Hoy Sí, Mañana “Ni” por Consuelo Pérez

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         El camino por el que ha transitado invariablemente este gobierno en materia de promulgación de Leyes, Decretos, normas o decisiones que atañen tanto a lo político como a lo físico, institucional o legislativo ha sido contradictorio, improvisado, con continuas idas y venidas.

         Esa permanente vaguedad conceptual, inconsulta con los actores del caso en todas sus decisiones, e invariablemente vacía en sus logros, esa falta de certeza y probidad a la hora de legislar, hace, de alguna manera, que yo me anime a hacer un análisis parcial del tema, sanguíneo quizá, pero como hay cosas que “rompen los ojos”, por lo menos no me quedaré con la sangre en ellos...

         Diré también que es poderosamente llamativo, aunque no inentendible a la luz —o a la sombra— de las amenazas de hace un tiempo atrás por parte del “presidente de todos”, que la prensa sea tan contemplativa y complaciente con las continuas marcha atrás y flagrantes contradicciones a las que casi nos hemos acostumbrado en estos patéticos cuatro años y pico. Que se manifiestan en las cosas chicas y las cosas grandes. En eso sí se es coherente!

         El mazazo propiciado a los trabajadores con la herramienta del IRPF no sólo anestesió a los que fuimos golpeados. Parece que también confundió a sus ideólogos, que no supieron explicar y justificar por qué era un impuesto “a las rentas”, y, ante la evidencia de sus múltiples errores, Danilo mediante, empezaron a toquetearlo...

         Algunas leyes que no tienen tanta prensa, quizá por referirse a aspectos más técnicos, como la de Ordenamiento Territorial, se encontraron luego de su promulgación y entrada en vigencia, con que no se podían aplicar, y las Intendencias comenzaron a manifestar que no harían uso de las “potestades” que esa ley les da. A no ser la de Montevideo y Maldonado, claro, que dijeron “NI”, por las dudas, y vaya uno a saber con que fines...

         El presidente se dedicó a “vetar” ideas, o leyes defendidas por su propia fuerza política(?!), y ahí nos encontramos con la de Salud Reproductiva. O en otro orden de cosas, con la que se refiere a los seguros por accidentes camino al trabajo, también objeto de marcha atrás, con el enojo del SUNCA y el PIT-CNT.

         Los muy gordos o muy flacos ya no tendrían problemas, pues se había legislado la obligación de tener todos los talles en las estanterías de las tiendas, o “boutiques”. Pero no corre más, hubo marcha atrás, y ahora si no hay talle, hay que reclamar por la vía de la justicia. Con el riesgo o certeza de que cambie la estación, claro.

         No hablaremos de las leyes que no tuvieron marcha atrás en su obsecuencia, y que tuvieron o están teniendo resultados catastróficos: humanización de cárceles, enseñanza, salud...

         En alguno de estos casos se ha sembrado un virus peor que el de las de las computadoras, y que ya comenzó a actuar, y cualquier usuario, alumno, paciente o lo que corresponda lo puede sentir en carne propia.

         Es que la cosa parece transitar al decir del propio oficialismo, entre lo “ideal y lo posible”. Primero se legisla en función de lo que se entiende como “ideal”. Luego, ante la realidad ya mancillada y modificada, se retoca, se “corrige”, hasta llegar a “lo posible”. Por lo general, una realidad preexistente desmejorada, achatada, emparejada hacia la mediocridad o el vacío de implementación o reglamentación, según los casos.

         ¿Es de esta metodología y sus resultados de lo que se ufana el presidente en sus multitudinarias” rendiciones de cuentas”? ¿Es este procedimiento “al boleo” el ensalzado cuantitativamente por la prensa cautiva cuando habla de record en “cantidad” de leyes aprobadas?

         Decisiones individualmente cuestionables son promocionadas con alharaca y algarabía. Tenemos el caso de dos proyectos complicados en sí mismos, que juntos físicamente, se invalidan aún más: en efecto, el egoísta y desproporcionado capricho de invertir 20 millones de dólares —20 liceos nuevos— en la terminación de la “Torre Ejecutiva” para mudar la presidencia, deja vacío un local que como el que se va es médico, se transformaría en HOSPITAL!!.

         Entre otras cosas, porque dijeron que está en una zona “tranquila”. Al lado de un nudo circulatorio muy complicado, claro. Esta semana escuchamos en los medios que la Intendencia aprobó la construcción de un “Shopping” frente al futuro hospital de Vázquez, y la ejecución de dos torres de 75 mts. de altura al lado. Para evitar ruidos y embotellamientos supongo que quizá se prohíba ingresar a la zona en vehículo, pero esa condición debe venir en el complemento. O en alguna marcha atrás.

         O quizás, si seguimos cayendo al vacío, y gana Mujica, la zona se transforme en chacras. Habrá que esperar...

         Cosas del “progresismo”...

© Consuelo Pérez

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