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Cuando al río suena... por Raúl Seoane
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“WASHINGTON ABDALA:Creo que hay que analizar como hipótesis de trabajo la ruptura de relaciones diplomáticas como eventual acción si todo sigue empeorando. Basta ver en televisión las expresiones cada vez más excitadas de los asambleístas para ir pensando en serio en este tema. Y creo que desde la oposición donde uno tiene más margen que desde el gobierno para ver la realidad toda, uno puede decir estas cosas con una gran convicción. Creo que la cancillería tiene que empezar a analizar estos temas.” El río trae mucha basura y no desde el lado uruguayo. Suena feo, sobre todo para nuestros oídos y no hay nadie que diga “paremos acá, hay que empezar a limpiarlo”
Del otro lado del arroyo se escuchan epítetos cada vez más fuertes y extemporáneos. Que van a volar la chimenea de Botnia por intermedio de carapintadas o ex combatientes, según el terrorista Ferreira. Que 150.000 gualeguaychuceros van a cruzar el puente y con un martillo van a demoler la plata, disparó histéricamente el terrorista De Angelis, o "Si no se encargan los gobiernos de sacar las plantas, se va a encargar el pueblo", vomita el enajenado terrorista Jorge Fritzler. Y estas son sólo algunas de las amenazas que debemos sufrir por parte de los inadaptados entrerrianos.
Hay que entender que los terroristas piqueteros, aparentemente, han comprendido que su ilógica lucha ha sido vencida y tanto la sociedad argentina como la uruguaya no se han prendido con sus delirantes pretensiones, dándoles la espalda con indiferencia. Esto ha destruido sus falsas esperanzas y la desazón, el desconsuelo, la frustración y el orgullo mancillado los han convertido en petarderos que no reparan en declaraciones escandalosas para intentar mantener viva la llama del terrorismo ambiental, haciendo estricto uso del refrán de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
No nos equivoquemos
El diario Ultimas Noticias en un editorial publicado el sábado 7 reprocha al gobierno argentino el no haber actuado de la misma manera con el desalojo de los piquetes en Buquebús con los cortes de los puentes internacionales.
Sin embargo, al contrario de lo que ocurre más al norte, la policía experta en disturbios actuó con energía y obligó a los revoltosos a retirarse lo suficiente como para que esa boca de entrada y salida operara sin inconvenientes.
El Estado argentino debió actuar desde el momento en que los asambleístas iniciaban los cortes con interrupciones breves del tránsito. Ahora han cobrado tanto vuelo, se revistieron de tanta soberbia, que hasta pretenderán descalificar, si no les sirven, las soluciones que los gobiernos considerarán dentro de poco junto al mediador español.
Pensar esto es no conocer cómo funciona la justicia y la política en Argentina. La orden de desalojo de los terroristas piqueteros de las instalaciones de Buquebús fue dada por un Juez de la Nación que actuó de oficio, y no por orden presidencial, ya que todavía existen algunos jueces que no están sujetos a la estructura del poder político. Para desalojar los puentes en Entre Ríos también se necesita una orden judicial, pero aparentemente los jueces de Entre Ríos responden a las órdenes del “incorruptible” Busti o del Gallotero presidente, porque esa sería la única deducción lógica al ver que no actúan como les marca la ley que ellos, los jueces entrerrianos, juraron hacer cumplir.
Tampoco es cierto que “la policía experta en disturbios actuó con energía” porque el puerto de Buenos Aires cae dentro de la jurisdicción de la Prefectura Naval Argentina y ellos fueron los que debieron cumplir la orden emanada de un Juez.
Con el cariz que tomó este conflicto, llevado al paroxismo por los terroristas piqueteros entrerrianos, hay que descartar totalmente que un juez federal entrerriano se atreva a firmar una orden de desalojo, y mucho menos que la órden provenga de un presidente caprichoso y patotero que enfrenta un año electoral con huelgas en casi todas las provincias, lo que ya ha costado un muerto en Neuquén.
Es cierto lo que dice el artículo de Ultimas Noticias de que los piqueteros se encuentran “Exasperados por el escaso apoyo que les brinda la población argentina”, pero más que exasperados se sienten impotentes y frustrados porque saben que su ilógica lucha está perdida, pero desgraciadamente, la estupidez de los terroristas piqueteros de mantener cortados los puentes internacionales las paga todo el pueblo argentino que no tiene nada que ver en el conflicto iniciado por la intransigencia, y vaya uno a saber qué oscuras intenciones, de cuatro gatos locos como Alfredo de Angelis, Juan Ferrari y otros.
Argentina pierde
Hemos sostenido en repetidas ocasiones que el corte de los puentes internacionales por parte de los terroristas piqueteros de Gualeguaychú afectaría mucho más a la República Argentina que a nuestro país.
Desde el punto de vista internacional esta afectación es notoria, si bien no es únicamente por los cortes de puentes, pero a nivel económico ya comienzan a sentirlo. Entre enero y febrero del 2007, comparándolo con igual período del año anterior, las exportaciones argentinas agroalimentarias hacia nuestro país cayeron un 66 % (sesenta y seis por ciento).
Si bien es probable que esto se deba, en parte, a la campaña “no compre argentino”, el conflicto en sí hace que se restrinjan cada vez más las compras uruguayas a ese país, adquiriéndose únicamente los productos estrictamente necesarios que no son fabricados en Uruguay. Tampoco debemos olvidar que nuestro gobierno, al igual que Chile, incrementó los impuestos a la importación de determinados productos alimenticios que Argentina exportaba con beneficios especiales, lo que es considerado dumping por la O.M.C.
A pesar de que todo aparenta estar en su contra, el gobierno argentino continúa echando leña al fuego de la controversia al sentirse frustrado por la poca y casi nula repercusión internacional de sus pretensiones, por lo que es probable que haya llegado el momento de que Uruguay inicie acciones diplomáticas más enérgicas con la posibilidad de cortar las relaciones con Argentina.
Démosles la espalda
La lucha del terrorismo piquetero entrerriano está muriendo por la indiferencia y el repudio tanto de argentinos como uruguayos. Sus pretendidas intenciones de realizar marchas terroristas en nuestro país, ya fue intentada cuando seis o siete delincuentes ambientalistas viajaron para concientizar al pueblo uruguayo desde la Plaza Independencia, y los resultados les fueron totalmente adversos. Una nueva intentona les puede acarrear a los ambientalistas iguales o peores resultados. Y si vamos del lado argentino, la paliza que recibieron los terroristas entrerrianos cuando cortaron la pasada semana la Ruta 14 se la dieron los propios argentinos cansados de tantos abusos de los ambientalistas.
La frustración del movimiento piquetero terrorista entrerriano, se potencia con un pequeño suelto aparecido en el diario El País del pasado lunes, el que informa que fue muy numerosa la presencia de autos con matrícula argentina en nuestro país durante Semana Santa, lo que demuestra claramente de que los cortes de puentes no amedrentan a los ciudadanos argentinos.
Es cierto que la estrategia uruguaya es la de no responder a las provocaciones argentinas y de intentar mantenerse, en todo lo posible, equidistante de las altisonantes declaraciones terroristas, pero todo tiene un límite y creo que ya hemos llegado al mismo.
Hacer caso omiso a cuatro terroristas desaforados y confundidos es una cosa, pero no entender que el gobierno argentino no hace absolutamente nada por bajar el nivel de confrontación es otra, porque las últimas declaraciones de funcionarios de ese país más que tratar de minimizar las divergencias le añaden combustible al incendio que ellos mismos provocaron.
Por eso no es para nada descabellada la proposición de Washington Abdala, al sostener que nuestro país debe estudiar la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con Argentina. Considero que es el momento en que nuestras autoridades deben poner un parate a las agresiones continuas y cada vez más virulentas de los terroristas entrerrianos con la complacencia del gobierno argentino. Hay que hacerles entender que el patoterismo y las amenazas jamás amedrentarán a un país que nunca se dejó prepotear en toda su historia.
El gobierno uruguayo debería, por lo menos, llamar a nuestro embajador en la República Argentina a consulta en Cancillería, y dejar en el freezer las relaciones con ese país.
Uno de los mejores cancilleres que ha pasado por el Palacio Estévez, el actual senador Sergio Abreu, en un reportaje realizado por El Espectador aseguró que “para un país pequeño que juega abrazado al derecho y a sus posibilidades la ruptura de relaciones siempre termina siendo un elemento negativo. No hay que descartarla pero tenemos que plantearla dentro de un esquema serio, bien definido y, sobre todo, muy profesional en el ejercicio de la diplomacia, teniendo en cuenta, entre otras cosas, la República Argentina, la conducta de su gobierno y el especial humor con que el presidente argentino maneja este tema; ha demostrado que a Uruguay no le tiene respeto desde el punto de vista del derecho y sus actitudes van poniendo de manifiesto una visión autoritaria en el manejo de las relaciones internacionales.”
Si la experiencia indiscutida del senador Abreu no descarta la posibilidad de una ruptura de relaciones con Argentina, previos otros pasos diplomáticos, indica que esto podría estar tratándose en el sector más íntimo del gobierno nacional, aunque el senador oficialista Juan José Bentancor lo descarte de plano.
La actitud soberbia y prepotente del presidente argentino permitiendo la continuidad de los cortes de los puentes internacionales, el agravamiento de las relaciones con el patoterismo cada vez más beligerante de los frustrados terroristas entrerrianos, y las declaraciones fuera de lugar de sus propios “chirolitas” como Bielsa, además de aislar internacionalmente a su país, está socavando las bases de un Mercobluff cada vez más perimido y obsoleto, y al cual nuestro país no se anima a desechar definitivamente.
Llegados a este punto es interesante conocer la opinión de nuestra propia sociedad, y un foro abierto en Montevideo.com nos ofrece la posibilidad de espiar en el pensamiento de los uruguayos. La conclusión más lógica que se puede sacar es que "el horno no está para bollos", y la furia uruguaya está in crescendo.
También es importante tener presente que el pasado lunes la ministra Azucena Berrutti viajó a Chile para acelerar el proceso de relacionamiento en materia de defensa con el gobierno trasandino. Por eso, "cuando el río suena...."
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