Año III - Nº 117 - Uruguay, 11 de febrero del 2005

 

 

 

 

CLUB DE LEONES DE TREINTA Y TRES
HOMENAJE A "PEPITO"

 

Un monolito erigido en la plazoleta ubicada en bulevar Aparicio Saravia y avenida Valentín Olivera de la capital olimareña, perpetuará la memoria de José D´Alessandro Ruiz (Pepe), uno de los primeros pobladores y de los principales promotores del balneario La Barra.

Culminan de esta manera las gestiones del Club de Leones Treinta y Tres, presidido por Rúben Darío Lago, y que contaron desde el primer momento con al apoyo del Intendente olimareño Wilson Elso Goñi.

Se hace justicia de esta manera con la relevante personalidad de quien fuera uno de los primeros pobladores de este balneario, convirtiéndose en la figura representativa de las comisiones vecinales que comenzaban a luchar por diferentes conquistas.

Desde que llegó a la zona se ganó el afecto de los pocos vecinos por su espíritu solidario, su mano extendida y los sentimientos de amistad, sinceridad y cordialidad que puso siempre de manifiesto.

En esta evocación queremos recordar a todos los olimareños que contribuyeron con su esfuerzo al desarrollo del balneario.

Con la llegada de "Pepito" se abolió la tristeza y se liberó el humor entre los pocos vecinos que comenzaban a darle forma al barrio de los olimareños en las proximidades del arroyo Chuy.

Fue allí en aquel triangulo de arena que la naturaleza formó para siempre con el atlántico y el arroyo Chuy, donde fueron surgiendo las primeras comisiones cuyas gestiones nos fueron trayendo la luz, el agua y las comunicaciones.

Una semblanza realizada por Ademar Hernández integrante del club de Leones de Treinta y Tres nos permite conocer mejor la personalidad del homenajeado.

"De "Pepe" D´Alessandro podemos llenar carillas y carillas de papel y nos quedarían muchas cosas por decir de este querido personaje, auténtico representante de nuestra sociedad olimareña y verdadero Ministro de Relaciones y Embajador del departamento.

Pepe o "Pepito" como acostumbrábamos a llamarlo cariñosamente, era un hombre de espíritu jovial, carismático, condición natural ganada en base a su proverbial simpatía volcada con singular bohemia que lo hacía irresistible al cariño de todos.

Su sola presencia irradiaba permanente alegría, con sus cuentos, dichos y bromas que aquél que lo conocía por primera vez podría formarse una ligera impresión equivocada sobre la personalidad seria y responsable de ese hombre, que a poco de profundizar iría redescubriendo otras facetas de gran contenido humano, valorando la calidad y don de gente existente en él. "Pepe" profesaba una amistad abierta y sana, yendo a ella sin esperas ni prejuicios, con igual medida para todos, sin pensar en ventajas recíprocas.

A todo ello, se agregan otras virtudes que definen sustancialmente la calidad humana, más de las veces disimulada en aquel portafolio tipo sobre, donde guardaba innumerables gestiones ante poderes públicos y privados que surgían de pedidos que le hacían instituciones sociales del medio, más aquellas de amigos, simples conocidos y hasta desconocidos que recurrían a su solidaridad. Portafolio éste, que decía lo utilizaba para disimular un problema de articulación en sus brazos a causa de un accidente laboral.

Su relacionamiento y fluidez para constatarse indistintamente en cualquier medio de los círculos sociales, políticos o religiosos lo hacían un permanente referente de las necesidades del pueblo y un vínculo más que seguro para trasmitir los planteamientos de esas necesidades, depositando en él la esperanza de mucha gente, confiada en la "gauchada" servicial de este hombre.

Su dinamismo, sus inquietudes y su preocupación por lo mejor para Treinta y Tres, lo ponían a la vanguardia de toda iniciativa o movilización participando activamente al grado de influir en el ánimo de los demás.

Esta condición lo llevó a integrar diversas comisiones e instituciones sociales, desarrollando una proficua actividad en el plano cultural, deportivo, de servicios y recreativo en beneficio de la población en general.

A través de su querido Club de Leones de Treinta y Tres ocupando cargos de relevancia o como simple León, fue siempre un baluarte para la institución, donde entregó toda su experiencia y dotes humanas en beneficio de la sociedad, fundamentalmente de los más necesitados.

Como ciudadano no podía estar indiferente a la participación política partidaria conocida por todos su militancia dentro del Partido Colorado, causa que lo llevó con orgullo, pero que no óbice para ser considerado por igual, sin más razón que la amistad o el fin solidario.

En lo deportivo, fuera de integrar como dirigente en instituciones de todos los géneros fue en su juventud de atleta basquetbolista y bochófilo mientras en lo cultural no se limitó solamente al apoyo directivo sino que fue actor de teatro, cantor de tangos, gran bailarín, corista etc.

Entre muchas cosas debemos recordar que "Pepe" fue gestor del balneario Barra del Chuy, posibilitando a la región y a Treinta y Tres en particular el contar con la cercanía de una playa oceánica, como también lo fue desde Maldonado en pleno desarrollo de Punta del Este, un referente imprescindible para muchísimos olimareños que emigraban en busca de trabajo, siendo "Pepe" el guía y hasta el padre de tantos jóvenes que se largaban a la aventura en busca de un futuro mejor."

Finalizando esta reseña Ademar Hernández señalaba que el popular "Pepe" D´Alessandro era el hombre alegre, divertido y servicial; aquel de la sonrisa a flor de labios y el saludo cordial, que además tenía la facilidad de emocionarse hasta las lagrimas.

Resumiendo diríamos que su obra fue un continuo presente en la acción de servicio. Su dimensión un ejemplo de voluntad y humildad que estará eternamente presente en quienes tuvieron la suerte de conocerlo. Cabe señalar finalmente que "Pepito" nació en Treinta y Tres el 2 de octubre del año 1920 y falleció el 27 de agosto del 2000.