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Año V Nro. 346 - Uruguay, 10 de julio del 2009
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Faltó fraternidad, compañerismo, cariño o simplemente amistad cuando Mujica anunció que pese a no haber aceptado ninguna de sus condiciones ( no lo dijo, pero se supo) Astori iba a ser su segundón. Con un Brovetto mirando hacia el techo o las moscas que volaban, sólo se dieron un frío abrazo a pedido del (escaso) público presente. ¿Dónde quedó el compañerismo frentista? ¿Dónde está la lucha común por una sociedad más justa y mejor? Se conoció que Astori aspiraba a dirigir los bancos estatales, lo que además del ministerio de economía que hace mucho que le ha sido otorgado (siempre en caso de ganar, lo que es al menos dudoso) lo convertiría en el amo de todo lo económico, es decir, en el verdadero Presidente. Mujica, que de bobo no tiene un pelo, sabiendo que lo tenía apretado porque estaba Daniel Martínez esperando en la puerta si no aceptaba, se quedó con esos resortes para el emepepe. Las caras reflejaban la bronca que hay en sus seguidores. Ya de entrada lo borraron a Valenti, que pasó a la categoría de comentarista requerido por varios medios, pero ya no más asesor de nadie. Y los astoristas piensan que el candidato “groncho” los va a dejar muy pegados en más de una oportunidad, pero “es lo que hay”. Dicen los encuestadores (todos o casi todos frentistas) que el Frente no puede ser derrotado en primera vuelta. Sin embargo miles de votantes colorados e independientes, que no figuran en ninguna lista y por tanto no ambicionan ser diputados o senadores, se están preparando para darles una sorpresa. © Raúl Seoane para Informe Uruguay
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