SE DIERON LAS CARTAS,
AHORA EMPIEZA EL JUEGO
Por Roberto Bogorja
n ocho de mayo histórico, el Frente Amplio, Encuentro Progresista, Nueva Mayoría, el del nombre largo, obtuvo un importante triunfo en el espectro político logrando quebrar uno de sus tabúes.
Luego de 15 años de gobierno de Montevideo, logro mantener esa comuna, pero a su vez ganó en toda la zona sur este del país. Canelones, Florida, Maldonado, Rocha , Treinta y Tres, quedaron en manos de la izquierda; también dos departamentos del litoral norte: Salto y Paysandú. Con ello hoy gobernará varios de los Departamentos más productivos del país, o mejor dicho de mayor concentración del PBI, como son el propio Montevideo, Maldonado, Canelones, Salto y Paysandú.
Por su parte el Partido Nacional, si bien perdió un tradicional bastión como lo es Treinta y Tres, y otros fuertes como son Paysandú y Maldonado, en todos ellos hubo una muy ardua lucha en donde la paridad de fuerzas fue muy grande.
No podemos decir lo mismo de Florida, ni Rocha, pues en ambos siempre hubo una alternancia de poder con su eterno rival, el Partido Colorado. Tampoco es el caso de Salto o Canelones, por supuesto menos de Montevideo, Departamentos de puro cuño colorado y en los que solo en algunas ocasiones hubo gobiernos blancos. Montevideo, en el último siglo, fue gobernado por los nacionalistas en una única ocasión. Canelones en los últimos 20 años también una sola vez, y en Salto si mal no recuerdo dos veces.
El Partido Nacional no obstante mantuvo sus habituales Departamentos. Cerro Largo, Tacuarembó, Soriano, Colonia, Lavalleja, Durazno, Flores y San José. Y en estos dos últimos con una aprobación del 70%, y con un muy alto porcentaje en los otros.
Eso sí ganó dos departamentos típicamente colorados como son Río Negro y Artigas.
El gran perdedor ha sido, sin lugar a dudas el Partido Colorado, en donde sólo pudo retener al Departamento de Rivera, y un leve repunte en Montevideo.
¿Cuales pueden ser las causa de todos estos cambios?
Fundamentalmente estas elecciones municipales, tan cercanas de las nacionales, reflejaron un resultado muy similar a las mismas. El Frente Amplio, obtuvo un leve crecimiento fundamentalmente gracias a la acción de sus candidatos locales que por si mismos (en una especie de neo caudillaje) o por la sumatoria de candidatos de diversos sectores (la vieja cooperativa electoral, que tanto criticó la propia izquierda) pudieron hacer pesar el interés local aunado al entusiasmo por el cambio en lo nacional, dieron su buen rédito.
El Partido Colorado, que en algunos Departamentos sólo obtuvo una presencia casi testimonial, obtuvo su triunfo en base a dos figuras jóvenes, que pudieron mostrar una faceta de buena gestión. Tabaré Viera, quien durante su gestión al frente de ANTEL, marcó un rumbo que le permitió llegar a conquistar la Intendencia de Rivera en el período anterior y repitiendo esa buena gestión logró mantenerlo. Por otra parte, tenemos a Pedro Bordaberry, quien dentro de los ministros de Batlle, mostró una gestión polifacética al ocupar varios ministerios simultáneamente, y revestirla de éxito.
El Partido Nacional, quien hace tiempo conoce la importancia del candidato local, mostró que su gestión era buena y mantuvo la mayoría de sus comunas. Chiruchi, Vidalin, fueron ejemplos incluso para los integrantes de otos partidos, que dijeron que su gestión debería ser como la de ellos.
Claro en donde el desgaste o la lucha interna (Treinta y Tres) o mala gestión (Rocha), o una lucha total como en Maldonado o Paysandú entre la izquierda y los blancos, llevaron a una pérdida de las mismas. Mala estrategia, subestimar al rival, etcétera, se pueden llamar a otras razones.
¿Cuál fue la migración?
Fundamentalmente y a diferencia del período anterior, en ésta se dio una fuerte migración de colorados hacia la izquierda, por creerlos más cercanos al ideal batllista y fundamentalmente por muchos de los colorados aún se resisten a votar a un blanco.
Si bien visiblemente hubo una fuerte migración de blancos hacia la izquierda, ésta se dio más en las dirigencias que en las bases.
Fundamentalmente las causas han sido los errores cometidos por el gobierno anterior, y la soberbia de algunos fuertes dirigentes de los partidos tradicionales, que no supieron dejar lugar a la renovación. Es por eso que la segunda fuerza del país, la de alternativa hoy es el Partido Nacional, por la renovación en sus fuerzas tras las elecciones internas.
Las cartas ya están echadas, ahora habrá que jugar el partido. La gente necesita soluciones y no quiere más juegos políticos.