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A las puertas del Congreso… O Parlamento
(o lo que mejor se prefiera, ¿eh?)
por Fernando Pintos
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Este delicioso relato/verdad (un género que es primo hermano de los Talk Shows que están de moda en la televisión) está un poquitillo subido de tono… En consecuencia: ¡algo de cierto debe tener! Veamos qué dice:
La acción transcurre en alguno de esos retorcidos y rocambolescos países latinoamericanos. Resulta que, inmediatamente después de estacionar su auto en las cercanías del Congreso de la República, al pasar frente al augusto edificio un decente señor se sorprende, hasta el sobresalto, cuando percibe una tremenda gritería que parece provenir de la misma sala del Pleno, lugar desde el cual se escucha toda una cacofonía entre escatológica, bochornosa y obscena. El atribulado ciudadano se acerca a la entrada del Congreso, aguza el oído y escucha, en alborotada sucesión, las expresiones que siguen, groseramente intercaladas con toda clase de silbidos, carcajadas demenciales, alaridos lancinantes y onomatopeyas grotescas de gases (estomacales y de los otros):
«…¡Hijo de una vil callejera sifilítica!… ¡Ladronazo galardonado en la ONU!… ¡Inmunda alimaña falsaria y mentirosa!… ¡Desvergonzado absoluto!… ¡Atorrante de las mil (censurado)! ¡La (censurado) de tu (censurado) madre!… ¡Coimero infamante de tiempo completo!… ¡Asqueroso cornudo consentidor!… ¡Reputadísimo feminoide! ¡Pastelero vendido y confeso!… ¡Corruptoide de las cien mil (censurado)!… ¡Pedófilo compulsivo!… ¡Ladilla babeante y arrastrada!… ¡Incontinente del pedorreo!… ¡Perdulario violador de gallinas!… (¡Censurado!)… (¡Etcétera!… (¡Censurado!)…».
El hombre se asusta visiblemente. ¡Y no es para menos! Confrontado con tamaño escándalo, no sabe a ciencia cierta qué hacer… ¡Ni para dónde agarrar! Pero después, reaccionando, se acerca a un individuo uniformado, que hace guardia ahí mismo, en las puertas del Congreso y, con una voz tímida y en realidad poco audible, le pregunta:
—Señor… ¡Ejem! ¿Qué es lo está pasando ahí dentro? ¿Se estarán peleando los… señores congresistas?
El guardia apenas lo mira. Pero sí le responde, con desgana y un gesto de hastío:
—Pssst… Nada de eso. Lo que sucede, es que a esta hora la Directiva del Congreso está pasando lista…
© Fernando Pintos para Informe Uruguay
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