proceso mental de "desconstrucción" colectiva de una nación
1. El próximo domingo 28 de junio, en Uruguay, todos los partidos políticos realizarán elecciones internas para escoger los respectivos candidatos presidenciales de las próximas elecciones nacionales de octubre de 2009, un procedimiento establecido por la reforma constitucional de 1996.
2. Actualmente, el Uruguay está gobernado por una coalición de izquierda denominada Frente Amplio, que en enero de 2005 asumió el gobierno del país por primera vez en la historia, superando el 50% de los votos válidos por un estrecho margen. Influyeron en esa victoria amplias promesas, varias de ellas con tonalidades "centristas", de renovación política, moral y social, de bienestar y de seguridad, que no ha podido cumplir. Con ello, el Frente Amplio se ha ido desgastando políticamente y corre el serio riesgo de perder las elecciones nacionales de octubre, frente al tradicional Partido Nacional y a su posible candidato, el ex presidente Dr. Luis Alberto Lacalle, un centrista con tonalidades conservadoras.
3. En la perspectiva de las próximas elecciones internas, es particularmente interesante estudiar lo que acontece en el interior del gobernante Frente Amplio. El candidato con más posibilidades de triunfo es el senador José Mujica, un ex guerrillero tupamaro, que parece haber dejado atrás las viejas y desacreditadas teorías marxistas-leninistas, partidarias de la violencia, para transformarse en una figura no propiamente multifacética sino literalmente "caosfacética", que se caracteriza por emitir a borbotones las declaraciones y actitudes más contradictorias posibles, condimentadas con dichos populares cual mezcla de Martín Fierro y de Viejo Vizcacha, versión siglo 21, y con abundantes malas palabras e insultos de bajo calón a sus opositores políticos, que son ampliamente reproducidos por la prensa televisada, oral y escrita.
4. Según el analista político y jurista uruguayo Rodolfo Sienra Roosen, la trayectoria política de Mujica es muy pobre. Se estrenó en la justicia penal con un procesamiento por tentativa de rapiña, como si fuera delincuente común, cuando iba en bicicleta con otro colega tupamaro, dicen que a asaltar la empresa textil Sudamtex. Investigaciones históricas, documentadas en libros de reciente aparición como el del periodista Rodolfo Haberkorn, que contribuyen a desmistificar a los Robin Hoods tupamaros, muestran que Mujica desempeñó un papel secundario en la organización guerrillera.
Posteriormente el ex tupamaro se recicló y entró en la política, resultando electo senador. No obstante, de acuerdo con Sienra, no aportó prácticamente nada, a no ser alborotos, gritos e insultos durante las sesiones legislativas. En el actual gobierno fue nombrado ministro de Ganadería y su actuación es considerada por los especialistas como un desastre para el campo y para el país.
Mujica consiguió hacerse conocido gracias a su récord de apariciones mediáticas y a su lenguaje chabacano y ordinario, que, siempre según Sienra, "apedrea a la cultura nacional".
5. El senador Mujica habla dos por tres del "hombre nuevo", pero, como ya se destacó, incurriendo en constantes contradicciones y en ejemplos casi kafkianos. Recientemente, el candidato frenteamplista declaró su admiración por la tribu nómade africana de los Kung San, a quienes colocó como el "ideal" del hombre "que labura dos horas por día", y remató diciendo que esa gente, que en realidad está sumida en el atraso y en la semi-barbarie, "tiene una vida espléndida". A comienzos de 2009, en declaraciones al semanario Búsqueda, el precandidato frenteamplista ya había defendido la tesis de que el Uruguay tenía que ser un país de pobres, aunque en otras ocasiones ha defendido el modelo sueco o el neocelandés. Por respeto a nuestros lectores preferimos no transcribir aquí ejemplos de insultos de bajo calibre que el posible futuro presidente del Uruguay ha empleado contra sus adversarios políticos, inclusive, dentro de su propia coalición frentista.
6. Un aspecto que llama la atención en el fenómeno Mujica, en el cual priman dosis alarmantes de irracionalidad, es que, a juzgar por las pesquisas, hasta el momento cuenta con el apoyo de la mayoría de los frenteamplistas, desplazando a figuras de izquierda consideradas más racionales, como el hasta hace poco ministro de Economía, Dr. Danilo Astori, un profesor universitario que fue decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Uruguay.
7. Lo más preocupante es que, tal como observa el analista político uruguayo Tomás Linn, por un lado "mucha gente compra estos mensajes" irracionales y, por otro lado, cuando sus adversarios, tanto internos del Frente, cuanto externos de otros partidos, lo critican con argumentos sensatos y obvios, esas críticas parecen resbalar y misteriosamente no tienen casi "ningún efecto". Es como si las personas se fueran acostumbrando a oír afirmaciones que "lindan en lo cantinflesco" o que simplemente "no tienen sustento ni rigor" intelectual, comenta Linn.
8. Es difícil creer que el fenómeno Mujica sea meramente espontáneo. Lo más probable es que, a su modo, y con las debidas adaptaciones a la personalidad del precandidato presidencial, sea un producto estudiado en "laboratorios psicosociales" de las nuevas izquierdas, con el objetivo de impulsar en el Uruguay un proceso psicológico y mental de "mujiquización" colectiva, de "desconstrucción" de una nación que se distinguió durante décadas por su alto nivel cultural, intelectual y social. Una nación que mayoritariamente rechazó de plano la antigua ideología marxista-leninista, la cubanización del Uruguay y la violencia tupamara, la cual, según muestran documentados estudios recientes, tuvo una responsabilidad fundamental, decisiva y hasta ahora poco realzada en el posterior quiebre institucional.
9. Dentro de ese panorama preocupante, es interesante la reciente declaración del propio senador Mujica, que no tiene un pelo de tonto, reconociendo que "el Uruguay es conservador" y, que para llegar a la presidencia, tendrá que cuidarse más, porque "pa'mejor se me sale a veces algún disparate". Por ese motivo, acaba de anunciar que hará "una maniobra de entrada lo más posible a la derecha que pueda, tipo Lula cuando llegó", para "no asustar a los buenos burgueses que están por ahí" y no correr el "riesgo de desestabilizar todo de entrada".
10. Las presentes consideraciones no deben ser interpretadas como un ataque personal al senador Mujica, sino como el análisis de un estilo político pos-moderno, pos-revolucionario clásico, desestructurante del punto de vista mental, psicológico y cultural de una nación. Delante del fracaso del comunismo clásico de convencer a los uruguayos por medio de argumentos, se trataría ahora simplemente de desengoznar y caotizar las estructuras psicológicas de un país que el propio Mujica reconoce como "conservador".
11. El tema de la "desconstrucción" y la "reinvención" del hombre y de la sociedad es un contexto adecuado para analizar el fenómeno Mujica en cuanto posible producto de laboratorios sicosociales post-gramscianos. Ese tema de la "desconstrucción" ha sido especialmente abordado por intelectuales de las nuevas izquierdas durante las sucesivas ediciones del Foro Social Mundial realizadas en Porto Alegre, como una salida ante el fracaso estrepitoso del llamado "socialismo real". La prioridad del comunismo clásico estaba en el convencimiento a través de las ideas y en la transformación de las estructuras sociales. Hoy, ante las dificultades encontradas para persuadir a través del raciocinio, el énfasis parece estar en el campo de la "desconstrucción" de las tendencias y de las mentalidades, para apartarlas lo más posible, de una manera casi inadvertida, de los principios de la civilización cristiana.
Destaque Internacional dedicó decenas de artículos a este tema específico, abordado en el Foro Social Mundial, y los ofrece gratuitamente a sus lectores, por la utilidad que pueden tener para comprender la actual realidad uruguaya.
12. Una pregunta final que se impone: en las consideraciones, desconfianzas e hipótesis precedentes, ¿habremos exagerado, hilando demasiado fino o demasiado grueso? Son nuestros lectores, especialmente los uruguayos, quienes tienen la última palabra, que aguardamos con especial interés y con ánimo de sana, constructiva y leal colaboración en favor del futuro de esa pequeña gran nación oriental.
(Fuentes: Brecha, Búsqueda, El País, El Observador y La República, todos de Montevideo)
Editoriales anteriores sobre el Uruguay:
* El Uruguay del Frente: fantasmas de corrupción gubernamental, pobreza y anestesia
* Elecciones uruguayas: 'nueva' izquierda y cordón umbilical
* Uruguay, Cuba y neo-imperialismo de izquierda
Ejemplos de editoriales sobre el Foro Social Mundial:
* Foro Social Brasileño: la meta de "desconstrucción" y "reinvención" del hombre y la sociedad
* Foro Social Mundial: "diversidad", "revolución intersticial" y sueño anárquico
* Foro Social Mundial, "transversalidad" y caos: instrumentos de desconstrucción del pensamiento y de la vida, rumbo a una sociedad comuno-anárquica
Importante: para recibir la versión interactiva final de este Editorial, presione el botón "Responder" de su Outlook y escriba "Mujiquización: versión final".
Últimas actualizaciones con sugerencias y precisiones que hemos recibido desde el 1o de junio: 07 de junio, 12:30h.; 21:50h; 22:55h. (Hasta el momento, pequeñas modificaciones).
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