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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 394 - Uruguay, 11 de junio del 2010 |
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Ya hemos hablado de la situación por la que está pasando la Policía en cuanto a la disciplina. Reiteramos que la Policía es una organización vertical y disciplinada. Que por ello se hace absolutamente necesario un férreo control del accionar de su personal por cuanto esta armado y debe actuar muchas veces en forma ordenada. Ese orden interno que se debe traducir en una prestación del servicio mucho más ordenado y eficiente, se establece y mantiene a partir de un sistema disciplinario eficiente y justo. Nosotros sufrimos en carne propia sistemas disciplinarios que para nada fueron eficientes y mucho menos justos. Recordamos cuando en tiempo del gobierno militar a un camarada por una falta nimia le aplicaron setenta y cinco días de arresto de rigor, que cumplió en su totalidad encerrado en un cuarto de una Comisaría. Eso no corrige una actitud desviada y por lejos genera rechazo y resquemor no solo de quien lo sufre, sino que también como en nuestro caso fuimos testigos. Nosotros también hemos cometido errores al aplicar sanciones y en muchos casos no hemos sido justos. Pero ni aquel ejemplo ni muchos más que podríamos citar, justifican la eliminación del sistema disciplinario que debe imperar en una institución como la nuestra. Los sindicatos policiales desde su emergencia levantaron la bandera de la derogación del sistema disciplinario, por la privación de libertad. El actual gobierno como el anterior, flechando la cancha, escucharon a los sindicatos y no a las instituciones sociales de la Policía, y tomaron decisiones apresuradas y equivocadas como por ejemplo dejar sin efecto el sistema de sanciones existente, creando un vacío de poder, que afortunadamente no generó situaciones que podrían haber sido extremadamente complicadas, a la vez que dejaron a los mandos policiales a la deriva y sin ninguna herramienta para imponer la disciplina.
Luego de alrededor de un mes, lejos de enmendar el error cometido vuelven a la cometer el segundo error, disponen la aplicación de multas como correctivo disciplinario al personal ejecutivo, sin aclarar una serie de interrogantes que surgieron de inmediato en cuanto a la forma, cantidad y calidad de esta nueva sanción, con la que además de sancionar al policía indisciplinado, también se sanciona a la familia de mismo en forma directa, menguando además el escuálido salario policial. Los sindicatos, que sin dudas tienen objetivos muchos más claros que los del gobierno, volvieron a la carga contra este tipo de sanciones, y ahora lograron que el día de multa, en realidad no sea un día, sino medio día. Recuerdan cuando el Inspector Navas dijo que el Ministerio del Interior era un barco a la deriva, sin timón, hoy nos preguntamos: ¿Y dónde está el timón? Compartir este artículo en Facebook © Círculo Policial para Informe Uruguay
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