Miembro de
Proyect Sindicate apdu
       
 
separador                                          Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
              
     
Google Buscar en la

 
Año V Nro. 294 - Uruguay,  11 de julio del 2008   
 

 
historia paralela
 

Visión Marítima

 
Darío Acevedo Carmona

Héroes de carne y hueso
por Darío Acevedo Carmona - (Perfil) - Medellín/Colombia -

 
separador
 
mail
mail Contactos
notas
Otros artículos de este autor
pirnt Imprimir Artículo
 
 

         En los grandes conflictos y en las grandes tragedias no faltan los héroes, esas personas que se distinguen por su valor, por su capacidad de sacrificio, por su estoicismo, por su desprendimiento y por su firmeza. No se doblegan, no se amilanan, no se dejan chantajear. Los hay entre los que dirigen y también entre los que acatan la disciplina y las órdenes. Generalmente surgen en las guerras y conflictos armados. La historia de los pueblos y las naciones está llena de héroes, de batallas épicas, de fechas militares de gloria. La identidad de los pueblos está marcada por gestas de tipo heroico. En cada país tienen su propio mausoleo o pedestal, son inconfundibles, por eso Bolívar no significa mayor cosa para los vietnamitas donde en cambio impera la figura del general Vo Guyen Giap, el mismo que derrotó a los norteamericanos en la batalla de David contra Goliat.

         Pues bien, en nuestro país y en razón del conflicto que hemos soportado, sufrido y llorado, también han surgido héroes de carne y hueso, hombres y mujeres que por su singular capacidad de entrega al servicio de los demás, de las instituciones y por sus demostraciones de lealtad y por soportar penalidades extremas, se han ganado el aprecio y la admiración de muchos. Deberían ser objeto no sólo de condecoraciones expresadas en medallas que van a parar a los nocheros y guardarropas, sino también de estímulos materiales pues la mayoría son personas de bajos recursos que están hechas de una fibra escasa y además, simbolizan valores ejemplares para la sociedad como el valor, la lealtad y el estoicismo.

         Cuando el teniente Malagón en pleno operativo y sin saber que iba a ser liberado declara ante la cámara de televisión que él pertenece al glorioso ejército nacional lanza un mensaje categórico de lealtad y firmeza que adquiere mayor relevancia al cabo de más de diez años de secuestro. Es la misma historia del sargento Marulanda que grita a viva voz con toda la emoción del alma “bienvenido a la libertad” o las más dramáticas y valientes historias de la fuga del subintendente Pinchao y del ministro Araújo. Todos esos conciudadanos que han sufrido el secuestro en las condiciones humillantes y violentas impuestas por las Farc, trátese de militares o civiles, desde Pinchao hasta Ingrid, e igual los miembros del comando que arriesgaron su vida en el rescate, merecen ser considerados como héroes, héroes de la democracia y la libertad.

         A los anónimos, a los que por decenas y centenas se encuentran en los campos de batalla, soportando las inclemencias del hambre, la lluvia, el sol, la soledad, el miedo y los mosquitos, a esos que en diversas partes los representan en tumbas o monumentos al soldado desconocido, los que van tejiendo redes operacionales con su valiosa información de campo, a aquellos que atraviesan pantanos, a los que desafortunadamente pisan una mina quiebratas y pierden la vida o una de sus extremidades, a todos ellos hay que mirarlos y apreciarlos como héroes.

         Como por qué, entonces, me pregunto ¿sólo hay que reconocer a los héroes del comunismo, y pensar que los únicos que valen o en la única parte donde puede haber héroes es en las filas de los comunistas?  ¿Por qué es válido ser patriota o defender la patria o reclamar patriotismo en las filas de los combatientes revolucionarios y en cambio es detestable que eso mismo se haga en las filas de la institucionalidad democrática?

         Si alguien entonces merece una recompensa por su heroísmo y por su martirio, como lo fue el sacrificio de los 11 diputados del Valle del Cauca, es este grupo de secuestrados militares y civiles colombianos, los que estuvieron y los que aún están contra su voluntad en manos de las Farc. Ellos en su conjunto y no uno sólo se merecen el premio nobel de la paz. Ellos, que son la expresión del mayor sacrificio hecho por seres humanos en el mundo actual en defensa de la democracia y de la libertad, y que a pesar de su dolor han sido capaces de tener voces de reconciliación y perdón para con sus verdugos, se merecen este tipo de honores.

Medellín, julio 8 de 2008

 
21
Informe Uruguay se halla Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
Depósito legal No. 2371 deposito Nos. 338018 ley No - 9739, dec 694/974 art. 1 inc A
20
Los artículos firmados son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, la opinión de Informe Uruguay
20
Los enlaces externos son válidos en el momento de su publicación, aunque muchos suelen desaparecer.
Los enlaces internos de Informe Uruguay siempre serán válidos.
21
 
Estadisticas Gratis