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Para Wilson Elso, para Andrés
por Dr. Francisco Gallinal
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En medio de la euforia por los resultados electorales obtenidos el domingo 28 de junio, recibimos la muy triste noticia del fallecimiento de nuestro querido compañero y amigo Wilson Elso Goñi ocurrido el miércoles 1º de julio. A los setenta años, un fulminante ataque al corazón terminó con su vida.
Fueron siete décadas vividas muy intensamente, al punto tal que comenzó en la política como secretario de Chicotazo en 1958, con apenas 19 años. Diputado en el segundo gobierno blanco de 1962 cargó que no pudo asumir desde el arranque porque todavía no tenía los 25 años de edad que entonces exigía la Constitución de la República. Intendente Municipal de Treinta y Tres por dos períodos, Senador de la República, Ministro de Transporte y Obras Públicas, Presidente de O.S.E., integrante del Directorio del Partido Nacional, Wilson Elso se destacó en el ejercicio de todas esas responsabilidades por su lucidez, contracción y dedicación al trabajo.
Figura destacada del “Ruralismo”, ocupó un lugar de privilegio por mucho tiempo en el Movimiento Nacional de Rocha y los últimos años de su vida nos hizo el altísimo honor de integrarse a nuestra Correntada Wilsonista, siendo un facto fundamental en la decisión adoptada por el Congreso de nuestro Movimiento de respaldar la candidatura de Luis Alberto Lacalle en las elecciones internas, y en la creación de Unidad Nacional.
Carismático, buen amigo, simpático, siempre de buen humor, muy buen padre de familia, son algunos de los atributos más destacados de su personalidad, y quienes lo conocieron saben que no estamos exagerando un ápice en ésta sencilla semblanza que hoy queremos llevar a todos nuestros amables lectores.
Quienes tenemos Fe, como la tenía Wilson Elso, sentimos que Dios creyó que estaba cumplida su misión en la tierra. Le tocó cargar una mochila muy pesada en los últimos meses. Un año atrás falleció súbitamente su único hijo varón de 20 años; hace pocos meses, se le despertó una cruel enfermedad que enfrentó con un coraje y una entereza que pusieron de manifiesto su enorme fortaleza espiritual. La elección interna lo sorprende en pleno tratamiento y a pesar de eso sacó su lista, y en los últimos tres días recorrió todo el departamento de Treinta y Tres, disfrutando ésta vocación que abrazó desde siempre.
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Conoció de la brillante votación del Partido Nacional, disfrutó de la conformación de la fórmula, compartió con todos nosotros comentarios, alegrías y conclusiones de la jornada del 28, se alegró enormemente por la brillante votación de la “Agrupación Manuel Oribe” en Florida, tiró algunos razonamientos mirando hacia octubre y se fue. Después de haber sido protagonista de hermosas páginas de la historia de nuestro Partido Nacional.
Nos va a hacer mucha falta; si lo sabremos que sentimos la ausencia de otro grande, de Andrés Arocena, todos estos meses. Pero también es verdad que hoy estamos cosechando la riquísima siembra que ellos realizaron. Que tuvimos la enorme oportunidad de compartir la vida con estos dos Señores, Caballeros, que nos ayudaron a crecer, y que a la luz de su recuerdo podemos hoy, más que nunca, gritar a los cuatro vientos llenos de orgullo y de emoción:
¡Viva el Partido Nacional!
© Dr. Francisco Gallinal para Informe Uruguay
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