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Zapatero y la memoria historica
por José Luis Mínguez-Goyanes
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La guerra civil española terminó hace setenta años, sin embargo Zapatero se empeña en hacerle pagar esa factura a las generaciones actuales, e impone la idea de una supuesta culpa colectiva.
El proyecto de ley de la llamada memoria histórica está ya en su recta final. Zapatero quiere que la ley entre en vigor cuanto antes, quizá porque piensa que va a culminar toda una época. Y quizá sea así. Se trata de un texto rancio que va a abrir viejas heridas y no se basa en ese "espíritu fundacional de concordia" de nuestra democracia como dice la exposición de motivos de este texto. Es dudoso que con esta ley vaya a haber más reconciliación entre los dos bandos de la guerra civil, entre otras cosas porque ya no existen. Cualquier parecido de las fuerzas políticas de aquellos tiempos con los partidos políticos de la actualidad es pura coincidencia. Es curioso que a estas alturas aún tengamos que estar hablando de "reconciliación", cuando han pasado setenta años del inicio de la guerra civil. Y eso si admitimos la periodicidad que abarca el grueso de esta ley, es decir la guerra civil y el franquismo. Puestos a mirar hacia atrás podríamos también exigir responsabilidades, y encontrar los restos, de los que murieron en las guerras de África, o en Cuba y Filipinas, o en las guerras carlistas sin ir más lejos. ¿Por qué Zapatero habla sólo de la guerra civil y el franquismo, y no dice nada de los que fueron asesinados durante la Segunda República?
La guerra terminó hace casi setenta años y murieron hace mucho tiempo sus principales actores. Pero Zapatero quiere hacer pagar esta factura a la generación actual, que no tiene nada que ver con aquellos sucesos. Y hablando de pagar ¿sabe alguien lo que va a costar la ejecución de esta ley? Seguro que Zapatero no lo sabe, dentro de la frivolidad a la que nos tiene acostumbrados. Zapatero está empeñado en hacer cargar a las generaciones actuales con la losa de una supuesta culpa colectiva, como si estuviéramos aún en el verano de 1936. Ya saben, los milicianos en las calles, los falangistas sublevados y todo eso. Aquella España de botijo y alpargata no tiene nada que ver, afortunadamente, con la de hoy.
Hay muchos párrafos de este proyecto de ley que no tienen desperdicio. Por ejemplo el artículo 3º que dice que para conceder la llamada "Declaración de reparación y reconocimiento personal" en todos los casos será "necesario que los comportamientos en su día enjuiciados o sancionados resulten conformes a los principios y valores constitucionales hoy vigentes". ¿Alguien sabe como se puede dilucidar esto hoy? O la ampliación de las prestaciones reconocidas por la Ley 5/1979 de compensaciones a los familiares de los fallecidos durante la guerra, en la que se va a incluir las "heridas, enfermedad o lesión accidental originadas como consecuencia de la guerra". ¿Alguien sabe cuales son las enfermedades originadas por una guerra civil? ¿Y que se entiende por lesión accidental producida a causa de la guerra? Y esto por no mencionar el follón monumental que se puede montar con los restos de los que fueron asesinados y enterrados anónimamente durante la guerra. El texto dice que cuando estos restos sean trasladados el coste del entierro correrá a cargo de los solicitantes, o sea los descendientes del difunto, que no sólo tendrán que pagar el entierro de su familiar asesinado sino también el de los restos que no fuesen reclamados. Todo un despropósito.
En fin, si queremos hacer un ejercicio de memoria histórica hagámoslo de otra manera para no caer en el uso partidista de la historia.
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