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Mayo Negro |
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Antes, se decía, era porque la Policía representaba el brazo armado de la represión, representaba el lado oscuro de una historia plagada de abusos y prepotencia.
Hoy es porque, suponemos, representa simplemente la diferencia de matiz con que se aprecian las políticas del momento.
Lo cierto es que por una razón o por otra; o sencillamente porque no hay una razón, un grupo de descarriados atenta una vez más contra la Institución Policial.
La Comisaría 6ta. en este nuevo 1ro. de mayo fue escenario de otra demostración de que nuestra sociedad aún mantiene grupos indeseables en su seno.
No son ni tradicionalistas ni progresistas, lisa y llanamente son indeseables, escoria, residuo de una enfermedad que amenaza a nuestra sociedad y la expone, la descubre, la atemoriza. la sociedad que para colmo, recibe un mensaje tan desalentador como preocupante, “la Policía no actuó para evitar males mayores”.
Mensaje que para la interna policial trasmite confusión e incertidumbre, agravada una vez más, por la innecesaria exposición que sufrieron las instalaciones de la sede policial y el personal policial de la misma.
Hasta el más despistado habitante de este país entiende que el atentado es un desafío al orden público, una pulseada a la autoridad legalmente constituida.
Aunque lo más crítico del mensaje es la lectura que de él hacen los que viven y disfrutan el desborde, el caos, la destrucción y la anarquía. Para ellos la mesa está servida.
Si algo faltaba para calificar a este mayo como negro, la muerte de un representante de la ley (¿?) es la mancha que faltaba, un ejemplo más del endeble cristal entre la normalidad aparente y la tragedia que acecha impune, reiterada.
Qué puede esperar un ciudadano común en este país, cuando un Policía es ejecutado con tanta frialdad y desprecio, solo por oponerse con valentía al desborde asesino?.
Cómo explicar el espantoso vacío que ha dejado en su familia la muerte de RIVERO?. Qué decir ahora, cuando para los RIVERO “ya no habrán males mayores”?
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