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Otra vez y van
La Sra. María Julia Muñoz
por Helena Arce
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No solo en las bailantas se muestra el hombre, o en este caso la mujer. No conforme con el uso proselitista de bienes públicos, ahora le niega las explicaciones a un ciudadano de esta república, porque entiende no lo merece por los actos realizados por su padre.
Más grave es pues además, la Sra. Munoz denostó a un candidato a Presidente de la República, elegido democráticamente, de la forma más baja que es posible esperar de alguien. No lo ataca por lo que hizo, ni por lo que dijo, lo insulta por ser hijo de alguien.
Y lo hace desde su posición de gobernante, elegida por el Presidente de la República de todos los uruguayos.
Comenzó esta nueva entrega de las faltas de ubicación de la titular del Ministerio de Salud Pública, regalando a los partidarios del sector político al que pertenece el candidato elegido dentro de su partido (Mujica y el MPP), bienes de todos los habitantes del Uruguay. Pues los preservativos del Ministerio de Salud Pública, se compran con los dineros públicos, y si los mismos fuesen donados a dicha cartera, lo hubiesen sido a todos los habitantes de la República. En el caso particular de los preservativos, desde hace décadas se regalan a los habitantes de nuestro país a los efectos de fomentar el cuidado sanitario a la hora de mantener relaciones sexuales. Sinceramente nunca había ocurrido en nuestra nación, que alguien llegase al extremo de politizar el cuidado sanitario de los uruguayos a ese extremo. Como dije en alguna oportunidad hemos tenido médicos, abogados, contadores y empresarios al frente de dicha cartera, y nunca nuestra salud estuvo tan descuidada. Pero también hemos tenido Ministros de todos los partidos y nunca a ninguno de ellos se le ocurrió, llegar a estos extremos.
No conforme con ello, al ser inquirida sus explicaciones por los medios de prensa, la señora muerta de risa, dijo que tenía más para darle a todos los partidos. ¡Y yo que creía que los preservativos eran para el cuidado de los pobladores de este país! Resulta que ahora la señora los ofrece para que los diferentes partidos los utilicen en propaganda política.
En esta instancia la funcionaria del gobierno del Dr. Tabaré Vázquez barrió con el art. 58 de nuestra Constitución, por lo menos.
(Artículo 58. Los funcionarios están al servicio de la Nación y no de una fracción política. En los lugares y las horas de trabajo, queda prohibida toda actividad ajena a la función, reputándose ilícita la dirigida a fines de proselitismo de cualquier especie.
No podrán constituirse agrupaciones con fines proselitistas utilizándose las denominaciones de reparticiones públicas o invocándose el vínculo que la función determine entre sus integrantes.)
Para decorar la torta con una frutilla, un periodista le trasmitió a esta señora, una inquietud al respecto del Dr. Pedro Bordaberry (candidato único electo en las elecciones internas para Presidente de la República por el Partido Colorado). Y la contestación de esta dama, no se hizo esperar. Inmediatamente le espetó al periodista que ella: “No le contestaba al hijo de un dictador”.
Si la dama en cuestión tiene prejuicios personales, que van contra todos los derechos que defiende nuestra constitución, da vergüenza propia que ocupe un cargo de gobierno de particular confianza.
Artículo 7°.
Los habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida, honor, libertad, seguridad, trabajo y propiedad. Nadie puede ser privado de estos derechos sino conforme a las leyes que se establecieron por razones de interés general.
Artículo 8°.
Todas las personas son iguales ante la ley no reconociéndose otra distinción entre ellas sino la de los talentos o las virtudes.
Artículo 40.
La familia es la base de nuestra sociedad. El Estado velará por su estabilidad moral y material, para la mejor formación de los hijos dentro de la sociedad.
Estoy esperando una disculpa pública de esta señora, y de mi Presidente, pues la señora no ofendió únicamente al Dr. Pedro Bordaberry, ella ofendió a todos los ciudadanos de este país, independientemente del partido político al que votan. En el Uruguay no se heredan las virtudes de los padres, cuanto menos los delitos. Podrá no estar en los proyectos de la señora votar al Partido Colorado ni a su candidato, como hoy no lo está en los míos, pero la falta de respeto y el adjetivar a una persona por los hechos de sus padres, es de una bajeza tal, que no admite parangón.
© Helena Arce para Informe Uruguay
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