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Apenas un parche
por Dr. Francisco Gallinal
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El gobierno no puede decir que no le dimos la voz de alerta en varias oportunidades. Desde el parlamento, a través de los medios de difusión, con editoriales escritos en este mismo periódico, y a través de pronunciamientos del Directorio del Partido Nacional. En todos los idiomas, en todas las formas posibles, una y otra vez advertimos que el Poder Ejecutivo, que tiene la iniciativa exclusiva en la materia, debía enviar al Legislativo un proyecto de ley para comenzar a solucionar la crisis de la Caja Bancaria porque de otra forma íbamos a terminar apagando un incendio, en vez de aportar una solución.
Hace una semana llegó el proyecto a la Cámara de Diputados; hoy el gobierno pretende apurarlo señalando que restan apenas 18 días para el vencimiento del plazo para su aprobación, como forma de ocultar que en realidad, lo que pasó, es que perdieron 43 meses, los 43 que van de gobierno del Frente Amplio. Como además el gobierno está cerrado en si mismo, y no escucha a nadie, no hay muchas posibilidades de cambiar, de mejorar la iniciativa.
En consecuencia queremos adelantarle a la ciudadanía que, entre dejar que la Caja quiebre y por ende, no pague sus jubilaciones, o facilitarle el cumplimiento de sus obligaciones a través de un instrumento precario, nos quedamos con esto último y, con objeciones, precisiones y observaciones, lo vamos a votar. Lo vamos a votar en general pero vamos a votar en contra, algunos artículos que son claramente inconvenientes.
Queremos que sepan nuestros lectores que el proyecto del gobierno para la Caja Bancaria no es más que un parche, que podrá durar – como máximo – unos diez años pero que no soluciona definitivamente el problema. No le da estabilidad definitiva a la Institución, y no ataca las raíces del problema.
Es absolutamente injusta, y a nuestro juicio ilegítima e inocua, la incorporación compulsiva de los empleados de las Cooperativas de Ahorro y Crédito, y Transportadoras de Caudales a la Caja Bancaria. Primero porque los excluye del régimen de AFAP al que pertenecen, y segundo porque los incluye en la azarosa vida que le tocará a la Caja Bancaria.
Creemos también que es muy dura para con los actuales pasivos; los jubilados de ésta Institución que hoy son los únicos en este país que además de IRPF (léase IASS) también paga el antiguo IRP, ahora van a tener que soportar un nuevo impuesto con vigencia a partir del 2009 y 2010, por un valor del 2% adicional cada uno. Y además le mienten diciéndoles que en cuatro o cinco años no lo pagan más. El costo más alto que significa la aprobación del nuevo proyecto, corre por cuenta de los pasivos.
En fin, ya vamos a tener oportunidad de profundizar más en el tema. Pero lo cierto es que el gobierno se dejó estar, como en tantos otros temas; que ahora pone un parche a la situación para sacárselo de encima porque se viene el año electoral, y que vuelven a pagar los que pagan siempre. La gente, los jubilados, son las primeras víctimas una vez más. Nosotros, que siempre hicimos sonar nuestra voz por ésta causa, vamos a intentar modificar el proyecto en su pasaje por la Cámara de Senadores. Mucho nos tememos que no nos van a escuchar; aún así, no nos vamos a callar.
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