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Año V Nro. 355 - Uruguay, 11 de setiembre del 2009
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Los seres humanos somos tan distintos, que hoy no basta aquella vieja expresión de que al mirar el vaso, con agua por la mitad, unos lo ven medio vacío, otros, medio lleno. Vale también aquello de mirar el bosque y no ver el árbol. El vaso con agua, sólo por la mitad, también indicaría que hay que seguir agregándole líquido para llenarlo. Esto que es obvio y además válido para todos los casos en la vida política de cualquier nación, dado que no existe una en el globo, que todo sea un ‘’Paraíso’’, es más que obvio en el caso particular de nuestro País. Concuerdo con muchos, que parece inalcanzable la meta de desbordar el vaso con agua, para que no se vea medio, sino completamente lleno. Existen dos vías expuestas a la opinión pública, para incorporarle líquido al vaso, claramente diferenciadas y con nombres propios en sus fórmulas, con carisma absolutamente diferente y con una concepción de País futuro altamente diferenciado. Ya no es válido, internarse en el bosque y serruchar el árbol, todos sabemos que este por años ha producido semillas y se han esparcido por la tierra, generando nuevos brotes, que en un futuro volverán a ser árboles dentro del propio bosque. Mucho menos podemos conformarnos, con seguir tirando y dejar el vaso medio lleno o medio vacío. Es hora que desde abajo, se entienda que el bombearle agua al vaso es necesario, pero desde arriba deberá bajar la bomba para ello. Los hombres son en definitiva los que generan las herramientas en los Estados modernos, para que se pueda succionar el agua del subsuelo e ir aumentando el nivel. Estos hombres políticos, además de una estructura bien cimentada en el conocimiento, deben de tener la habilidad de interpretar las diferentes necesidades y las vías correctas para que llegue a lejanas zonas el caudal, para aumentar el nivel. Un razonamiento sensato, demuestra la dificultad y las pocas posibilidades de producir una tormenta renovadora, que efectivamente involucre a toda la sociedad. Pero si realmente no se empieza a sembrar la semilla, seguiremos en el limbo, produciendo mayor fractura en la sociedad uruguaya. Para esto ya se perdió una gran oportunidad, fue la de éste Gobierno que encabezara el Dr. Tabaré Vázquez. Perder una vez el tren, no significa que bajemos los brazos, todo lo contrario, hay que tomar impulso y provocarlo. La oportunidad perdida, era posible de avizorarla, por infinidad de razones. Quizás usted recuerda, que antes de asumir este Gobierno, hubo un esfuerzo importante, por enseñarle a muchos a ser Representantes. Tal cual escolares, pero con votos que le dejaban en la posición de ser diputados, obvio es que en un curso acelerado se puede aprender, pero imposible también es que el electo pueda adquirir los conocimientos que cuesta años en una carrera Universitaria. Todos conformaban el escuadrón de yeso, baja la orden y a votar manito arriba. Tuvieron su oportunidad y el trabajo más los Proyectos presentados hablarán de cada uno. La oportunidad la pierde el Presidente y todos los legisladores, además, por no contar con un Programa y ajustarse a ello. Era imposible, como lo es hoy cuando se habla del Programa del Frente Amplio, pensar en ajustarlo y realizarlo, nada del Programa del 2004, puede cumplirse y mucho menos el del 2009. Así se ha ido contagiando con versos, cánticos, zamba y más zamba. Las mayorías parlamentarias que tuvo este Gobierno, de haber ido a la Escuela y hacer una carrera Universitaria en los años que tuvo de acercamiento al poder, hubieran logrado otras metas, pero se conformó con la escasa visión del Contador Astori, de seguir administrando la crisis y abrir la ‘’caja’’ a los sectores más necesitados. Paradójicamente los votos, no reflejan los resultados de las políticas del Gobierno y se transforman en un ‘’boomerang’’, ya que han castigado mayoritariamente a los que desean, aspiran y trabajan, por una vida económicamente de participación y no de queja o lamento. Retrotrayéndonos a los ejemplos del vaso o del bosque, como usted lo prefiera, nadie vio el árbol y todos creyeron que el vaso se estaba llenando. Pero está llegando el otoño, por más que estemos entrando en primavera, el otoño político de quienes mal obraron por falta de conocimientos, por pasión, por premeditada lucubración y lo que es peor, por intentar seguir una doctrina que se cayó hace veinte años, fracasó en el mundo y solo puede exhibir desde la fuerza malos ejemplos. Volver al 1973, con un golpe de estado, ya nadie lo desea, por más que éste sea liderado por modelitos antepuestos a la diestra. Sólo mirar a los tristes ejemplo de los vecinos Latinoamericanos, exigen que cada individuo mire el árbol y se ponga a trabajar para llenar el vaso. Exagerado puede usted suponer, pero sin llegar a ese extremo de golpe de estado, se vislumbra la idea de reformar y reformar, la Constitución, antes de tocarla mejor sería que se reformen la mentalidad y vean que el 2010 en el Mundo, cuida cada árbol, lo poda, lo protege y lo fertiliza. Si el obrero no es el indicado lo cambian y si no cambia su actitud, termina en las bolsas de fracasados, título que nadie desea, por lo tanto se esfuerza y progresa. Una palabra muy usada y que da resultados, es la que no se trasmite, ‘’presión’’. Presión por cumplir en tiempo y forma, en calidad y precio. Cómo puede usted explicarle a un anciano, lo que es ‘’presión’’, si la única que conoce es evadir la Ley. Producir división y enfrentamiento. La presión puede llegar a identificar las deficiencias, a exigir los cambios, a elaborar ‘’hojas de ruta’’, a producir que en el vaso se vea subir el nivel. Que el bosque no tenga esqueletos, árboles oprimidos y muertos, que soporten la tala y que sea natural su remplazo. Si es indignante ver un crecimiento cero, mucho más indignante es que se termine en tan corto plazo, con un déficit del 3 %. Después de haber tenido en las manos el ‘’cinco de oro’’, despilfarrarlo es natural, cuando no se sabe lo que significa la fortuna de la distribución. Algo que todos usan de la boca hacia afuera y jamás se miran en cuanto contribuyen para que la sociedad crezca, sus vecinos, amigos, clientes o los enemigos. Mal que le pese a la mentalidad esquizofrénica y fundamentalista de los Mujica y señora, los Huidobro y compañera, y tantos otros, el mundo cambia a segundo y los viejos pueden tirar sabios consejos, pero no tienen esqueleto, para aguantar la responsabilidad. Cuando esto pasa, aparecen ‘’hombres araña’’ y entran en cuanto lugar que se proponen y hasta duermen en la cama grande. Esta es la razón de aquellas sabias palabras:
Se justifica terminar diciendo que además de ignorantes, los que jugaron con el regalo de la Ministra, apostaron fuerte a la ignorancia de nuestra gente. Si algo es característico en el paisanaje oriental, es que nunca los llevaron de la mano. Siempre han visto el bosque y se han preocupado del árbol, nunca han sido pesimistas y mirando el vaso por la mitad, han creído que estaba medio vacío. Seguramente aprendieron de los ‘’chinos’’, que el tener lo mínimo necesario, los hace enérgicamente propulsores de un mañana mejor. © Pedro A. Lemos para Informe Uruguay
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