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No importa la gente,
solo importan los números
por Jaime Mario Trobo
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El gobierno del Frente Amplio, que se ha vendido como sensible en cada una de sus acciones desde el comienzo hasta hoy, tiene graves pecados de insensibilidad que no podemos dejar pasar.
Uno, el más reciente, es la batería de medidas que ha desarrollado con el solo espíritu de “tocar” el IPC, que no es lo mismo que bajar la inflación, aún cuando lo quieren vender como tal. La desesperación para que no aumente el mencionado índice, tiene por objeto evitar la “catástrofe” que les significaría modificar el régimen de aumento de salarios. Han jugado con el presupuesto público llevando el gasto mas allá del limite de lo prudente y responsable, han sometido al sector privado a acuerdos salariales que hoy están descoordinados de la realidad económica, y quieren artificialmente con una buena propaganda administrar los precios de ciertos productos o servicios para que el IPC no supere cierto nivel.
Su preocupación no es bajar la inflación, es que la irresponsabilidad a la hora de gastar los condene a desatar aun más el gasto.
Entonces han puesto en marcha una serie de medidas de intervención, ambientadas en el marco de una propaganda que satura, identificando culpables del aumento de los precios en la especulación, cuando en realidad algunas subas son estacionales, otras resultado de la situación del clima, en fin las que cualquier economía debe soportar. Frente a estas subas las familias y las empresas deben adecuar y adaptar sus consumos.
Como ejemplo, cuales han sido las soluciones.
Solución 1; bajar el IVA de los productos de granja, que por otra parte cuando se les impuso en la “reforma tributaria” dijeron que no significaría un aumento de los precios. En realidad no lo bajan solo a los productos nacionales, sino también a la eventual importación lo que derriba la única protección que nuestros granjeros tienen que deben competir con costos uruguayos y precios del mundo ( en realidad aquí esta el propósito, importar sin impuestos)
Solución 2; Habilitar al mecanismo de compras que tiene el estado a hacerlo por cuenta de privados, aún en el exterior, lo que supone “meter” al estado en un tema que nada tiene que ver con su función, una medida de neto corte interventor y estatista de las viejas del socialismo real.
Solución 3; Desgravar de IVA a carne picada elaborada especialmente y fijar su precio de venta al publico en las carnicerías.
Solución 4; Habilitar a las Intendencias a comprar productos por este mecanismo o importarlos para venderlos ellas mismas. Una receta que renueva la caduca formula de los expendios, por ventura hoy inexistente.
Todas estas medidas y otras, a las que una ley discutida como es habitual en 24 horas, habilito al Poder Ejecutivo a ejecutar, tienen por único objeto incidir en los números del IPC, no en la inflación. Y el propósito “sensible” del gobierno es no aumentar salarios.
Se ha montado un gran teatro, se han identificado los culpables, se han dispuesto las medidas voluntaristas y se pretende aparecer ante la población con un hálito de bondad que en realidad no es tal. Mientras tanto hay quienes todavía creen, que desde los despachos de los burócratas se puede dominar la economía, sin prestarle atención a la realidad a la producción y al trabajo.
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