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Año V Nro. 359 - Uruguay, 09 de octubre del 2009
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En el mes de septiembre de 2002 se aprobó la ley 17.555, denominada de "Reactivación Económica". La norma se sancionaba en momentos en que la economía se paralizaba como consecuencia de la crisis bancaria y de la fiebre aftosa. La ley, votada negativamente por el Frente Amplio, entre otros contenidos abría la posibilidad de que el aeropuerto de Carrasco fuera explotado por privados. Reglamentada la ley, el gobierno del Dr. Batlle dio los pasos necesarios en orden a la aplicación de la ley, llevándose a cabo el proceso que culminó con la subasta de las acciones del aeropuerto de Carrasco. Las diferentes instancias del proceso fueron duramente cuestionadas por el Frente Amplio: interpelaciones, llamados a Comisión, duras acusaciones al presidente Batlle, denuncias penales, entre muchas otras acciones dirigidas a evitar la subasta del aeropuerto. Encabezado por el Presidente Vázquez, el gobierno en pleno asiste a la inauguración del nuevo aeropuerto. Con aquél, sus ministros, legisladores y demás integrantes del Poder Ejecutivo. Ante esa imagen, vuelven a la memoria los hechos de aquellos lejanos 2002 y 2003. Muchos de los ministros que asisten a la ceremonia de inauguración eran legisladores en aquellos años. Otros continúan siendo dirigentes de primera línea. Hacer memoria y recordar lo que se decía entonces es ilustrativo. Por ejemplo, uno decía que se llevaba "al país hacia el destino final del no país, porque si seguimos así no va a quedar nada". Otro, ex ministro y actual senador, afirmaba con convicción que "ahora se va a vender el aeropuerto… en la estrategia de desarticular al país…" Y agregaba, con erudición digna de nota, que "cuando uno analiza a dónde van los presuntos inversionistas a los cuales ellos le quieren facilitar el acceso, no van a producir maíz, sorgo, trigo, carne, leche, ese es un campo que no les interesa, porque corren riesgo… Pero usted, para viajar tiene que ir a un aeropuerto y pagar la tasa de embarque, ir al puerto y pagar una tasa de embarque que se la meten adentro del pasaje, y por las carreteras hay que andar porque si no debe andar por el campo…. No van a la inversión de riesgo capitalista tradicional, van ahí, donde la ganancia es sí o sí. Y a la gente entonces hay que decirle que está siendo saqueada". En el mismo sentido, y también un actual senador decía que el gobierno entregó el aeropuerto a "mafias corruptas". De igual modo, un legislador frentista -muy cercano a Mujica- entendía que la concesionaria no podría "venderle ni caramelos a una dependencia" pública; que los interesados en subastar las empresas del Estado iban "prendidos" en las concesiones para obtener dinero para sus campañas, y que "la subasta llevó la prostitución del gobierno". No podemos dejar de preguntarnos qué cara pondrán cuando ingresen a las nuevas instalaciones del aeropuerto y saluden a los concesionarios. ¿Seguirá pensando el ministro de Transporte lo mismo que cuando era diputado? ¿Se acordará de que decía que "se entregaba una parte estratégica y muy importante de la soberanía nacional"? ¿Se estarán cumpliendo las profecías sobre corrupción y pedido de apoyo para las campañas? Otra triste demostración del doble discurso y de cómo los dirigentes del Frente Amplio se visten con ropa ajena. "Los ministros y legisladores que van a inaugurar el nuevo aeropuerto, votaron en contra y bombardearon la idea". © Gustavo Penadés
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