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El Rey de Copas * Luis Tappa |
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El mundo se divide en dos partes, los que mandan y los que obedecen, los que obedecen están para trabajar, servir y hacerles más fácil la vida, vivirán sufriendo y muchos sucumbirán en defensa de intereses ajenos, como en las guerras; dejarán sus vidas por nada, a lo mejor, con suerte, una medallita en agradecimiento por los servicios prestados a la patria y, tal vez, hasta una silla de ruedas como premio a tantos desvelos. Esos servicios mis queridos amigos, generalmente, no son otra cosa que la defensa de intereses creados, detrás de todas las guerras solo hay negocios y dinero, todo lo demás son mentiras.
Se va a la guerra en nombre de la patria o de Dios.
¿Pero que es la patria? palabra usada, abusada, absurda y mal interpretada, si las hay, en los Estados Unidos se es patriota por decreto, para eso se hizo la ley “Usa Patriot”, pero resulta que tanto patriotismo y leyes patriotas terminan atentando contra la más elemental democracia de los pueblos y, estos pasan a ser un objeto de uso en la defensa de oscuros intereses. Entre y lea, amigo.
Ver: http://www.aclufl.org/spanish/acciones/usapatriotespanol.cfm
La gente entiende por patria a un pedazo de tierra que fue delineado por la fuerza, intereses o dinero, también se han comprado, vendido y robado patrias o parte de ellas, también se arman y fabrican nuevos países, a otros hasta se les cambia el nombre y algunos se inventan sacándole parte de sus tierras a quienes en algún momento fueron sus dueños; estos territorios llamados patria se agrandan o se achican según el resultado de guerras o intereses espurios.
Entre tantos inventos raros tenemos uno que tristemente se ha destacado por sus terribles consecuencias, “La seguridad nacional”, ¿Cuantas barbaridades se han cometido en el mundo escondidas tras esta filosofía apocalíptica?
Todos los días vemos desaparecer un país, aparecer otro o, dividirse algunos en mil pedazos, en resumen, la patria no es la tierra, son los habitantes de un determinado territorio que hoy está ahí, mañana nadie lo sabe.
La tierra no hace a la patria, ella no sabe quien la pisa y escarba, la patria es el hombre con su presencia, el amor a nuestra tierra es más parecido al amor por el terruño que, como decía Zorrilla de San Martín, sentían los indígenas por el suelo donde habitaban, ellos no conocían de fronteras, nacionalidades, símbolos, ni nombres patrios.
Las patrias, las fronteras, la seguridad nacional y las religiones, solo han contribuido a un mayor distanciamiento y, termina siendo un generador de oDios, más guerras, enfrentamientos y muertes entre los seres humanos.
Todos estos elementos y fronteras, que solo existen en la imaginación son, a su vez, el punto neurálgico donde se mezclan el hombre con la bestia, la lucidez con el oscurantismo y, también el punto que separa nuestro más elemental sentimiento humano, de raza única y viajeros del espacio, de los amos de la parcela donde vivimos, el color de nuestra piel o la religión que practicamos.
Para eso están las fronteras, del otro lado está el enemigo, aunque no nos haya hecho nada
Malditas religiones, malditos Dioses y malditas falsas escrituras, solo han contribuido a podrir las mentes de la gente, si existieran de verdad no merecen nuestro respeto, y menos llamarse Dioses.
Lo mismo que en el fútbol, se nos quiere hacer creer que el deporte hermana los pueblos, otra mentira, solo es un gran negocio, igual que la religión.
Cuando el mundo comenzó a existir como lugar habitable y el Homo Sapiens apareció sobre el planeta, no había fronteras, países ni Dioses.
El hombre lo dividió en mil pedazos y a garrotazo limpio primero, con ejércitos y armas después, fue conquistando, avasallando, matando y acomodándose según sus propios intereses, así surgieron enormes imperios que luego eran sustituidos por otros, igual que hoy en día, fronteras ficticias que son y serán la causa de mil guerras que provocará la ambición del más fuerte en perjuicio del más débil, generalmente por las riquezas que guardan esos territorios.
Nada nuevo bajo el sol.
Se da el caso de que en pleno siglo XXI aún continúan presentes Reyes y Reinas, especie de Dioses paganos que, haciendo portación de apellidos se han ido pasando sus coronas de padres a hijos a lo largo de los tiempos.
Se ha dado en creer que son una especie de seres superiores dignos de admiración y respeto, endiosados e intocables viven su inútil existencia a costa de sus pueblos.
Semejantes títulos y honores están totalmente fuera de lugar en un mundo que se desangra, mientras el hambre y las guerras asolan a la humanidad toda, esto sucede en muchos países, algunos dicen que solo es una tradición, pero una tradición que cuesta demasiado dinero en lujos y pompas de jabón.
Por mantener una tradición me parece demasiado y, por ahí, andan sueltos un montón de Reyes, Reinas, Príncipes, Princesas, Lores, Duques, Condes y Sires como símbolos vivientes de la decadente aristocracia real, nada aportan aparte de su ampulosa presencia y vacíos títulos.
Tenemos también otro montón de monarcas con pomposos títulos, muchos de ellos dueños de enormes extensiones territoriales, que le irán dejando el lugar a su descendencia y eternizando sus apellidos en los palacios reales, como dueños absolutos de vidas y haciendas o, territorios del que aprovechan sus enormes riquezas en beneficio propio para darse una vida de lujos y derroche que atenta contra el más mínimo sentido de la dignidad humana. Esto sucede en un mundo sometido y empobrecido, incapaz de ver la insultante riqueza de algunos y la inmensa y ofensiva pobreza de las tres cuartas partes de los habitantes del planeta, donde muchos lo recorren, como parias, en busca de un hueco donde vivir un poco mejor y no morirse de hambre.
Por momentos asusta la indiferencia y la frivolidad de la gente y algunos meDios, incapaces, conciente o inconcientemente, de ver una realidad que rompe los ojos.
Estos señores monarcas y su grupo de allegados que conforman la realeza de diferentes países del mundo, en realidad no son nada, solo parásitos de la sociedad que viven gratis entre lujos indignos, mientras en sus propios pueblos, hay gente que pasa terribles necesidades.
Una especia de papado, como en la Iglesia, solo que en esta no importa la sangre porque no deben tener hijos que los puedan suceder, con esto no quiero decir que no los puedan tener, ¡Vaya si hay sotanudos con hijos!
Ante los ojos de sus súbditos desfila su lujosa y vegetativa existencia sostenidos por el pueblo que debe aportar, como en las Iglesias, su diezmo para mantener, más que a ellos, a ilustres apellidos y linajes de abolengo, solo basura y reminiscencias de tiempos idos.
Se les adula y se les trata de majestades, pero son seres humanos como cualquier otro, tienen la sangre roja, compuesta de los mismos elementos y… también cagan, mean y se peen, ¡Igual que todos los demás!
Mantenidos entre oropeles y reverencias viven como viven seguidos por los payasos creyentes en cuentos de hadas, rodeados de alcahuetes dispuestos a sentir sus olores, y son noticia, periodistas y fotógrafos corren detrás de ellos para registrar cada movimiento.
Cuando mi vecina la Tota, excelente señora ella, no hace mucho tuvo una hermosa niña no vino la prensa ni los fotógrafos a registrar el acontecimiento, pero nació, se los puedo asegurar, por la misma causa, de la misma manera y por el mismo lugar que los hijos de los reinas y princesas, pero parece que estos últimos hubieran sido concebidos como Jesús por la Virgen María.
Entonces allí está la prensa sensacionalista y se queman miles de kilómetros de cinta y película para registrar los pucheritos que hace cada nuevo bebé que traen al mundo y, también la baba y la sonrisa estúpida de los padres de quien algún día también será rey, o reina; mientras tanto exhiben, orgullosos, el producto final de tan magnífico coito.
Las viejas ridículas, nostálgicas de la tiras de Corín Tellado, dejarán escapar suspiros y lágrimas de emoción ante tanta granDiosidad.
Todo esto sucede porque hay consumidores para tanta franela.
Mucha sangre corrió en España por la República, ¿Quién la derrotó? Muchos creen que fue Franco con ayuda extrajera, puede ser, pero detrás de esto creo ver la mano negra de la Iglesia escondida tras los fusiles del asesino.
La Iglesia finalmente encontró su beneficio y, loca de contenta, volvió nuevamente a ser parte del gobierno y recibir el aporte y regalías que el reino siempre les brindó, un aporte que la revolución les había quitado, alejando al clero del poder para de ese modo ser república y estado laico.
Franco, convertido en dictador tras derrotar a la república a costa de millones de litros de sangre, dejó como legado, al final de su infame existencia, el retorno de la monarquía.
El único Rey verdadero que hay en el mundo es el Rey de Oros, con el Rey de Espada y el de Bastos nos amasijan, el mejor es el Rey de Copas, por lo menos con este pasamos momentos buenos y a veces hasta llegamos a olvidar, aunque sea en forma pasajera, tanta maldad y pesares que azotan a la humanidad.
La Iglesia Católica Apostólica Romana digita el papado mientras entre los muros del Vaticano se mueven los piolines al mejor estilo de Agatha Christie.
Ellos saben de antemano quien será el próximo papa, lo deciden entre bambalinas, el famoso humo negro o blanco es solo camelo para engañar giles que estúpidamente creen que el papa es el representante de Dios en la tierra, poco menos que por obra y gracia del espíritu santo y, sin que jueguen intereses políticos en su elección; papas, hombres de carne y hueso que, poniendo su mejor cara bonachona (aunque algunos, como el actual, por más esfuerzo que haga no lo logra) reparten bendiciones y absoluciones a diestra y siniestra; hablan de caridad mientras viven rodeados de lujos y enormes fortunas que amasan en bancos e inmobiliarias que poseen en todas partes del mundo.
Benedicto XVI
Hace muchos años, en oportunidad de que el entonces Cardenal Joseph Ratzinger (actual papa Benedicto XVI) hiciera la peregrinación a Santiago de Compostela, en España, hizo un alto en el camino, en una posada, fue tan bien atendido por el dueño de ese lugar que tiempo después y, a modo de agradecimiento, a este le llegó una postal firmada por Joseph Ratzinger, que agregaba, “Futuro Papa Benedicto XVI”.
Luego que Ratzinger asumió el papado la prensa de España mencionó este suceso, pero muy brevemente, luego no se dijo más nada y desapareció de los meDios cualquier mención al asunto en cuestión.
Fuente: Blanca Pérez Fernández, Asturias, España.
La Iglesia, un pulpo con muchos tentáculos y con enormes poderes políticos en gran cantidad de países, ahí tenemos el ejemplo argentino, cada nuevo gobernante, con la mano sobre la Biblia jura solemnemente por Dios defender la patria y desempeñar con dignidad y honestidad los cargos para los que fueron elegidos, porque de lo contrario, el mismísimo Dios o la patria se lo demandarán… ¡a la mierda!, ¿La patria?, ¡No lo creo!, ¿Y Dios?, que quieren que les diga mis amigos… está demasiado ocupado atendiendo a Mr. Bush como para darle pelota a las promesas de los políticos argentinos.
Mientras tanto, esos juramentos, vacíos de contenido y meramente protocolares, que se pierden en el aire como el humo de un cigarrillo, se olvidan tan pronto como fueron dichos.
No podemos dejar de reconocer que en eso los uruguayos somos privilegiados, país laico, la iglesia fuera del gobierno y, no tenemos reyes o reinas que adorar y mantener, aunque hay cada político que… ¡Mejor ni hablar!, de los males el menor.
Permiso, voy a reverenciar al Rey de Copas con un buen Vodka importado, para eso vivimos la globalización, me está haciendo falta para tranquilizar el espíritu… ¡Salute!
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