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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 394 - Uruguay, 11 de junio del 2010 |
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Desde que comenzó el gobierno de la "izquierda progresista", allá por el año 2005, se afirmó que con el 4,5% del PBI, se solucionaban todos los problemas de la enseñanza. El gobierno (que es decir el país, todos nosotros) hicimos el esfuerzo y se llegó al porcentaje solicitado. Se aumentaron los sueldos, se comenzó a aplicar una mala Ley de Enseñanza, que aumentó el número de cargos jerárquicos creando una cantidad de nuevos Consejos y otras yerbas, que sobrecargan el sistema y diluye las responsabilidades, haciendo que todos opinen y manden y nadie sea el responsable, pero que aseguran que la izquierda se eternice en el poder, ya sea por los miembros políticos o por los miembros representantes de los sindicatos, que resultan intocables porque no es el gobierno el que los nombra o elige. Pero se llega a cumplir con el fin para el que se llegó al 4,5% del PBI, es decir mejorar la calidad de la enseñanza? ¿Se han bajado los índices de deserción? ¿Se mejoraron los programas? ¿Se mejoró el nivel de los docentes? ¿Se mejoró la infraestructura escolar? ¿Se crearon más cantidad de escuelas de tiempo completo?. Afirmamos que son muchas preguntas y muchas de ellas sin respuesta positiva. Claro que desde que se entró a la campaña electoral, donde no se dieron datos de las evaluaciones de los planes de enseñanza o porque los negaron o no existían. La izquierda toda, política y sindical, hablaban enumerando las grandes conquistas del nuevos sistema de enseñanza instaurado desde que eran gobierno, donde se mejoraban todos los sueldos y también la calidad de la enseñanza, poniendo por delante el Plan Ceibal, que era el único proyecto positivo. Ahora luego que han pasado las elecciones, que se ha acallado el bullicio, aparecen lo sindicatos de docentes y también voceros del gobierno, afirmando que el nivel de deserciones es muy elevado, que no se ha logrado el objetivo de bajarlo, ya que de cada 100 alumnos que ingresan al Ciclo Básico lo terminan solamente 45, es decir la deserción es del 55%. Pero en la Enseñanza Técnica, de esos 45 alumnos que comienzan el segundo Ciclo, lo finalizan apenas 21 jóvenes, siendo la deserción aún mayor llegando al 60%. Se multiplicó por cuatro la inversión en la Enseñanza, y no se logró mejorar su calidad y atraer a los jóvenes a integrarse al sistema. Ahora quiere llegarse al 6% del PBI, ¿para qué? ¿para seguir igual? ¿Seguirá el sistema político de gobierno mirando para el costado y alimentando a su clientela sindical? Por supuesto que todos los que trabajamos queremos ganar más y más, siendo esta un legítima aspiración, siempre que esté acompañada de la contrapartida de un mayor esfuerzo, que acompase a ese mayor incremento en el salario. Hemos tenido la prueba durante más de 5 años que el inyectar dinero y más dinero a la enseñanza, no soluciona los problemas que la aquejan. ¿No habrá llegado el momento de realizar el cuerpo docente, dirigentes sindicales, autoridades y también los estudiantes, un gran debate de donde salgan las verdades del porqué del fracaso? Compartir este artículo en Facebook © Amadeo Arébalo
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