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Se necesita un Oncólogo... por Carlos Caggiani |
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Todos, absolutamente todos vimos a Uruguay sufrir de uno de los cánceres más severos y muy repetidos en el área de Latinoamérica.
La enfermedad fue desgastando al paciente, y poco a poco, el paciente se acostumbró casi a vivir con ella.
Como en otros casos, se gastaron millones, se llenaron los entes públicos inyectándoles más y más glóbulos (rojos, blancos, rosados y de los otros) pero los resultados de mejoría nunca se notaron.
Los médicos, que no eran otra cosa que malos gobernantes, sacaron más impuestos al pueblo para invertirlo en esos glóbulos que jamás hicieron el trabajo esperado.
Hubo un tiempo en que los glóbulos blancos se comían a los rojos y otro tiempo que a la inversa, los glóbulos rojos se comieron a los blancos y todos esperábamos que la enfermedad fuera mejorando aunque desgraciadamente no fue así.
Entonces, el pueblo se empezó a preguntar... ¿no sería mejor traer a un buen oncólogo?
Y votaron a Vázquez.
Claro que una cosa es un cáncer personal y otra, muy distinta es un cáncer tan avanzado como el cáncer país... y eso, no lo sabía ni lo pensó mucho el pueblo que estaba cansado de tantas pruebas de colores.
Como cualquier buen oncólogo, Vázquez comenzó estudiando los diferentes tratamientos de cáncer país, existentes y no sabemos a ciencia cierta que se haya decidido por alguno.
La quimioterapia "bolivariana" por ejemplo, inventada por Hugo Chávez y Fidel Castro, es muy radical y sensacionalista, pero hasta el momento no demostró ningún resultado positivo en curar el cáncer de Venezuela o de Cuba, sus países de origen.
Combinada con inyecciones de petróleo, quiere conquistar un mercado y aunque ha sido introducida en con mucha fuerza en el paciente Bolivia, el cáncer se extendió hasta las glándulas linfáticas de la inversión, poniendo al paciente a punto de la muerte.
Energéticamente, y con la ayuda de Néstor Kirchner y Lula Da' Silva, quiere probar con otro paciente crónico de nombre MERCOSUR, pero se cree que por lo avanzado de la enfermedad Don MERCOSUR, tampoco podrá sobrevivir pese a los tratamientos de inyecciones de petróleo.
A la misma vez, el paciente de nombre Chile, ha logrado poner en remisión el cáncer que lo afectaba y ya está fuera de peligro y muy saludable, con medicinas internacionales que han demostrado ser mucho mejores que las que están a prueba en los pacientes vecinos, Venezuela, Bolivia, Argentina, Brasil y hasta Cuba que no es latinoamericana pero hace años que experimenta con curaciones caseras, parecidas a la bolivariana.
Hay quienes opinan que la mejor manera es extirpar de raíz el tumor de la corrupción y aplicar los medicamentos que está usando Chile y que los recetan otros países que han sabido salir del estado letal de esa terrible enfermedad.
Esos tratamientos basados en inyecciones de capitales, tecnología y buenas negociaciones han demostrado y siguen demostrando que llevan a los pacientes a una segura mejoría económica.
Otros, menos capacitados y fanáticos idealistas opinan, que hay que seguir probando con curaciones caseras bolivarianas y con pequeñas dosis de inyecciones de petróleo, que no han demostrado ser más que migajas para los estados avanzados de los pacientes.
Queda en las manos de nuestro oncólogo, elegido por el pueblo, el decidir cual de los tratamientos usará para lograr sacar del estado enfermizo que se encuentra Don Uruguay. Esperemos que al haber sido elegido como el mejor médico en la materia, siga los pasos de los que han sabido usar los medicamentos indicados y han podido probar que esos medicamentos fueron eficientes en la cura de esa fatal enfermedad.
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