El gatopardismo en la política de Obama
por Paula Rodríguez Almaraz
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El término gatopardismo deviene de la novela “Il gatopardo” de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (llevada al cine por Luchino Visconti en 1963) y el mismo es utilizado en ciencias políticas para indicar que se “cambia algo para no cambiar nada”.
Cabe puntualizar que si recordamos la intensa campaña presidencial del ahora presidente Barack Obama donde se llamaba urbi et orbi a un cambio y a “reparar al mundo” (como expresaba el spot “Yes, we can”), y si a continuación observamos los primeros 8 meses del ejercicio de su presidencia, no se puede llegar a otra la conclusión que lo que está aconteciendo en los Estados Unidos y especialmente a lo referente en su política internacional es gatopardismo puro.
Ya desde la confección de su gabinete se detectaban indicios que ciertos aspectos fundamentales de la política norteamericana serían inmodificables. La continuidad del Secretario de Defensa del ex presidente George W. Bush en el cargo, es un claro ejemplo que los Estados Unidos son un país de políticas de Estado. Por consiguiente, no ejecutará cambios radicales en su estrategia a largo plazo.
No obstante, muchos podrán objetar que desde la asunción de Obama, los Estados Unidos han comenzado a dejar de lado el unilateralismo por una política exterior multilateral y condescendiente con aquellos estados pertenecientes a la periferia. En este sentido, los defensores del señor Obama traerían a colación gestos como la suavización del embargo contra Cuba (más allá que recientemente se haya renovado), el cierre de la prisión de Guantánamo, la parcial nacionalización de bancos a raíz de la peor crisis que azotó a los Estados Unidos y al mundo desde 1929 o el comienzo de la retirada de las tropas de Irak.
En este sentido, los primeros dos “gestos”, que parecían ser el preludio de una nueva era, jamás dejaron de constituir simples gestos que apuntaban exclusivamente a lograr una cambio en la imagen que el mundo percibía de los Estados Unidos. Por otra parte, el hecho de que se hayan nacionalizado (aunque no totalmente) algunos bancos es un argumento fácil de refutar. ¿Acaso justamente el capitalismo no trata de sociabilizar las pérdidas y de privatizar los beneficios? Por eso mismo, es fundamental enfatizar que fueron los contribuyentes quienes se hicieron cargo de la crisis, mientras no se ha logrado ningún cambio significativo en un nuevo tipo de regulación financiera. Por último, para concluir con la última de las supuestas señales de cambio antes mencionadas, se debe aclarar que si bien se espera para el 2010 concluir con la retirada definitiva de las tropas en Irak, eso no significa que cesaría la intervención en Medio Oriente. Muestra de ello, es la creciente presencia estadounidense en Afganistán, país que comparte frontera nada menos que con Irán y Pakistán y cuya ocupación actualmente responde más adecuadamente a los intereses geopolíticos de los Estados Unidos.
"El american way of life, un paradigma in cambiante"
Sin embargo, el cambio más necesario y fundamental que no se dio hasta ahora fue en el mismo principio fundacional del “American Way of Life”. Será porque al decir del filósofo francés Alain de Benoist, que en su teoría sobre el decrecimiento explica que “no puede haber crecimiento económico (o demográfico) infinito dentro de un espacio finito con reservas naturales limitadas”. ¿Mantener los altos índices deficitarios y la emisión desmesurada de moneda para mantener los niveles de consumo no es una condición sine qua non para que no haya ningún cambio en la sociedad actual, para que se perpetúe la mercantilización del mundo donde reina la cantidad?
Más allá de la retórica del señor Obama y de las expectativas que se generaron en torno a su persona, será un cambio de cosmovisión (inspirada en la concepción aristotélica de “vida buena” donde impera la contemplación sobre la acción), y no meras políticas a corto plazo lo que realmente producirá un cambio del paradigma imperante. Como diría el moralista padre de la etología y autor del libro “Los siete pecados capitales de la civilización” Konrad Lorenz: “La humanidad es, hasta el momento, un todo funcional que está completamente perdido en busca de su camino.”
© Paula Rodríguez Almaraz para Informe Uruguay
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