Miembro de
Proyect Sindicate apdu
       
 
separador                                          Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
              
     
Google Buscar en la

 
Año V Nro. 329 - Uruguay, 13 de marzo del 2009   
 

 
historia paralela
 

Visión Marítima

 
 
 
separador
AY PRESIDENTE!!!!!!!
Helena Arce
separador
Bailando por un voto
Raúl Seoane
separador
Honestamente, me harté!
La Ciudadana
separador
La democracia entre la propiedad privada y la cosa pública VI
Pablo Martín Pozzoni.
separador
  El Padre Mateo Méndez Paga los Platos Rotos
Beto Pignataro
separador
Cuatro años de gobierno
Jorge Azar Gómez
separador
Imposición peligrosa
R. Carmona-Borja
separador
Uruguay y el F.M.I.
Cr. Ricardo Puglia
separador
  El Plan Ceibal y su Talón de Aquiles
Dr. Marcelo Gioscia C.
separador
China: Gasto militar al alza
W. Daniel Gorosito P.
separador
De eso no se habla
Rodrigo Blás
separador
BQB, Arma mortal 1
Ricardo Garzón
separador
 

 

El Fondo De Los Impuestos
Robo legalizado
por Eduardo García Gaspar

 
separador
   
mail
mail Contactos
pirnt Imprimir Artículo
 
 

         En una entrevista por la radio no hace gran tiempo, Cuauhtémoc Cárdenas dijo que quienes tuvieran más ingresos deberían pagar más impuestos, concretamente tasas o porcentajes mayores a los de los impuestos pagados por otros con ingresos inferiores.

         El concepto es repetido con frecuencia y dado como cosa obvia, natural y lógica. Mi intención en este ensayo es poner en tela de juicio esa idea (para lo que utilizo en parte la obra de Rothbard).

         Todo empezó, quizá, con Adam Smith. La influencia del escocés es indudable. En una de las partes de su obra estableció lo que fue tomado como la serie de cuatro cánones sagrados que los impuestos deben tener. Tres de ellos son descartados por M. Rothbard, el célebre economista, como banales, pero uno de ellos merece total atención.

Los ciudadanos de cada estado deben contribuir al soporte del gobierno en una proporción tan cercana como sea posible a sus respectivas habilidades; esto es, en proporción con el ingreso que ellos respectivamente gozan bajo la protección del estado. El gasto del gobierno a los individuos de una gran nación es como el gasto de una gran propiedad, los que están todos obligados en proporción a sus intereses en el estado.
         Este párrafo (traducción mía) de Smith establece la idea de la proporcionalidad de los impuestos. El problema es, como dice Rothbard, que es “desesperantemente confuso”.  Usa dos criterios para la proporcionalidad de los impuestos: la capacidad de pago y el beneficio recibido, que son muy diferentes y, por tanto, hacen a la idea de la proporcionalidad un concepto poco inteligible.

         • Capacidad de pago es uno de los criterios de Smith y se pensaría entonces que quien tenga más ingresos ¿o patrimonio? debe pagar más. No discernir entre ambos es confuso. Alguien con gran patrimonio puede tener escasos ingresos y viceversa. O personas con amplios ingresos pueden enfrentar gastos, médicos por ejemplo, o inversiones en proyectos, que los reduzcan significativamente.

         La mala herencia de esta confusión se amplía con otra variable, la tasa de impuesto. Si ella es un porcentaje igual para todos se cumple la proporcionalidad. Una persona con ingresos de 1,000,000 pagará 100,000 de impuestos si la tasa impositiva es de 10%; y otra persona que gane 10,000 pesos pagará menos, sólo 1,000 pesos. La condición de Smith se cumpliría así.

         Pero también se cumpliría de otra manera, con tasas progresivas. Si ese mismo que tiene ingresos por 1,000,000 está sujeto a una tasa del 20%, sus impuestos serían de 200,000; y si la tasa de impuestos del que gana 10,000 es de 5%, pagaría entonces 500 pesos de impuestos. También así, con otro tratamiento muy diferente, se cumpliría con la condición de Smith.

         La vaguedad de la idea, sin duda, ha colaborado a que los gobiernos apoyen la que más ingresos les genera, al menos en su percepción. Por esta razón se han popularizado las tasas progresivas (recuerde a Obama y su plan fiscal de campaña).

         • El beneficio recibido es el otro de los criterios de Smith, quien lo confunde con el anterior pensando que son lo mismo. No lo son. Veamos el criterio del beneficio recibido y que supone que los beneficios recibidos son directamente proporcionales a los ingresos de la persona. En otras palabras, la premisa de Smith para pagar proporcionalmente impuestos es que quien tiene más ingresos recibe más beneficios del gobierno. No da ningún razonamiento que justifique tal premisa, pero ella puede examinarse.

         Si la riqueza de una persona fuese lograda por el gobierno en algún monto, Smith tendría razón. Pero si la riqueza de la persona fuese lograda sin tener al gobierno como causa, entonces no vale el cobro proporcional. Distinguir entre estas dos posibles causas de la riqueza o el ingreso personal es vital.

         ¿Cómo puede un gobierno ser causa u origen de la fortuna personal? No hay otra manera que la concesión de privilegios a ciertas personas. Pueden ser subsidios, concesiones proteccionistas, u otra situación que influyera directamente en el ingreso de la persona. En este caso, sí puede decirse que alguien recibió más beneficios del gobierno y que, por tanto, debería pagar más impuestos.

         Pero si no es el caso de recibir tratamientos especiales y privilegios del gobierno, la persona sin importar su nivel de ingresos no puede aceptar el argumento de que ha recibido más que otros beneficios del gobierno. Si ni el muy rico, ni el muy pobre, ni el de la clase media han tenido una intervención especial del gobierno como causa de sus ingresos, el argumento de Smith cae por tierra.

         Más aún, si se dice que el de mayores ingresos recibe más beneficios del gobierno que el de menores ingresos, hay la obligación de mencionar esos beneficios concretos. Cuando el gobierno redistribuye los impuestos dando concesiones a la burocracia o a los de ingresos menores, debe aceptarse que los de mayores ingresos no solamente no reciben mayores beneficios, sino que los reciben menores.

         Los beneficios de escuelas gratuitas están concentrados en las personas de menores ingresos y contradicen también la idea de Smith. Los servicios de policía son iguales para todos, igual que los de calles. El de gran ingreso tiene un beneficio al usar una cierta avenida en un carro de lujo, que es igual al mismo beneficio de tránsito del de menores ingreso que usa un transporte público.

         Rothbard usa un ejemplo. Dice que una persona cualquiera, A, paga cinco veces más impuestos que otra persona B; para justificar estos pagos deberá probarse que A recibe cinco veces más beneficios del estado que B. Probarlo en imposible. Pero hay más al tratar la razón por la que A paga más impuestos que B.

         Si A paga cinco veces más impuestos que B, con una tasa de impuestos igual para todos, eso significa que A tiene cinco veces más ingresos que B. ¿A qué se debe esa diferencia de ingresos? Si los ingresos de A no son causados por la intervención del gobierno, la diferencia se debe que a A ofrece algo que es valorado por la gente más que lo que ofrece B. Es decir, A colabora más al bienestar que B.

         Pero sin importar esa diferencia, ambos se benefician igualmente del alumbrado público, de las calles; con alta probabilidad de que B, con menores ingresos, se beneficie más de la existencia de programas de gobierno como subsidios a transportes públicos que A usará con mucha menor frecuencia.

         La conclusión de Rothard, ante lo anterior, es la opuesta a la de Smith. No debe haber proporcionalidad en los impuestos: todos deben pagar la misma cantidad en términos absolutos. No es una propuesta fácilmente aceptada, aunque tenga solidez y se oponga también a la idea repetida por Cuauhtémoc Cárdenas y muchos más.

» Arriba


Con autorización de © Contrapeso.Info
 
21
Informe Uruguay se halla Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
Depósito legal No. 2371 deposito Nos. 338018 ley No - 9739, dec 694/974 art. 1 inc A
20
Los artículos firmados son de exclusiva responsabilidad del autor
y no reflejan, necesariamente, la opinión de Informe Uruguay
20
Los enlaces externos son válidos en el momento de su publicación, aunque muchos suelen desaparecer.
Los enlaces internos de Informe Uruguay siempre serán válidos.
21
 
Estadisticas Gratis