BIODIESEL: Un negocio rentable o una forma de engañar a incautos. * Alvaro Kröger

La aparición en escena del este biocombustible ha generado en el público una enorme expectativa. Estas expectativas, se han traducido en reacciones disímiles en diversos ámbitos.

Por ejemplo:

• Los ambientalistas han encontrado un nuevo argumento para seguir hablando sobre el descuido del medio ambiente y de las ventajas que trae el uso de biodiesel.
• La clase política, que no puede quedar fuera de tono, presenta proyectos para impulsar su utilización, demostrando que son sensibles al cuidado del medioambiente.
• Los agricultores, que ven una forma de mayor demanda de materia grasa lo que aseguraría un mejor precio de los granos oleaginosos. Otros, del mismo gremio, que analizan proyectos de inversión para elaborar sus granos, separando el aceite a9que destinarían a biodiesel) de los expellers, dándole mayor valor agregado a sus cosechas.
• Los genetistas que ven un filón para desarrollar una nueva semilla con un contenido genético, que permita lograr granos de oleaginosas con mayor contenido de aceite.
• Algunos periodistas, que hacen notas propias sobre el tema, muchos de ellos, sin conocer mucho de lo que publican.
• Los antiimperialistas que sostienen que con el biodiesel nos liberaremos del yugo que imponen las multinacionales petroleras, etc.

Así podríamos continuar analizando las diversas intenciones y opiniones que se expresan sobre este producto, cuyo uso ha sido impulsado desde las naciones mas avanzadas del planeta.

Pero la razón de la opinión de esta nota, está asentada sobre el peligro que presenta una nueva fauna humana, que germina, crece y florece, asentada sobre el desconocimiento de mucha gente sobre el tema del biodiesel. Es aquella que pretende hacer negocios con la futura fabricación del producto y que por medio de explicaciones engañosas vende equipos, o propone negocios que concluirán en que supuestas inversiones, y que terminan siendo gastos improductivos.

Para conocimiento del lector, el motor diesel funcionó, en sus inicios, con aceite vegetal, tal cual se obtenía al ser separado de la materia seca de la semilla, sin ser transformado en biodiesel. Es decir, que el aceite empleado, contenía toda la glicerina que en origen contienen los productos grasos y no tenía alcohol. Sin embargo los motores marchaban bien. El negocio no funcionó porque el combustible aceite vegetal, era caro (por ser un producto comestible) y de limitada producción, frente a una demanda importante.

En el desarrollo de motores que se usasen para el campo, las gasolinas se consideraban caras. Por ello en las primeras etapas de motores en el campo, se usó el agricol (que era una mezcla de base kerosén, con algo de nafta). Ambos eran subproductos del petróleo, que en su origen, era sumamente económico comparado con el aceite. Luego aparecieron los motores a diesel y gasoil. Los motores a gasoil se fueron perfeccionando cada vez mas y hoy son tan poderosos y competitivos como los mismos autos a nafta. Pero estos autos no podrían ser usados con aceites porque no resistirían, la acumulación de formación de carbones, que se podrían producir, debido a las impurezas de los aceites vegetales, o a la misma glicerina que los aceites y grasas contiene.

Para ello en los distintos países donde se impulsó y se impulsa el uso de biodiesel, como complemento y sustituto parcial del gasoil, el producto para llamarse biodiesel debe ser elaborado en base a Normas de Calidad, que, si bien tienen algunas diferencias entre si, en general contemplan, que el producto se ajuste a una gama parecida de exigencias. De lo contrario no es biodiesel. La elaboración de biodiesel y el cumplimiento de sus normas, requiere de inversión y de la instalación de todo un equipamiento, para el tratamiento físico-químico de la materia grasa a emplear, que tiene cierta complejidad. También de controles serios y de la consideración de que, el proceso de su fabricación, no genere efluentes contaminantes.

Pero en Argentina han aparecido algunos magos de la ciencia de la prestidigitación y el engaño, que aseguran que con muy poca inversión de dinero se puede fabricar biodiesel a precios inferiores al que tiene el gasoil y con esto bajar el gasto de explotación: Para ello argumentan:

"Si uno mismo se produce el aceite, el biodiesel es baratísimo". "A las aceiteras, el aceite les queda como ganancia neta". Lector: El aceite tiene un costo y un precio. O lo transforma en biodiesel o lo vende a una refinadora o exportadora de aceite. No es verdad que sea gratis.

• "Al precio del gasoil, usted con un aceite gratis tiene un combustible de muy bajo valor". Lector: Primero le comparan solo el valor de los insumos sin IVA, necesarios para hacer la reacción primaria (transesterificación), y no le tienen en cuenta el precio del aceite. Luego le dan el precio del gasoil con el IVA incluido. Toda una comparación malintencionadamente errónea.
• "Hacerse el biodiesel es algo sencillísimo, solo se necesita un pequeño reactor". Lector: Esto no es verdad. Solo logrará tener un éster que no cumplirá con las normas y le quedará un residuo graso (ácidos grasos, mas glicerina, mas metanol) que no tendrá compradores.
• "La glicerina que le quede tiene un valor de mercado de casi un dólar el kilo". Lector: Tampoco eso es verdad. Lo que le queda es una glicerina compleja que no podrá vender.
• "Con el biodiesel que obtenga, no va a tener problemas en ponerle un 5% al gasoil" Lector: Esto es parcialmente cierto. Usted no verá problema en motores en el corto plazo, pero aparecerán los problemas en el largo plazo. Tampoco tendrá problemas en los motores, en el corto plazo, si le pone el 5% de aceite vegetal al gasoil. Y se evitaría así: 1) el gasto de transformarlo en biodiesel; 2) no se complicaría fabricándolo; 3) quedándose con la glicerina como un efluente complejo.
• Por Internet se anuncia la fabricación del biodiesel con recetas mágicas, anunciando que "Luego de la reacción aparecen dos fases. Una de biodiesel y otra de glicerina". Esto es engañoso ya que lo que aparece en la fase superior es un éster y en la parte inferior es una mezcla de glicerina, sales, alcohol y otros productos. Lector: Si usted no sigue procesando el éster hasta que se transforme en biodiesel, no cumplirá las normas. Si no sigue tratando la glicerina simplemente decantada, tendrá mermas y costos importantísimos y un efluente graso de muy difícil colocación.

Estas malintencionadas desinformaciones, hacen que mucha gente se entusiasme con la idea de grandes negocios novedosos, de un supuesto gran futuro, y adquieran equipamientos que no solo no le brindarán lo que les prometen sino que transforman sus ahorros en un gasto. Todo esto, los defraudará y hará que desdibujen el verdadero valor que tiene el biodiesel ya sea como combustible de menor contaminación como de un lubricante vegetal que aumenta la lubricidad del gasoil.

Una posibilidad hoy, es la fabricación de biodiesel con destino a la exportación; pero los negocios internacionales requieren que se cumpla con normas de calidad previamente pactadas y esa exigencia es irrenunciable, tanto al momento de convenir el negocio como el de tener que pagar el importador el producto, previamente analizado.

La realidad interna es, que a la vista de la nueva Legislación en la que se impulsa la incorporación obligatoria de un 5% de biodiesel en el gasoil, a partir del cuarto año de sanción de la Ley, conviene que las personas interesadas en incursionar en futuras inversiones, se hagan algunas preguntas:

• Quién tendrá la obligación garantizar la incorporación de biodiesel en el gasoil?. Las distribuidoras o los consumidores?.
• Los que tengan la obligación de garantizar que el gasoil contenga el 5% de biodiesel, lo fabricarán o lo comprarán?. Suponiendo que los garantizantes de esa mezcla decidan comprar el éster que salga de esos procesos primarios o van a exigir que al proveedor que cumpla con la norma ASTM?
• Cuanta materia prima (aceite o grasa), será necesaria anualmente para satisfacer la demanda nacional?. Cuanto produce el País y quién y a que precio se comercializará esa materia prima?.
• Quién instale una planta de biodiesel, puede disponer con absoluta certeza, de la materia prima, aceite o grasa, en el mercado interno?.

Estas preguntas y seguramente otras más, son necesarias tener en cuenta al momento de escuchar ofertas de negocios para la fabricación del biodiesel.

Es verdad que en Uruguay cosas que parecen imposibles se hacen realidad y lo que hoy parece un gran negocio mañana se trasforma en una mala inversión, solo por decisiones políticas: Desde la ilusión de la Independencia económica al país empeñado hasta el tuétano; de la inflación cero a la devaluación desenfrenada; de las vedas al consumo de carnes a la prohibición de exportarla; la de la hiperinflación a la sobrevaluación; la de la de no pagar la deuda externa a la de cancelar anticipadamente la del Fondo; la de los precios libres a la de los precios máximos; la recarga algunos productos con altos impuestos a la de la que otorga altos subsidios a otros, etc. Pero si miramos el tema de la fabricación del biodiesel con un criterio serio y responsable, es menester informar al público con un criterio similar.

El biodiesel es un producto noble y seguramente dará lugar a un desarrollo en muchos aspectos. En la línea de los combustibles y también de los lubricantes; en el de las semillas genéticamente desarrolladas; en las fábricas de extracción de aceites y en las grasas; también en el aprovechamiento en la trasformación de algunos ácidos grasos de bajo valor; y en la de fabricación de biodiesel con materias normales, en la construcción de Plantas de Proceso, y en una gran gama de negocios mas. Pero es menester que no se desvirtúen sus condiciones, produciendo frustraciones en muchas personas que con el ánimo inversor, son avasalladas con informaciones mentirosas y terminan siendo abusadas en su buena fe.