Tabaré tiene aceptación… ¡Pero él no corre!
por Aquiles Diggo
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Ha quedado patente en la retina de quien sepa ver, la compleja situación en que se encuentra el votante frenteamplista.
Viendo el desarrollo de los acontecimientos del sábado 7 de marzo, no sabrá a qué atenerse luego que se dirima la candidatura única en las filas de su diseminado partido.
Porque si bien es cierto que todavía en conjunto, el partido presenta un conglomerado de participación popular bastante ostensible, también es cierto que representa esa condición, porque, para éste acto aunaron sus fuerzas todos los jerarcas que otrora estaban unidos.
Pero hay un detalle importantísimo.
El que movilizó toda esa concurrencia, que por otra parte no fue tanta, si tenemos en cuenta que la convocatoria apelaba a TODO EL PAIS y 100 ómnibus mediante, trajeron a la mayoría de los concurrentes, lo que las movilizó, repito, fue la presencia como orador principal y único, de Tabaré Vázquez.
Sería pues, el Frente Amplio un rival de peso ante la oposición, si esta persona fuera el candidato único.
Pero, ¡hete aquí que no es ni siquiera candidato, entre los posibles que se postularán en las internas del partido!
De modo que, José Mujica, Danilo Astori, y Marcos Carámbula, se disputarán entre sí, el privilegio de ser quienes carguen con ese título.
A mi entender, y también al del rebelde Mujica, él será en definitiva, el único candidato que llevará en estas venideras elecciones el Frente Amplio.
Ahora bien, pongámonos en la cabeza de los votantes que optaban por Astori o por Carámbula, y el Frente Amplio les ofrece la persona de Mujica como único candidato.
¿Qué decidirán?
¿Votarán a Mujica, que por ser la antítesis de Astori, o de Carámbula, representa todo lo contrario de lo que pretendían al preferir a éstos últimos?
¿Sacrificarán su entendimiento y su preferencia, en aras del triunfo de su partido?
¡Sí, es cierto que apoyó con su presencia, junto a muchos como él, el acto del 7 de marzo, ¡pero Mujica no es Astori o Carámbula!
¡Y mucho menos, Mujica es Tabaré!
¡Ninguno de ellos, que se sepa, ha sido procesado por hurto, ni ha asesinado a alguien por la espalda!
¡Dejemos de lado su deprimente apariencia física, aunque para muchos es importante!
Después de todo, pensará: ¡Yo que no soy frentista de toda la vida, yo que antes era colorado, o blanco, o socialista, o independiente, o demócrata cristiano, qué voy a hacer votando a este hombre!
¡Entonces empezará el lógico, definitivo y final desbande!
Todo comenzó, con la rebeldía de Mujica a la directiva de Tabaré Vázquez, que creyéndose dueño de las voluntades individuales ambiciosas de sus “compañeros” les quiso imponer la fórmula Astori-Mujica.
El desbande comenzó como una fuerza centrífuga imparable, desde dentro de filas del propio Frente Amplio.
Ahora, luego de junio, el desbande será mayor.
¡El Frente Amplio como fuerza aglutinada de sectores de izquierda, ha sido desbaratado por sus propios integrantes!
¡Una vez más, la codicia, rompió el saco!
Lo que había hecho fuerte y triunfal al partido, se desvaneció en la arrogancia de unos y la impotencia venal de los más.
Como había sucedido con los partidos tradicionales, el Frente Amplio se quedó sin líderes.
¡Otra vez se da el paradójico caso de que el hombre con más aceptación popular fuera relegado y con ello, también un partido, renunciara al posible triunfo electoral!
¡Porque si bien hay que reconocer que Tabaré Vázquez, inmerecidamente tiene una aceptación popular mayor que todos en sus filas, José Mujica en ese sentido no le llega ni a los talones!
Todavía dentro de filas, el Frente Amplio, tiene entre sus seguidores un numeroso contingente de personas intelectualmente capaces.
¡Me niego rotundamente a creer “que por la camiseta”, se carguen y nos hagan cargar a todos con ese espanto de pesadilla!
Quizá los “cerebros” de la cúpula del partido, resuelvan luego de las internas, integrar todas las listas con Tabaré como el primer candidato al senado.
Esto ya hace meses se había barajado.
¡Es un poco, como insertar a modo de la reliquia de un santo, un pedazo de su popularidad, para no perderla del todo!
¡Pero no servirá de nada!
¡Aunque Tabaré dejara que usen su nombre, nadie se cree, que sentará su orgulloso currículo, en un sillón de senador, después que lo sentó en el de presidente!
Todos los frentistas lo conocen y saben que sería una artimaña más de sus tejedores de sueños.
¡Sería su última “engaña pichanga”!
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Gentileza de: Uruguay Perdido |
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