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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 377 - Uruguay, 12 de febrero del 2010 |
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En el marco de la incertidumbre por el futuro del proceso de recuperación económica, el 2010 promete ser un año interesante en el destino político de América del Sur. Con varias elecciones importantes en perspectiva, la tendencia parece marcada hacia una recomposición del mapa político en esa región del planeta, signada por el retroceso de la izquierda y la ascensión real al poder de la centroderecha (léase Chile). Proceso que se iniciará muy pronto ya que en las elecciones chilenas ha triunfado sin discusión Sebastián Piñera. Es posible que se forme una franja del Pacífico, ideológicamente opuesta a las tendencias radicales de gran parte del subcontinente, conformada por Chile, Perú, Colombia e incluso Panamá. Pero no debe olvidarse que Brasil, el gigante suramericano, también cambiará de gobierno en este año y que las encuestas favorecen al centroderechista José Serra, gobernador del Estado de San Pablo, mientras que la ex-guerrillera Dilma Russef, la candidata de Lula Da Silva, no logra atraer a su favor el extraordinario prestigio del presidente brasileño. Tampoco debe echarse en saco roto la perspectiva de que el chavismo sufra un duro revés. En la República Bolivariana de Venezuela en las elecciones legislativas, dado el crítico estado de la economía de ese país y el descontento de amplios sectores de la ciudadanía, a pesar de que Hugo Chávez dice que continuará gobernando 11 años más. La historiadora, ex-chavista Margarita López Amaya resume la situación de su patria diciendo que: “El Proyecto bolivariano ha pasado de una democracia participativa a un socialismo del Siglo XXI que, en lo fundamental, es un estatismo burocrático y autoritario que se nutre de los ingresos del fiasco petrolero” Además, en Paraguay su presidente Fernando Lugo, agobiado por escándalos morales, podría enfrentar un juicio político promovido por la oposición, siguiendo en parte el modelo hondureño. En Colombia donde también habrá elecciones, no parece que el sector en el poder pueda sufrir un revés a manos del partido de izquierda Polo Democrático o del Liberal, aún si el presidente Álvaro Uribe decide no presentarse en los próximos comicios. Sin embargo, el enigma acerca de su posición y sobre la suerte del referendo que autoriza su tercera elección en línea, afecta un proceso que en otras circunstancias ya tendría un camino definido. Estos posibles cambios políticos en Suramérica, no implican una descalificación de los gobiernos de izquierda moderados, pues hay consenso en que el desempeño de Chile, aún gobernado por esa tendencia, Brasil y Uruguay son un ejemplo en el respeto a los derechos humanos y a las instituciones democráticas, como en el manejo de los temas económicos y la lucha contra la pobreza en un par de años especialmente difíciles. Pero tan sólo Uruguay ha reelegido el modelo que le funcionó bien con el presidente Tabaré Vázquez. Todo está por verse en Chile y Brasil, países que podrían encabezar el cambio político suramericano. Aunque parezca extraño, se trata de una tendencia positiva, pues significa que el subcontinente se está cansando de los ideologismos y busca de manera más pragmática a mandatarios que puedan resolver los problemas nacionales colocando el bien común por delante de los intereses partidistas. Quizás esto pueda interpretarse como un destello de madurez en las democracias suramericanas. ¡Hasta el próximo encuentro…!
© Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay
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