Año III - Nº 121 - Uruguay, 11 de marzo del 2005

 

 

 

 

ENTRE ESPERANZADO Y PREOCUPADO
por Alvaro Kröger

Quien haya leído algunos de los artículos que he mandado al Semanario, no le llamará la atención de que soy un acérrimo enemigo del Estado macrocefálico que tenemos.

El nuevo Gobierno ha aumentado la macrocefalía creando un nuevo Ministerio y algunos otros organismos de control, que si bien no me parece mal, ya existen.

El problema del Uruguay no pasa por dar alimentos ni dinero a los que están bajo la franja de pobreza; el problema pasa por crear fuentes de trabajo, y estas fuentes de trabajo sólo se crearán si se asegura a los inversores extranjeros una estabilidad económica y sobre todo social.

El Estado tiene como función principal el control de las acciones de sus habitantes, la educación, la salud, y la paz interna y externa. Nada más.

Lo demás que lo dejen en manos privadas, que seguramente andarán mejor las cosas. Es obvio que habrá muchísimos que digan que los privados somos unos malandras, que lo único que nos mueve es el afán de lucro.

Y es verdad una empresa privada tiene como motor el lucro, sin no se cierra; en cuanto a que somos unos malandras desalmados, no puedo decir que no haya alguno, pero la inmensa mayoría cuida su gente muy bien ya que ha invertido mucho tiempo y dinero en capacitación. Es práctica generalizada que los aumentos de sueldo o mejoras laborales se discutan entre trabajadores y empresarios cara a cara, sin intervención alguna del Estado.

Es procupante por ejemplo que el nuevo Ministro de Agricultura haya declarado en Paysandú que se iba a comenzar nuevamente a trebajar con El Espinillar. Esta empresa se cerró por tener siempre los números en rojo. Y vamos a darle oxígeno para que los número sigan en rojo?. Es comprensible la procupación del Ministro sobre las fuentes de trabajo en el Norte, pero pongamos un poco de imaginación y no pongamos al El Espinillar a trabajar, sino que toda esa mano de obra calificada puede hacer, por ejemplo, cooperativas como Greenfrozen.

Otro tema preocupante son los acuerdos energéticos. No son los acuerdos energéticos los que me preocupan, aunque sean con Venezuela, sino la dualidad de discurso. Hicimos un plebiscito por al asunto Ancap y la mayoría no estuvo de acuerdo. Bien, los que sí estábamos de acuerdo en que Ancap se asociara para mejorar su eficiencia y así bajar el costo de los combustibles, acatamos democráticamente esa voz ciudadana.

Pero ahora el Presidente Vázquez, sin mediar una ley (como la hubo en el plebiscito), firmó acuerdos con Chávez y no sabemos nada sobre ellos. Es esto democrático?, pues sí y no: el Presidente Vázquez tiene la potestad de hacerlo, pero también tiene la obligación de informarnos de que se tratan esos acuerdos. ¿Y ahora el sindicato de Ancap volverá a hacer un plebiscito? No lo creo.

Si los combustibles, gracias a esos acuerdos desconocidos, bajan y Ancap se transforma en una empresa exitosa es un logro del nuevo Gobierno, no obstante queda en el tintero la difusión de los acuerdos, ¿que tipo de vinculación política y económica nos unirá con Venezuela?, ¿que deberemos pagar por eso?, ¿que tipo de cepo nos impondrán los venezolanos?, porque en este mundo nadie regala nada y menos aún petróleo.

De todas formas queda el arduo problema de la reorganización del Estado, que fue uno de los puntos más machacados en la campaña política. No es misterio para nadie que hay una sobre población de funcionarios públicos, y que el Estado tradicionalmente ha sido como una especie de Seguro Social. Este hecho no se lo achaco al nuevo Gobierno, sino a los anteriores, pero es una realidad que Vázquez va a tener que enfrentar y solucionar, sino todos los planes sociales (que me parecen muy lógicos), no van a poder funcionar por el simple hecho de que no hay dinero.

El combate a la corrupción es otro tema prioritario, que si lo hacen a conciencia ahorrará al país millones de dólares, Pero el combate a la corrupción no es sólo el control del contrabando, ni la evación fiscal, sino que es mucho más profundo el tema: ¿cómo es posible que un portero de Antel gane el doble o el triple de un maestro, un policía, o un médico?. Allí está el gran desafío, aparte de que se debe reducir el tamaño del Estado, evitar la superposición de tareas. No es posible que cada organismo público, cada Ministerio, tenga su servicio médico, su asesoría legal, sus talleres, y ¿como es posible que el Palacio Legislativo tenga 3 (tres) imprentas, aparte de la Imprenta Nacional y el Diario Oficial.

No digo que sea una tarea fácil, pero sí digo que es una tarea posible, si el Gobierno tiene la disposición política para hacerlo y no se ve atado por intereses espúreos.

Soy un convencido de que un grupo político, si no está desde ya pensando en los votos del 2009, puede hacerlo, y es más creo que si lo hace su credibilidad aumentará exponencialmente incluso entre los directamente afectados en esa reestructuración.

Otra de las cosas que me preocupan es el voto consular. No es que niegue el derecho al voto de los compatriotas que están el exterior, sino simplemente que esos compatriotas no tienen, en general, los elementos de juicio suficientes como para emitir un voto responsable. Si se me dice queremos el voto consular porque la mayoría votará por la izquierda, es una jugada política no muy limpia; pero no todos los que están en el exterior van a votar por la izquierda, y ya en el foro UPC tuvimos varios días de discusiones al respecto. Desde mi punto de vista, y creo que desde el punto de vista de la inmensa mayoría de los uruguayos el voto consular no sería un voto responsable, simplemente porque muy pocos siguen los acontecimientos nuestros día a día y así se pueden formar una idea cabal de la situación: en resumidas cuentas votaría por una camiseta y no por lo que esa camiseta representa.

Lo que sí debo reconocer es que el Dr. Vázquez ha estructurado su gabinete ministerial con técnicos en sus respectivas áreas, pero con algunos puntos un tanto folclorícos.

Por ejemplo: La Dra. Berrutti, pese a mis primeras desconfianzas, ha demostrado una presencia de ánimo, digna de una dama, frente a el desubicado diálogo con el Gral. Paulós. Luego sus manifestaciones de que la Ley de Caducidad se mantendrá, ya que es una ley plebicitada, y no incluye a tres muertes que no entran en dicha ley, cosa que me parece muy bien.

El Contador Astori es un técnico reconocido y muy pregmático, con las ideas muy claras de cómo se debe manejar una economía sin dinero.

El Arq. Arana en un Ministerio que le viene muy bien, la Ministro de Salud con vasta experiencia; etc,etc.

El que no me da confianza ninguna es el Ministro de Agricultura. Este Ministerio es uno de los más complejos y por lejos el que más divisas aporta al país. El Sr. Mujica, con su presencia campechana, y su léxico peculiar podrá ser un muy buen gancho para votos, pero no le veo "uñas pa'guitarrero", en este puesto. Han fracasado muchísimas personalidades con gran conocimiento y experiencia en temas agropecuarios, y esos fracasos le han costado al país muchísimo dinero.

Los magros recursos que tiene el país, tienen prioridades. Podremos sacar más dinero ordenando la casa, pero lo que es un hecho incontrovertible es que se debe hacer una política nacional, ya no de Estado, para captar mercados fuera del Mercosur; venderle a quien quiera comprarnos, sacudirnos un poco el lastre que nos impone este tratado, que si bien es una muy buena idea, en los hechos los que se aprovechan son Brasi y Argentina.

Por ejemplo: si en Tokio un kilogramo de lomo cuesta U$S 100, ¿porque no intentamos, al menos captar una pequeña porción del mercado?. Y este tipo de política de captación de mercados no la hará Mujica, ladeberán hacer las empresas privadas con el estricto control y aval del Estado, y es justamente para eso que está el Estado: para controlar a los privados que no vendan porquerías y así se desprestigie el nombre del país.

Y para abundar más en el rol de la empresa privada en los negocios mundiales, basta ver a aquellos mountrosos países de economía centralizada, como Rusia o China, que se han dado cuenta que el empresario privado es más eficaz que un burócrata, que tanto le dá si vende o no ya que su sueldo está garantizado.

Otro de los temas que el Gobierno no debe olvidar, y es muy importante que no lo haga, es que no ganó las elecciones por un márgen abrumador, lo ganó por un 0.45%, es decir que un uruguayo lo votó y otro no.

La mitad de los uruguayos estaremos viendo, criticando lo que no nos gusta, aplaudiendo lo que sí nos gusta; la otra mitad espero que hagan lo mismo, pero no lo creo: todo lo que haga el gobierno estará bien, aunque algunos sé que son críticos.

Con respecto a la política exterior no creo que haya mucho cambio; ya que de hacerlo sería una reverenda embarrada. Enfriar las relaciones con USA me parece muy perjudicial, ya que en el 2002 nos sacaron de los pelos del default. Reanudar relaciones diplomáticas con Cuba, personalmente no me gusta, pero si es un hecho de estado lo comprendo; pero si Cuba empieza a meter la nariz en nuestros asuntos, como así también Venezuela, van a oír voces muy airadas.

Si es como dijo el Dr. Vázquez que va a respetar la auto determinación de los pueblos, espero que estos países piensen igual.

Me parece una claudicación a priori negarse a negociar con el Alca, allí tenemos millones de consumidores potenciales. No debemos vender nuestros productos pura y exclusivamente a países tan pobres como nosotros, debemos cçdar prioridad a la venta de nuestros productos, con el mayor valor agregado posible, a los países ricos, a los países que pagan.

Resumiendo un poco este artículo: el Uruguay tiene poco dinero, los recursos que tenemos debemos manejarlos prudente e inteligentemente; debemos dar una base jurídica, económica , política y social para que los inversores del exterior se animen a jugársela con nosotros; debemos recionalizar el Estado; debemos ser claros y transparentes; debemos combatir la corrupción y el clientelismo político: en fin, debemos hacer el Uruguay casi desde cero, pero si el Gobierno nos da pruebas de que tiene las intensiones serias de hacer lo que debe hacer, no creo que ningún uruguayo en su sano jucio les dé la espalda; y cada uno aportará lo que pueda.

Y para finalizar, una cita de Gandhi: "No le des el pescado, enséñale a pescar".