Monólogo de una divorciada por Valentina Stewart Casaretto

            Cuando conocí a mi último ex marido y decidí cometer matrimonio otra vez no puedo decir que lo haya hecho engañada como una niña. Intuía donde me metía, y casi podría afirmar que lo hice a conciencia.

            Quizá lo hice alimentada por una veta machista que también supe tener y que me hizo pensar que yo podría hacer algo por cambiarlo. Pero, si a los veinte años creer que uno puede cambiar a otro es de una inocencia aceptable, a los treinta y seis es de una estupidez imperdonable. Hago mías a los 39,  las palabras del poeta: “La inteligencia humana tiene un límite, pero la estupidez es infinita”

            Y todo esto del matrimonio, los roles, los títulos y los programas me mueve a una reflexión: Cómo no van a limpiar las mujeres que están confinadas a la casa!! Si yo estuviera que estar las veinticuatro horas del día en el mismo lugar, con el mismo marido, los mismos chicos rayándome los mismos muebles sería capaz de limpiar hasta mi conciencia. Gastaría la casa de tanto limpiar frustración anónima.

            Firmaría los zócalos impolutos con cincel y martillo así, tal vez mañana, en otra era de la humanidad, los arqueólogos podrían encontrar vestigios del trabajo de las “amas de casa”, extraños entes humanos que solían vivir en cautiverio y cuyo oficio consistía en limpiar infinitamente algo que infinitamente se volvería a ensuciar, con resignación infinita y en el más infinito anonimato.

            Me viene a la memoria una tía mía soltera por vocación inconmovible, con la que una vez tuve una charla inolvidable, le pregunte, ¿Tía, porque no te casaste, si yo sé que tuviste un montón de pretendientes?

            Respondió Ah! Querida Valentina, en mi época los hombres para casarse querían que la mujer fuera una dama en el salón, una cocinera en la cocina y una puta en la cama!

            Y yo inocente le pregunte ¿Y a vos que fue lo que no te gustó?

            Que ninguno quiso pagar los tres sueldos me contestó.

            Pero es tan apasionante….., ¿Qué mujer no se ha sentido apasionada alguna vez por el perfume de una piel masculina?

            ¿Y después no cometió el error de casarse con el hombre entero?

            Yo lo hice y a mucha honra, que hay que ser valiente!!! No es por alimentarme el ego, pero hay que tener cojones, impresiona ver los tres videos, y ni te digo si tenés hijos con cada uno, mi madre al respecto siempre con ese amor materno me dijo:- Valentina, te pido que no tengas más hijos porque tu casa va a parecer un hogar del Iname, todos con apellidos diferentes, tenía razón mi mamá que todo lo sabe, lo que no sabía era de mi corazón valiente y rebelde.

            Ahora llevo una agenda digna de cualquier secretaria importante, imagínense lo que tengo que hacer coincidir para estar un fin de semana sola, es una ecuación matemática, con decirte que según mis cálculos si sigo practicando con el tema de los fines de semana, en cualquier momento a puro cálculo me saco el 5 de oro.

            Y ahora que hablamos del 5 de Oro, quiero decirles que me saqué el 5 de Oro con mis tres maridos, ahora estoy esperando el revancha, que me lo voy a vivir este 2007, porque va a ser un buen año para todos,….según mis cálculos.

            Voy a brindar con cada uno de ustedes lectores sin conocerlos, porque voy a estar sola,  los chicos se fueron con los padres, porque este 2007 viene para las divorciadas con todo, van a empezar a salir hombres de debajo de las baldosas, el juego de la cédula como premio tiene una salida con cualquier cédula que elijas, con la tinta una depilación gratis, con el recibo de la sociedad viene un cheque bono para una cirugía para ti y un chequeo para el auto con una foto de calendario del taller.

            Ven este 2007 se viene con todo, todo va a estar a favor nuestro, así que Feliz 2007 para todas.

(Extractos sacados del libro El amor en los tiempos del Colesterol de Gabriela Acher)