BURN-OUT
El enemigo encubierto por María Esther Giribone |
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Son los médicos los primeros en explicarles a sus pacientes las consecuencias negativas del stress: que las úlceras, las cefaleas, las coronariopatías, el riesgo cardiovascular, etc., etc. Pero muchas veces los mismos profesionales que predican esos monumentales sermones descuidan su propia exposición y adaptación al particular estrés de la medicina moderna, y desconocen el riesgo de sufrir un trastorno específico de adaptación a la demanda emocional de su trabajo de alta prevalencia entre profesionales de la salud: el Síndrome de Desgaste Profesional, Síndrome del Quemado o Síndrome de Burn-out.
¿QUE ES EL BURN-OUT?
Es un estado de fatiga o frustración producido por la devoción a una causa, modo de vida o relación que fracasó en producir el resultado esperado, se trata de un trastorno de adaptación al stress y demandas emocionales a los que están sometidos particularmente los profesionales que tratan problemas vinculados a personas, con altos niveles de exigencias, como por ejemplo, ejecutivos, docentes, profesionales de la salud.
A TENER EN CUENTA
1º el Burn-Out, no declina tras un período de descanso y reposo.
2º, no se identifica con la sobrecarga de trabajo, ya que por sí solo esta variable no lo provoca, un trabajo escasamente estresante pero desmotivador puede llevar a él.
3º se genera a lo largo de un proceso que puede no identificar el sujeto, ya que evoluciona lentamente y en forma silenciosa. Aquí la negación individual de la situación se vuelve peligrosa.
4º el riesgo de aparición del síndrome no se asocia claramente a variables de personalidad sino a la conjunción de ellas con variables organizacionales y sociales.
5º, El Burn-Out es el último paso en la progresión de múltiples intentos fracasados de manejar y disminuir una variedad de situaciones laborales negativas.
CLINICA
Uno de los primeros síntomas de carácter leve pero que sirven de primer escalón de alarma es la dificultad para levantarse por la mañana o el cansancio patológico. En nivel moderado se presenta distanciamiento afectivo como forma de protección del yo, impaciencia, irritabilidad, cinismo, fatiga, aburrimiento, incapacidad para relajarse, progresiva perdida del idealismo que convierten al individuo en emocionalmente exhausto con sentimiento de frustración, incompetencia, culpa y autovaloración negativa. Los graves se expresan en el abuso de psicofármacos, abuso de alcohol y drogas, robos, conductas violentas y de alto riesgo, entre otros síntomas. Es la repetición de los factores estresantes los que conforma el cuadro crónico, que genera baja de la autoestima, un estado de frustración agobiante con melancolía y tristeza, sentimientos de impotencia, pérdida, fracaso, estados de neurosis, en algunos caso psicosis con angustia y/o depresión e impresión de que la vida no vale la pena, llegando en los casos extremos a ideas francas de suicidio.
Variedad de síndromes psicosomáticos se evidencias: úlceras y patología gastrointestinal, cefalea tensional, contracturas musculares, impotencia sexual, trastornos del sueño.
En el trabajo las consecuencias son notorias: ausentismo, disminución del rendimiento y calidad del servicio, superficialidad, pobre comunicación y dificultades en la relación con el paciente, colegas, cónyuge y familia.
Publicado en la revista DIGA33.
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