Las cosas que dirían
	por Javier García

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            Es notorio que el cambio de posiciones y la negación de lo que se sostenía en el pasado es una constante en el Frente Amplio. Es más, uno se puede imaginar lo que escucharíamos si las mismas medidas que hoy impulsa el gobierno las adoptara otro partido político.

            Horas atrás desde el ministerio de Industria se informó que el gobierno destinaría algo más de 22 millones de dólares para que Ancap compre la red de estaciones de Texaco. Aclaramos que es la misma Ancap que en pleno invierno paralizó la refinería y produjo el mayor desabastecimiento de supergás que se tenga recuerdo. Podría entenderse esta operación como un negocio, pero si se recuerda que el actual ministro de Industria, Lepra, tuvo como anterior trabajo antes del ministerio el ser justamente gerente general de Texaco en Uruguay, uno como ciudadano tiene el derecho a preguntarse, ¿si Lepra fuera ministro de otro gobierno y el FA estuviera en la oposición, qué estaría diciendo de este episodio? ¿Denunciaría la eventualidad de corrupción?

            Pluna es la línea de bandera uruguaya. Pequeña como el país y con dificultades, los sucesivos gobiernos debieron abordar su crisis. La asociación con Varig fracasó con la quiebra de la brasileña. No obstante, la identidad de Pluna con Uruguay fue defendida históricamente como parte del denominado patrimonio nacional. Tan es así que la izquierda tradicional nunca admitió, siquiera, la asociación de ésta con otro socio. Asociarla era, decían, entregar nuestro patrimonio. Esto era así mientras estaban en la oposición, porque a principio de este año anunciaron la entrega de la empresa a una gestora que no la conoce nadie. Y hace horas, también, el gobierno la privatizó definitivamente, sin cosquillas ni pruritos por la venta del "patrimonio nacional". El comprador, en raro acuerdo, todos los días pedía más plata por aceptarla, y más le daban Astori y Rossi. Uno se traslada en el tiempo y preguntaría, qué dirían estos ministros si este negocio, con estas características, lo hubiera hecho otro partido. ¿No hablarían de eventuales coimas?

            El viernes se culminó de votar la Rendición de Cuentas en Diputados. Mientras la bancada oficialista se enfrentaba y derrotaba al ministro de Economía y al presidente por conseguir 30 millones de dólares para la enseñanza, recurriendo a recortar inversiones, a nadie en el gobierno se le pasó por la cabeza recortar los cargos de confianza que en la misma Rendición de Cuentas se creaban. El Partido Nacional propuso esa alternativa junto a otras. El ministro Mujica, que tanta austeridad predica, se adjudicó un millón de dólares para contratar cargos de particular confianza en su ministerio. Es lo equivalente al sueldo de 350 maestros durante un año. Esta es la verdad de Mujica, diga lo que diga.

            Astori se adjudica 700 mil dólares, y en total se destinan 12 millones de esa moneda para contratar cargos. Esto es para pagar la estructura política del FA, cargos a dedo de dirigentes políticos, de hijos y hermanos de éstos y de amigos de éstos. ¿Carnaval electoral, amiguismo, clientelismo, cuál será el adjetivo que mejor identificaría esto?

            Hace pocos días denunciamos que el Ministerio de Salud Pública le sacó tres millones de dólares al Hospital de Clínicas de una donación recibida. Se puede dejar al Clínicas sin esta plata, pero no a los muchachos del comité.

            En Uruguay circula una pregunta, ¿a dónde va el dinero que se recaudará por el IRPF?

            Una parte de la respuesta está a la vista.