Manifestación por cerveza
Juan Morena Gelabert
Miércoles, ocho y media de la noche. Afuera de la alcaldía.
-¡Qué queremos! -gritó un dirigente élfico.
-Ver muertos a los humanos -gritaron al unísono varios elfos con camisetas en donde se podía leer: "Liberen al planeta de los humanos", "Los humanos son malos elfos".
-No entiendo tu camiseta -dijo Victoria leyendo el emblema "los humanos son malos elfos".
-¿No te parece súper? Mi madre casi llora cuando lo terminé de pintar -sí, porque mostraba a dos humanos matando a un elfo.
De pronto, el sol dio en el rostro del joven y sus largos cabellos castaños (sin caspa pues usaba el shampoo de moda, el que usaba el Bill Clinton élfico), y Victoria quedó enamorada al instante. Era tan guapo a aquel elfo con sus orejas puntiagudas y su camiseta roja sangre.
-Eres divino -dijo Victoria al tiempo que un policía golpeaba a un elfo caído; el agente tenía directivas de mantener el orden a toda costa. El alcalde Smith deseaba hacer las paces con los humanos, después de todo su madre adoptiva era una humana que se había enamorado de un ogro viudo cuando se encontraba de vacaciones en el caribe.
-¡Liberen a nuestro líder José Rodríguez!
José Rodríguez era el cantinero preferido de Harry King.
-¡Sí, libérenlo, queremos emborracharnos! -gritó Harry indignado con la situación-. Queremos emborracharnos cuanto antes, liberen a José Rodríguez de una vez por todas o me obligaré a usar la fuerza; queremos evadirnos de la realidad.
"Maldito spray fucsia" se quejó Harry mientras trataba de pintar el símbolo anárquico en la pared de la alcaldía.
-¡Hermanos miserables, creador de chistes malos! -gritó otro elfo con todas sus fuerzas; estaba ebrio.
Repentinamente, un demacrado ogro con orejeras que le llegaban al suelo salió al cruce de las críticas.
-Perdón& -se excusó Harry cuando vio que pintaba sobre el traje Dior del alcalde Smith.
-Ciudadanos, queremos que la humanidad desaparezca y por eso le estamos lavando el cerebro con nuestras historias absurdas sobre magia pero tengamos paciencia.
-Oiga jefe -dijo uno de los subalternos del alcalde Smith en voz baja-, usted quiere la paz con los humanos.
-Cállate pedazo de imbécil -dijo el alcalde mientras levantaba las dos manos haciendo la V de la victoria.
Otra Victoria, mientras tanto, se enamoraba del rebelde de la camiseta roja& Estaba tan embelesada& se llamaba John y estudiaba en la Universidad Élfica para Superdotados y avanzaba a pasos agigantados, bueno, después de todo era un superdotado.