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Año IV - Nº 255
Uruguay,   12 de octubre del 2007
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No me rompan los huevos
Graciela Vera
por Graciela Vera
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           Y no los rompan porque los huevos están de fiesta y con ellos quienes disfrutamos de su delicioso sabor en la cocina de todas las culturas.

            Es el Día Internacional del Huevo, al menos para más de 150 países donde los huevos no se rompen… o se rompen para preparar con ellos deliciosos platos y darles el sitial que las malas lenguas le habían sustraído.

            Porque decían que la yema del huevo tiene un alto contenido de colesterol ¡veneno puro si fuera cierto! y callaban que también tiene ingredientes, y en dúo, que previene las cataratas, la degeneración macular o el daño a la retina.

            Y con esta última reseña y desconfiando de la primera que ya ha tenido sus buenos detractores, aplaudo al huevo en su merecido Día Internacional.

            ¡Señores!, que nadie le rompa los huevos a nadie este 13 de octubre porque su Majestad el Huevo tiene este día todo nuestro beneplácito.

            Seamos humanos, por una vez seamos contradictorios con licencia para serlo y rompamos huevos para preparar los platos con los que celebraremos tan magna fecha.

            Y no me vengan a romper los huevos con eso de que el huevo no es saludable cuando somos nosotros quienes elegimos, prefiriendo el frito al cocido y al poché.

            Fijaos que a pesar de ser uno de los alimentos más completos para el ser humano por su alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales, especialmente recomendado para niños y adolescentes en fase de crecimiento, embarazadas, ancianos,  enfermos y personas  en general,  y a pesar de ser la fuente de proteínas más perfecta de la naturaleza, sigue teniendo buena parte de la prensa casera en su contra.

            ¿Y porqué?

            Quizás por el mito que se ha creado a su alrededor sobre el colesterol.

            Un exagerado temor al colesterol que por los años 70 redujo considerablemente el consumo de huevos en los países occidentales, más por persuasión indocumentada que por razones valederas ya que los alcances  del consumo de huevos en los niveles de colesterol sanguíneo fueron  medidos por aquella época, en forma tendenciosa.

            Interesadamente o por desconocimiento se llegó a la conclusión que los 265 mg de colesterol que suele contener un huevo y que es el equivalente máximo que debe con sumir una persona sana al día lo hacía un alimento sumamente insalubre pero resulta que–más que nada rompiendo todos los huevos de la canasta- no se tuvo en cuenta que la presencia en el huevo de compuestos como la lecitina bloquean la absorción del colesterol dándole un vuelco a la yema , perdón, al asunto y haciendo que su consumo moderado sea muy saludable.

            ¿Nos hemos puesto a pensar que quizás haya sido de los primeros alimentos de que dispuso el ser humano? Mucho antes, no lo dudemos, de que la primera ave hubiera sido domesticada.

            El 13 de octubre el huevo, ese mismo que sirvió a Colón para demostrar que todo es posible y sólo hay que pensar en como hacerlo; ese mismo que solemos mentar en más de un proverbio; ese que pido por favor que no rompan… bueno, el huevo como tal celebra su día.

            Un día muy especial promovido por la International Egg Comission, y del que los mexicanos salen como campeones absolutos en el consumo de huevos frescos con 22.1 kilogramos per capita al año.

            ¿Y nosotros?

            Ha llegado la hora de dejar de romper los huevos con tantos remilgos y probarlos en sus cientos de variedades culinarias… con jamón, en salsa, al nido, escalfados, rellenos, rebozados y utilizados para rebozar, montuleños, al hoyo, a la extremeña, a la florentina, a la flamenca, duros, fritos, y me voy a romper huevos junto a una sartén y con un trozo de pan fresco pronto para mojarlo en la yema bien blanda….

            ¡No me rompan los huevos con eso de que los huevos deben racionarse!

            A celebrar todos el Día Internacional del Huevo y disfrutar de sus cualidades (ver)

Almería, en el sur del norte, 12 octubre 2007

 
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