Año II - Nº 104 - Uruguay, 12 de noviembre del 2004

 

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HOTEL COMERCIO
por Néstor Rocha

 

Castillos a principios del siglo 20 contó con dos importantes hoteles: COMERCIO y ORIENTAL.
En el presente - comienzo del siglo 21- en la misma calle, manzana y a una decena de metros del lugar original del ex Hotel Comercio existe actualmente el Hotel "A Mi Gente" que en un principio se llamó "Comercio" con otras dimensiones, estructura edilicia y de dos plantas adecuado a los tiempos que transcurren. El inicio preciso de las actividades del Hotel Comercio se desconoce; retrotrayéndonos en el tiempo logramos determinar - por ahora - que uno de los primeros dueños fue Salomé Pascal que lo había adquirido a otro propietario, y por el año 1925 fue propiedad de la sociedad Juan Ángel Coronel y Juan Matta Da Rosa.
En 1926 fallece Matta Da Rosa y el Hotel tuvo como único dueño a Juan Ángel Coronel por varias decenas de años y este comercio de alojamiento estuvo emplazado precisamente en la esquina de las calles Acosta (actualmente J. A. Lavalleja) y Molina (hoy Dr. Pedro Ferrer) de la ciudad de Castillos.

Si nos ubicamos en la década del 1920-1930 existieron numerosos comercios importantes por ejemplo: "Rubio Hnos. Y Cía.", "Almacén, Ferretería y Acopios de Frutos del País de Simón Otero",
"Almacén, Ferretería y Bazar LA HONRADEZ" de Claudio Acosta, "Venancio Lujambio & Cía.", "Sastrería González" de Ciriaco González ó "Sastrería Vilizzio" de Miguel Ángel Vilizzio, Confitería "La Uruguaya" de Héctor Vega, el comercio de Rubio Pendás y Rubio Latorre, "Casa Díez" de Díez & Cía. , Sociedad Fomento De Castillos, "Platería, Relojería, Joyería y Talabartería" de Félix Mozo, la tienda "El Progreso" de Suaya Hnos. , Remates Ferias "Lujambio & Michelena" ó "Las Palmas" de Gorosito, Olivera y Taylor; Farmacias "De Castillos" de Francisco Failache, "Nisivoccia" de Horacio Ferrer y Héctor Nisivoccia; Fábrica de Gaseosas de Barone & Cía, "Parque de Recreaciones" de Miguel Araujo, etc.
Esta enumeración muestra una importante actividad comercial y los dos hoteles de Castillos satisfacían los requerimientos de hospedaje de visitantes que provenían de las zonas rurales de Castillos, del Departamento de Rocha, la capital nacional y el resto del país.

El Hotel Comercio disponía de unas veinte piezas para atender el alojamiento siendo la Mucama la señora Nila Zalayeta madre del pintor castillense Miguel Zalayeta, un salón comedor siendo la responsable de la cocina Ignacia Lascano y la ayudante Célica Cambre, los mozos eran Generoso Silvera y Lavalleja Cardoso; la heladera era de madera utilizándose las barras de hielo de la fábrica de Carmelo Barone para mantener las bebidas y los alimentos frescos además de contar con los refrescos que elaboraba este fabricante. En este salón comedor se pintó en sus paredes motivos de los palmares butiá y la Fortaleza de Santa Teresa recreado por un violinista y actor de circo de apellido Varela. En esa época los vehículos automotores eran escasos y los medios de locomoción consistían en carros, sulkys, carretillas o carros de cuatro ruedas, carretas o simplemente a caballo y para ello contaba con una caballeriza que estaba ubicada en lo que hoy es la calle Olivera y Colón, el responsable de este servicio del Hotel fue Blanco Fernández.

El Hotel Comercio no sólo brindó los servicios de hospedaje y comedor, se realizaron actividades artísticas musicales, despedidas de solteros, exhibición de películas de la época del cine mudo, peleas de gallos de riñas donde se apostaba fuerte y las referidas aves eran de Artigas Pérez, Franco Puñales, el taxi metrista Héctor Pezzuto y Julio Pezuto entre otros.
Hasta se efectuaron operaciones quirúrgicas a cargo del Doctor Cosme Correa con la asistencia del Enfermero Mauro Núñez adecuándose una de las habitaciones a estos efectos cuando Castillos aún no contaba con un Hospital como el actual, simplemente era un centro asistencial de primeros auxilios.
El hotel cumplió hasta funciones financieras semejantes a una casa bancaria: Efectuaba préstamo de dinero a cuenta del cobro del ganado, cueros o lana vendidos. Recibía dinero de sus numerosos clientes para pagar cuentas o adquirir mercancías que se enviaban por los correos rurales de la época. A rasgos generales y sobre la base de los datos recopilados esta es la historia de aquel Hotel Comercio que estuviera ubicado como lo señalara al principio de este relato en la esquina de las calles J. A. Lavalleja y Dr. Pedro Ferrer.

NÉSTOR ROCHA - CASA AMBIENTAL.