EUROPA EN LLAMAS
Por Graciela Vera
Periodista independiente
Miles de vehículos, comercios, bancos, escuelas, todo material es bueno para exteriorizar con su destrucción los odios y la rebeldía y el fuego es el modo más práctico de demostrarlo.
Francia está en llamas y no podemos ser tan groseramente ciegos para supeditar los desmanes, a los suburbios de París, Lyon, Toulouse, Lille, Estrasburgo, Burdeos o cualquier pueblo francés, porque el problema escapa a las mismas fronteras del país galo.
La violencia desatada durante dos semanas por grupos que se suponen no están organizados, más allá del escape común a un rencor de años, obligó al Gobierno francés a tomar medidas a las que hacía más de 50 años que no había recurrido.
La sombra del mayo del 68 nubla el cielo francés.
El gobierno declaró el estado de emergencia y en cada departamento los 'prefectos' quedaron autorizados para prohibir el tránsito de personas y/o vehículos en determinados horarios.
Asimismo se facultaba al Ministro del Interior para ordenar confiscamiento de armas, arrestos domiciliarios, clausura de lugares de reunión, prohibición de éstas y para realizar allanamientos domiciliarios sin necesidad de orden judicial tanto de día como de noche.
En los departamentos donde se aplicó esta ley, ningún menor de 16 años puede salir a la calle antes de las 6 de la mañana si no lo hace acompañado de un adulto.
Además se prohibió la compra de combustible que pudiera servir para la fabricación de bombas molotov pero, esas medidas no llegaron a detener los disturbios y la quema incontrolada de automóviles y propiedades.
'Francia está herida' dijo el primer ministro francés, Dominique de Villepin en la Cámara Baja del Parlamento el martes 8, aduciendo que ésta 'no puede reconocerse a sí misma en sus calles y áreas devastadas, ni en los brotes de odio y violencia que destruyen y matan'
Los parlamentarios estaban debatiendo sobre los disturbios y la forma de poder controlarlos y dar solución al problema que los había originado; un problema que no es nuevo, que ha puesto sobre aviso a toda Europa y que alcanzó tal magnitud, que para intentar volver las aguas a su cauce el gobierno de Chirac no tuvo otra alternativa que desempolvar una ley de 1955, año en el que se llegó a temer que el alzamiento argelino derivara a territorio francés.
VIOLENCIA INCONTROLADA
Tan sólo en dos noches, la del domingo y la del lunes, fueron quemados 2.581 vehículos y en ese periodo resultaron heridos 40 policías.
Los detenidos se suman por cientos y las pérdidas materiales ascienden a cifras tremendas.
Acontecimientos donde la razón parece haber dejado lugar a la barbarie. Un hombre murió al ser atacado a golpes cuando intentaba apagar un fuego con un cubo de agua.
Las medidas adoptadas por el Gobierno son apoyadas por casi el 75 por ciento de los franceses.
Éste, por otra parte, decidió la expulsión de su territorio de 120 extranjeros, muchos de ellos residentes legales, por haber participado de los actos de violencia.
'Cuando alguien tiene el honor de disponer de un permiso de residencia, no debe ser detenido mientras provoca violencias urbanas', señaló el ministro Villepin haciendo constar que había pedido que los extranjeros, que se encuentran en Francia en forma legal o ilegalmente y que han sido condenados por los disturbios, fueran expulsados del país en forma inmediata.
LOS MOTIVOS, QUE NO SON LAS RAZONES
Los disturbios comenzaron el jueves 27 de octubre, dos semanas después continúan aunque no con la misma virulencia del fin de semana pasado.
El motivo, si es que quiere buscarse un motivo, se achaca a la muerte de dos jóvenes de origen africano que fallecieron electrocutados en forma accidental, al esconderse de la policía que los perseguía.
Las razones se deben buscar, si es que quieren encontrarse, en el resentimiento acumulado por décadas entre quienes viven en las zonas marginales habitadas por inmigrantes árabes y subsaharianos pero, no son éstos los que han salido a la calle sino la segunda y tercera generación, o sea sus hijos y nietos, nacidos en Francia, por lo tal ciudadanos franceses que, no obstante, siguen siendo considerados extranjeros en la que es su tierra.
CRONOLOGÍA DE LOS SUCESOS QUE COMENZARON EN LOS SUBURBIOS DE PARÍS Y SE HAN EXTENDIDO COMO REGUERO DE PÓLVORA POR TODA FRANCIA Y ALGUNAS CIUDADES EUROPEAS
Octubre 27 -jueves- Bouna Traore (15 años) y Zyed Benna (17 años) mueren electrocutados en una usina a la que habían entrado huyendo de la policía. Otro adolescente es herido y cientos se lanzan a la calle incendiando automóviles y tiendas en el barrio Cliché-sous-Bois en los suburbios de la capital parisina.
Octubre 28 - Los desmanes continúan en el mismo barrio y los exaltados abren fuego contra un automóvil policial.
Octubre 29 - Persisten los incendios de vehículos y comercios.
Octubre 30 - La policía lanza una granada de gas en el interior de una mezquita de Cliché-sous-Bois y los musulmanes de varios vecindarios salen a la calle en forma violenta.
Octubre 31 y Noviembre 1 - Los disturbios se extienden a otros nueve suburbios donde son incendiados cientos de automóviles, varios negocios, edificios municipales y escuelas. La policía responde con balas de goma y gases lacrimógenos.
Noviembre 2- Los desórdenes se extienden a 20 poblaciones cercanas. La policía y los bomberos son atacados con armas de fuego. Una mujer es bañada en líquido inflamable encendido y debe ser hospitalizada en estado grave. El presidente Jacques Chirac hace un llamado a la calma, que no es escuchado.
Noviembre 3- Un informe de la policía asegura que sus efectivos no perseguían a los jóvenes que resultaron electrocutados. La respuesta es la quema de 520 automóviles.
Noviembre 4 - Arden otros 750 vehículos y los paramédicos que acuden a ayudar a los heridos son recibidos a pedradas. La policía detiene a 200 personas no pudiendo evitar que la violencia continúe extendiéndose.
Noviembre 5 - Los disturbios llegan al centro de París y se expanden por ciudades de toda Francia. 1.295 vehículos son incendiados.
Noviembre 6 - El furor desatado aterroriza a 274 poblaciones. Se queman más de 1.400 autos; 36 agentes de policías son heridos y 395 personas detenidas.
Noviembre 7 - Un hombre de 61 años que pretendía apagar uno de los fuegos es agredido a golpes y fallece poco después en un hospital. Son quemados 1.170 vehículos. El gobierno propone imponer el toque de queda y convoca a 1.500 reservistas de la policía; son detenidas 330 personas.
Noviembre 8 - El Presidente Chirac declara el estado de emergencia que permite aplicar el toque de queda.
Noviembre 9 - La violencia continúa no obstante las restricciones policiales. 617 vehículos quemados en 20 municipios.
Noviembre 10 - Catorce días después de su comienzo los disturbios continúan en la periferia parisina aunque en forma decreciente, tan sólo se incendiaron 400 automóviles.
Según el Ministro del Interior en las primeras 13 noches de asalto han sido detenidas 1.800 personas, la mayoría de origen magrebí y africano
|
|
|
|
El saldo ha sido la destrucción, incendio y saqueo de tiendas, oficinas, escuelas, iglesias, vehículos particulares y de transporte público, varias personas heridas y la trágica pérdida de vidas humanas.
No todo es, sin embargo, resentimiento en los barrios marginales afectados. Algunos cientos de vecinos salieron a la calle pidiendo el cese de la violencia. La madre de un chico de origen árabe, al que estalló una granada de gas lacrimógeno en una mano produciéndole graves heridas, pidió a sus vecinos que no respondieran con más agresión. Hasta el momento son palabras que llegan a oídos que parecen estar sordos.
La promesa del gobierno de invertir en la revitalización social y económica de las zonas marginales deberá traducirse en planes reales, viables y específicos, pero la realidad seguirá chocando contra una sociedad racista que no facilitará la integración de los inmigrantes ni de los franceses de ese origen.
En los barrios habitados por musulmanes el desempleo alcanza niveles muy altos. En momentos de crisis económica los primeros en perder su trabajo son los inmigrantes o ciudadanos de origen árabe o negro.
En BBC MUNDO la periodista Samia Amara cuenta la historia de Sadek, un musulmán francés que vive en París.
Leyéndola podemos entender un poco más algo que no debería haber sucedido, que no justificamos pero que tiene un por qué.
'Sadek recientemente dejó su trabajo repartiendo verduras cerca de Saint-Denis, justo al norte de París. El joven estaba cansado de subir escaleras cargando bolsas muy pesadas.
Sadek, que tiene 31 años, culminó la educación secundaria y por ello aspira a obtener un trabajo mucho mejor.
Sin embargo, él sabe que sus opciones son limitadas.
"Con un nombre como el mío, no puedo conseguir un empleo en ventas", dice.
El trabajo en telemercadeo puede ser una posibilidad. La gente, como no lo vería, ignoraría que tiene raíces árabes. Sin embargo, para ello tendría que trabajar utilizando un nombre falso.
La historia de Sadek resume las posibilidades de empleo que tienen los hijos y nietos de los inmigrantes musulmanes en Francia.
Puede que ellos tengan papeles que los identifican como franceses, pero estos jóvenes saben que Alí y Rachid progresarán mucho menos en comparación con quienes se llamen Alain o Richard.
La discriminación racial está prohibida en Francia, pero una mirada rápida a la gente que trabaja en cualquier tienda u oficina sugiere que es una práctica generalizada en el país. '
|
|
Podría quedar como una historia más si las estadísticas oficiales no le dieran penosa credibilidad.
Mientras el desempleo entre los trabajadores de origen francés es del 9,2 por ciento, los franceses de origen extranjero elevan esa cifra al 14 por ciento sin importar el nivel educativo de los desempleados.
La ONG SOS Racismo viene denunciando casos de patronos que descartan a los aspirantes que han calificado para determinados puestos por el simple hecho de tener nombres extranjeros.
La discriminación por el origen del trabajador está muy acentuada en la hotelería y las ventas minoristas, pero alcanza a prácticamente todos los trabajos aunque no impliquen contacto con el público.
Un informe de SOS Racismo expresa textualmente:
"Algunas compañías creen que para ser responsable del mercadeo de una empresa tienes que tener origen francés y eso incluye con varias generaciones de familia francesa, para poder entender las actitudes del consumidor de Francia". |
|
El escritor y empresario Yazid Sabeg expresó muy bien todo ésto cuando denunció públicamente que en Francia las puertas se cierran si se es árabe.
Esta realidad es experimentada por muchos hijos y nietos de inmigrantes cuando tratan de ingresar a una discoteca o club nocturno.
"La primera vez que el vigilante en la entrada te dice: 'tú no entras', lo aceptas", dice Nadir Dendoune, un periodista de Saint-Denis.
"Pero luego de dos o tres veces, te regresas a casa cargando un bolso de odio sobre tus hombros."
Y cuando no puedes conseguir empleo, Dendoune señala que el abatimiento se convierte en paranoia.
"Cada rechazo -incluso aquel que no tiene motivaciones raciales- afecta tu autoestima. Sientes que nunca conseguirás empleo porque eres árabe." (Publicado por la periodista Samia Amara en BBC MUNDO)
EL FRACASO DE LAS POLÍTICAS DE INTEGRACIÓN
Europa es un polvorín desde que la inmigración escapó del control de las autoridades.
Los inmigrantes no arriban de acuerdo a lo que cada Gobierno desea, sino en base a necesidades de su propio entorno y mientras la brecha entre los países ricos y los pobres se ensanche, menos autoridad podrá tenerse sobre las avalanchas de seres desesperados.
La multiculturalidad que se extiende por toda Europa molesta a los europeos que pretenden seguir ostentando el poder del 'amo blanco'.
Generalmente las políticas de integración se hacen dirigidas al inmigrante 'desarraigado' y no contemplan el impacto de la inmigración en los naturales del país, que consciente o inconscientemente rechazan compartir puestos de trabajo y servicios de asistencia social.
En el caso de Francia, el país cuenta con muchas organizaciones estatales y privadas dedicadas a ayudar a los inmigrantes, entre otras el Alto Consejo para la Integración, el Directorio para las Poblaciones y Migraciones y numerosas comisiones regionales para la inserción de inmigrantes además de numerosas ONGs.
No obstante, la política de integración francesa ha sido un fracaso. A esta conclusión arribó hace ya un año, la organización de control gubernamental, Tribunal de Cuentas. Por entonces advertía que la situación podría provocar 'serias tensiones sociales y raciales'.
La crisis francesa ha traído sobre el tapete aquello de que cuando a tu vecino veas las barbas cortar, las tuyas debes poner en remojo.
Al mismo tiempo que en Francia, en Bélgica, Alemania y Portugal se producían incidentes, con incendios aunque sin disturbios.
En España la situación ha sido analizada y medida en la posibilidad de acontecimientos similares entre su comunidad inmigrante pero no es el único país, los temores a estallidos de violencia se han hecho común a los europeos.
Muchas figuras públicas que reconocen que la escasa integración y la pobreza entre colectivos inmigrantes plantean serios riesgos, han dejado oír sus voces de alerta.
El líder de la oposición centroizquierdista italiana Roano Prodi señalaba en una entrevista televisiva hace poco tiempo, que la pobreza y el desempleo tanto como la decadencia urbana podrían provocar violencia 'Existen terribles condiciones de vida e insatisfacción auque todos seamos italianos' advirtió.
Por su parte, el saliente canciller federal alemán Gerhard Schroeder, preguntado al respecto expresó: 'Creo que deberíamos abstenernos de extraer conclusiones apresuradas y de pronosticar si es posible que ocurra aquí lo mismo& la situación no es comparable'.
Esta opinión fue apoyada por Wolfgang Schaeuble, candidato a Ministro del Interior del gobierno de Angela Merkel, que declaró al diario Bild: 'Las condiciones en Francia son diferentes de las que tenemos nosotros& no tenemos esos enormes proyectos urbanos que están en los suburbios de las ciudades francesas' y advirtió 'tenemos que mejorar la integración, particularmente de la gente joven. Esto significa sobre todo que deben dominar el idioma alemán'.
Quizás el gobierno español deba asimilar de todo ésto otras enseñanzas extraídas de la problemática que vive su vecino en estos momentos.
Ahora la oposición francesa (izquierda) no lo ha dudado y se ha puesto del lado del Gobierno formando un bloque sólido en pro de restaurar la paz en la población. Es probable que después surjan las recriminaciones.
Se debe ser grande para no utilizar estos actos como catapulta política, una grandeza que los partidos españoles no tuvieron cuando el 11M y la lección quedó sin aprender.
Desde Almería, en el sur del norte, a 11 noviembre de 2005