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Sobre asuntos que no podemos desconocer
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por Alvaro Kröger |
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Investigadores de Alemania divulgaron que habían cambiado el ADN a bacterias que causan enfermedades para infectar una especie que normalmente no lo hace , un avance de doble filo que los expertos dijeron podría profundizar el entendimiento científico de las enfermedades humanas, pero también podría apurar el desarrollo de nuevos agentes de bioterrorismo.
El cambio a infeccioso, el primero de su clase alguna vez realizado, no plantea ninguna amenaza directa a la salud humana, ya que la bacteria causa una enfermedad humana: la enfermedad causada por contaminación alimenticia llamada listeriosis.
El cambio de ADN permite a la bacteria enfermar ratones, una especie que no tiene ninguna capacidad natural para infectar. De todos modos el trabajo tiene implicaciones de bioseguridad porque, en teoría, podría ser aplicado al revés, dotando a una bacteria que causa una enfermedad seria a animales con una capacidad sin precedentes de enfermar humanos.
También inquietante es que los redactores de la publicación científica Célula no buscaron el consejo sobre si la publicación del estudio alemán plantearía una amenaza de bioseguridad. Aunque en este caso hay acuerdo general que el estudio habría sido plenamente aceptado, varias organizaciones de seguridad occidentales han pedido revisiones cuando " el empleo dual " de avances microbiológicos sean sometidos a estudio para su publicación.
Lo que esto realmente indica es la dificultad de tratar con todas estas publicaciones científicas dijo el Instituto de Ciencias Genome de la Escuela de Medicina de la Universidad del Maryland, que ha participado en el desarrollo de normas para la publicación de tales investigaciones. Es difícil que los científicos levanten las directrices, que son absolutas. Esto es también un recordatorio, que directrices y protocolos de seguridad harán poco a no ser que todos los científicos del mundo los cumplan.
Aparte de tales preocupaciones, la comunidad científica dijo que el nuevo trabajo es un logro notable en la biofísica de proteínas, un campo que madura rápidamente y que revela cómo las proteínas actúan recíprocamente entre ellas en escala atómica.
Estudios del Centro Helmholtz de Investigaciónes de Enfermedades Infecciosas Humanas en Braunschweig, apuntaban a que una proteína particular sobre la superficie de la bacteria Lysteria monocytogenes es crucial para aumentar su capacidad de infectar células humanas intestinales.
La bacteria, que a veces contamina los quesos y otros productos de alimentación, causa una enfermedad parecida a una gripe que mata a aproximadamente 2500 personas cada año y sobre todo se teme por las mujeres embarazadas porque puede matar al feto.
Se habían estudiado en células humanas intestinales los detalles estructurales de la proteína que sirve como receptor, para la bacteria y su proteína superficial durante el proceso de infección. Se conocían los caminos por los cuales la versión animal de aquella proteína se diferencia ligeramente de la versión humana, que explica la inhabilidad de la bacteria de infectar ratones.
Basados en el conocimiento sobre cómo proteínas cargadas de manera diferente actúan recíprocamente la una con la otra, los investigadores predijeron que la proteína de la listeria colocaría razonablemente bien en el receptor intestinal de ratones si ellos pudiesen cambiar solamente dos de los aminoácidos de la proteína bacteriana, que son los componentes básicos de las proteínas.
Cambiaron el código de ADN de la listeria de modo que la bacteria comenzara a hacer proteínas superficiales que contienen los dos aminoácidos sustitutos. Aquellos aminoácidos se diferencian de los originales por solamente ocho átomos (más unos átomos de hidrógeno).Pero el cambio minúsculo hizo una enorme diferencia. Cuando los investigadores alimentaron la bacteria modificada a ratones, los animales se enfermaron de listeriosis. Esta es capaz de entrar en el torrente sanguíneo y su réplica infecta al ratón.
Los investigadores han aprovechado mutaciones que ocurren naturalmente para conseguir que las bacterias infecten la especie que normalmente no infectarían. Pero esto es la primera vez que alguien deliberadamente ha diseñado la afinidad de una bacteria para la especie específica.
El trabajo realiza un objetivo de muchos años de ser capaz de estudiar como la listeria ejecuta su estrago biomédico - no en un paciente, pero sí en un animal fácilmente manejable de laboratorio. El equipo alemán ya está aprendiendo los detalles sobre cómo la bacteria se extiende a órganos como el hígado, información que podría conducir a mejores tratamientos.
El Centro Nacional Estatal para la prevención de desastres de la Universidad de Columbia, elogió el trabajo. “Para ser capaz de estudiar como una enfermedad progresa... usted tiene que tener un buen modelo." Pero el Centro Nacional tiene la preocupación sobre como la tecnología podría ser usada. “Si esto fuera una enfermedad de ratones tramada para infectar gente, sería una historia diferente ".
Repitiendo las recomendaciones de las Academias Nacionales, el Consejo Consultivo para Bioseguridad, aparte de los Institutos Nacionales de Salud , ha pedido se encarara de revisión antes de la publicación de investigaciones que muestran cómo cambiar de anfitrión.
Hasta el momento no se ha detectado ninguna mutación inducida bacteriana, sí se han detectado dos mutaciones espontáneas o naturales virales: las dos en el virus H5N1 o fiebre aviar. Una en 1918, llamada "Fiebre Española", que mató a 50 millones de personas en menos de 90 días. Las circunstancias, en ese momento, eran las ideales para la dispersión de la enfermedad: millones de hombres, mujeres y niños, mal alimentados, enfermos y la mayoría débiles al sufrir la 1ª Guerra Mundial sucumbieron a éste contagio. Para ejemplificar las consecuencias de una pandemia baste decir que en USA (a miles de kilómetros del frente de batalla) hubo graves problemas de suministro de ataúdes, al punto en que se decidió enterrar a las víctimas en fosas comunes tal cómo venían.
El otro brote es más cercano y fue en 1997 en Singapur. Allí comenzó con la muerte de un niño, aparentemente con gripe común, pero con síntomas un poco diferentes, lo que llevó a las autoridades sanitarias a consultar con el Centro Mundial de Prevención de Enfermedades Contagiosas de Atlanta (USA). Los virólogos del Centro encontraron que las muestras tomadas del niño coincidían con las muestras guardadas de la "fiebre española" de 1918; ese hecho prendió las alarmas sanitarias del mundo. Se trató de confinar el foco en Singapur pero no se pudo ya que el vector de contagio eran las aves acuáticas salvajes. En sus migraciones éstas aves empezaron a dispersar la enfermedad. Fue la primera vez que un virus mutó y se transformó en uno de contagio interracial. Pero ésa fue la primera mutación; la segunda fue mucho más dramática: la segunda mutación llevó al virus a poder hacer una infección inter-específica, es decir, pudo infectar a mamíferos.
Las infecciones inter-específicas no se habían detectado nunca hasta el 2003. En ese año apareció la primera víctima en Tailandia. El sudeste asiático es una zona particularmente propicia para la variedad mutante del H5N1: la migración anual de las aves acuáticas desde Mongolia y el hacinamiento, la falta de sanidad, la sub-alimentación de los pobladores de la zona hacen de ésta el lugar ideal.
Las consecuencias de una pandemia son bien conocidas por todos los gobiernos del mundo y son la pesadilla de los servicios de sanidad y los de inteligencia. Si bien existe una vacuna para ésta enfermedad sólo hay existencias para 450 millones de personas, poco más de la población americana. De desencadenarse una pandemia ( y no es nada especulativo), se pondrá a los servicios de sanidad frente a un dilema ético: ¿a quién se le suministra la vacuna?. Si se suministra a algunos o a nadie habrán duros levantamientos civiles, primero ley marcial y luego toque de queda. El lado positivo es que de ocurrir, morirá sólo el 20% de los infectados, el 80% restante será inmune a ésta cepa mutada, pero no a una casi cierta cepa que vendrá en la segunda oleada del ataque, con el virus ya mutado.
Se explica ésta velocidad de mutación por el hecho de que la cadena de ADN es muy inestable y está cambiando constantemente. Cuando muta a una cepa tolerada por el hombre pasa desapercibida, pero puede mutar a una no tolerada; sólo es cuestión de tiempo.
Lo irónico de ésta situación es que el virus en sí no mata a la gente, quien mata a la gente es la respuesta inmunológica del sistema de defensas. Se podría suprimir temporalmente el sistema inmunológico y poner a los contagiados en ambientes estériles. Este tratamiento sí que sería para poquísimas personas.
Una de las mejores herramientas para combatir la pandemia que vendrá, porque tarde o temprano la sufriremos, es la información. Si se logra una amplia difusión de los síntomas y la concientización de que hay que informar inmediatamente a los sistemas sanitarios, se podrá controlar la pandemia. De ésta forma se puede aislar el foco, ponerlo en cuarentena y darle tiempo a la industria para que produzca las vacunas para la mayor cantidad de gente posible. La fabricación de las vacunas lleva entre 6 y 9 meses, así que es muy importante aislar el foco.
En éste momento y dadas las circunstancias una pandemia de éste o cualquier otro agente contagioso, se puede llevar entre 1300 a 1500 millones de personas en menos de 6 meses.
Viendo éste panorama, los servicios de inteligencia tienen dos preocupaciones: la más angustiante es que el terrorismo internacional decida utilizar armas biológicas. Un ataque a las 5 o 6 ciudades más importantes desencadenaría una pandemia de proporciones bíblicas. La segunda y no menos importante es que ocurra una mutación espontánea o natural, se desencadene una pandemia y los servicios de sanidad se vean desbordados lo que tendrá como consecuencia gravísimos desórdenes civiles. En éste caso seguramente habrá gente que capitalice la situación.
Desconocer o ignorar un peligro latente no es inocencia, es criminal.
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