Año III - Nº 156 - Uruguay, 11 de noviembre del 2005

 
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EL BARCO HACE AGUA
Por Roberto Bogorja


Para aquellos que conocen de mar, saben que un rumbo en el casco de una nave puede ser fatal, pero es controlable. Mientras que cuando son varios la nave ya no solo corre riesgo de hundirse por que le entre el agua, sino de que se quiebre el casco.

Para los que no conocen les aclaramos que rumbo se le llama a un agujero, y casco se le llama al parte da abajo del barco es decir, la que flota.

El símil lo empleamos porque eso es lo que le está pasando al país, y lamentablemente ni el capitán ni la tripulación le han encontrado una solución. Con esto no estoy cuestionando si saben o no navegar, o si tiene certeza de hacia adonde hacerlo, lo que si estoy diciendo es que la estructura ya se hace innavegable.

Los derechos humanos

Uno de los temas que con preocupación encaró el actual gobierno fue el de los derechos humanos, y lo hizo en varios flancos. Los desaparecidos durante el régimen militar, los problemas de las cárceles, los marginados, los trabajadores, y otros tantos fueron los temas a tratar. Los que no se tuvieron en cuenta son los derechos humanos de la ciudadanía, los de a pie, los ciudadanos comunes, los que día a día salimos a ganarnos el jornal, sin robar, explotar, mendigar, simplemente vamos a trabajar sin hacer escándalo.

Durante meses se realizaron excavaciones en las unidades militares, se dio certeza de que allí estaban los restos de los desaparecidos. Resultado, se gastó el escaso dinero en técnicos extranjeros primero, luego también nacionales, se perdió tiempo, y los restos no aparecen.

Me pregunto, si tanto esfuerzo se justifica para algunos desaparecidos, mientras que para otros se ha hecho tan poco, como es el caso de aquellas personas desaparecidas y que como no son victimas políticas, nos olvidamos rápidamente. El niño que desapareció en las cercanías del arroyo Manga, mientras realizaba un mandado a la madre, o de la muchacha que desapareció en Maldonado, por nombrar alguno de los tantos que a diario mencionan los partes policiales.

Las cárceles

No bien asumió el Sr. Ministro del Interior, manifestó su intención de liberar a los presos. Como no era de su competencia, pues la policía esta para cuidar, mantener el orden y reprimir a los delincuentes, el Dr. Díaz promovió una ley para hacerlo. Bien la ley fue cuestionada, debatida, se dijo que se habían cuidado todos los detalles para que no se liberaran a aquellos que resultasen peligrosos. Después de sancionada se le vieron los errores. Se soltaron a personas que en muchos casos o aún no estaban en condiciones o peor aún dada las condiciones se les obligaba a delinquir, pues no tenían ni para comer ni para dormir. De hecho muchos volvieron a reincidir.

Entonces se produce la paradoja, cuidamos los derechos humanos de los presos y descuidamos los derechos de los que no han delinquido.

La verdadera solución no se logra, pues no se pueden generar los puestos de trabajo genuinos que se necesitan para darle dignidad a la gente. Con un empleo estable y en buenas condiciones, no se necesita robar ni mendigar, ni convertirse en marginado. En esas condiciones sólo roba aquel que es delincuente de alma.

La marginación

Se creó un ministerio para combatir la marginación. Se elaboró un plan de emergencia. El mismo apenas puede asistir mal a 40.000 personas. ¿Qué pasa con los otros 460.000, que se encuentran desprotegidos, rayando o estando por debajo de la línea de pobreza?
Y permítanme que insista, la única forma de salir de ese estado de situación es darles trabajo digno. Con la caridad selectiva no salimos adelante. Se les debe enseñar a pescar y no darles el pescado, fue lo que alguien predicó hace 2000 años.

La economía

En otros tiempos se decía que no se podía seguir al pie de la letra las recetas del Fondo Monetario Internacional, ni del BID, ni del Banco Mundial. Pues este gobierno no sólo lo hace sino que le mejora aún la letra.

Desde que asumió, ha continuado con la misma política tarifaria, e incluso incrementando ferozmente los valores de los combustibles (ayudado por la política despiadada de los grandes grupos petroleros), aunque se prometió optimizaciones por parte de ANCAP, y la llegada de crudo barato desde Venezuela. Ni uno ni otro acontecieron. Igualmente pasó con UTE, no teníamos agua entonces había que incrementar la tarifa porque se usaban las centrales térmicas, cuando hubo agua las tarifas no bajaron.

Durante el gobierno de Batlle, teníamos el atraso cambiario, hoy no sabemos que hacer para que el dólar no siga bajando.

Pero faltaba la gran vedette, la reforma tributaria. La última perversión del gobierno. Prometió que iba a implantar el impuesto a la renta de las personas físicas, al igual que racionalizar los impuestos. Finalmente lo que nos propone es cambiarle el collar al perro. El impuesto a la renta, no es a la renta sino a los ingresos (renta es la ganancia, ganancia es el resultado entre los ingresos y los egresos). Elimina el IRP, bravo festejen uruguayos, pero nos pone la tasa del impuesto a la renta, tan baja que es un IRP encubierto. Para colmo con una tasa muy superior.

Elimina el COFIS, y baja el IVA (dos puntos en la básica y cuatro en la mínima), pero le aplica el IVA a una serie de productos y servicios que no lo tenían (leche, transporte, etc.).

La política

Como dice el dicho no hay peor cuña que la de su propio palo. La oposición no ha tenido mucho trabajo, pues las peleas internas son tan grandes que no requieren de oposición. Para ejemplo alcanza con la manifestación ocurrida días pasados en la Ciudad Vieja. La propia izquierda en contra de un gobierno de izquierda.

Que extraña paradoja, es durante el gobierno de la izquierda que se procesan por primera vez a cuatro personas por "sedición", luego de 20 años de gobierno democrático.

Festejen uruguayos mientras puedan, porque el barco hace agua.