La Palma…
Dr. Enrique Rimbaud
Decano de la Facultad de Veterinaria
Managua - Nicaragua
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A tiro de rifle de El Sauce, queda "La Palma", una comarca a la que se llega desde el polvo del camino, lejos de carreteras y empedrados, unida por una vía de tren que ya no es, hoy convertida en camino y puente, línea vital que separa La Palma de arriba y La Palma de abajo…
En el fondo, el cauce de un río que espera por Mayo para nuevamente ser…
En la comarca, no es fácil adivinar presencias y ausencias, muchos están en Costa Rica, trabajando ilegales en las "bananeras", con sus cédulas "chorizeadas" y sus esperanzas puestas en enviar dinero a sus familias cada quincena…
El aire acondicionado de la camioneta ya no puede competir con el clima, son casi cuarenta grados cayendo verticales sobre el techo blanco, y el sudor va amenazando con salir de la piel…
Nos metimos en una pulpería local, parqueando en un patio de polvo y cactus… desde los árboles, las pitahayas desafían al seco verano, mostrando su cuerpo carnoso y verde… paredes de barro, techo de tejas, entramos seguidos atentamente por los niños del lugar…
Dentro, la penumbra se partía por delgados haces de luz colgados de las tejas… las tejas, mal colocadas, descansaban sobre vigas de madera viejas, carcomidas por las polillas y el tiempo… en las paredes, las rajaduras semejaban grafitis, el barro comenzaba a caerse, descubriendo ladrillos sin color… el piso, de tierra, mal nivelado, era la diversión de un casi perro, desrazado, cachorrito tierno, pura cabeza, que deambulaba por la casa sin destino o propósito alguno…
Sobre una pared, fotos familiares, alguna graduación, y una gran foto de la dueña iluminando el lugar… sobre la mesa, una vieja radio a válvula cubierta con un tapete pasó a ser un adorno, debajo de las fotos, como un mausoleo de ofrendas, la presencia de un televisor de imagen blanca y negra, y un equipo de radio y casetera denunciaban el sitio de reuniones… en otra pared, aún colgaban adornos navideños, quizás una asignatura pendiente, quizás denunciando a un Santa Claus que no se animó a pasar…
Pedimos algo helado, y nos ofrecieron gaseosas marca "Rica", solo en versión naranja o roja… en la cocina oscura por el humo de leña, Janitza, bella y estilizada joven, aún vestía sus vestidos de baile mientras "echaba" tortillas…
Sheila, hermana mayor de la otra, un poco más recia y más bonita, nos ofreció unas tortillas con "cuajada" para engañar los estómagos, las tortillas eran grandes y gruesas como un plato, que diferencia con las de Managua!!! La cuajada era fresquita, tierna y sabrosa… fuimos arrancando pedazos de tortilla y desgranando cuajada mientras platicábamos… no se sabe de donde, salió un café, calentito y sabroso, digno corolario de un momento hermoso…
Elisandra, Erica y Alexander, completaban el ramillete de hijos de la señora del lugar… El padre anunciaba: "y están todas solteras…" , como comenzando una subasta que no tendría lugar…
Un par de cigarros y seguimos viaje… en ese intrincado rincón de Nicaragua, donde Estelí, León y Matagalpa juntan sus esquinas, dominando pedazos de ruta y de esperanzas…
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