PETRÓLEO DE LA COSTA NORTE
EL RETORNO
Jorge Hernández Fonseca
Finalmente, después de más de seis meses de misterios, el dictador cubano saca de su manga la carta que tenía escondida para decidir el juego: ¡El petróleo de la costa norte!
Para muchos, esta carta escondida es una verdadera sorpresa; para otros, una evidencia de la incompetencia opositora en sus análisis respecto a la dictadura. Si alguno de nosotros inferíamos la existencia del crudo en la costa norte de Cuba, por las informaciones públicas emanadas en la época de la Repsol YPF, como no lo iba a saber la dictadura, con su eficiente sistema de espionaje montado en todas las empresas extranjeras que operan en la isla.
Como quiera que sea, la oposición al régimen cubano le ha permitido al dictador jugar su carta en el momento que más le conviene, como pieza de triunfo ante sus principales oponentes políticos, de dentro y fuera del país, de EUA y de España, de derecha y de izquierda.
Ahora resultan más evidentes los análisis anteriores realizados desde esta columna, sobre la existencia de esta poderosa carta, evidente desde mediados del año pasado, cuando la empresa española Repsol YPF no quiso (por razones de estrategia de precios) entrar a explotar el petróleo descubierto en Cuba durante sus exploraciones de costos exorbitantes.
El ajedrez político jugado por el dictador ante las inocentes gestiones de Zapatero, queda ahora al descubierto respondiendo preguntas asociadas a las palabras del Canciller cubano cuando dijo enigmáticamente entonces: ellos (España) vendrán a comer en nuestras manos.
Queda claro también ahora el interés de Zapatero para defender la dictadura ante toda Europa, cuando se sabe que por detrás de todo están las ansias petroleras, españolas en primer lugar y europeas en general, Continente que importa la mitad del petróleo que consume.
Ya se hace evidente el sentido de la decisión europea patrocinada por Zapatero (accionista de Repsol YPF) de perdonarle la vida al dictador e invitarlo al Acuerdo de Cotonú (¡que buenagentes son!) a cambio evidentemente del acceso al crudo cubano, para lo cual ya no habrá que
soltar más presos políticos en la isla, porque de repente se comprenderá - en toda Europa - que no eran más que un grupo de asalariados de la embajada americana en Cuba.
Se entiende también ahora porque a la visita del presidente chino se le diera tan poca importancia entonces, cuando se anunció una inversión insignificante en la isla, que ahora se sabe ser de un valor cuatro veces superior al publicado entonces para no levantar sospechas.
Se arroja luz sobre la última visita de Chávez a la Habana, antes de su viaje definitorio a China, cuando se dijo que vería las maniobras del Bastión, costurando en realidad la nueva alianza Cuba-Venezuela-China para el Continente americano, con garantías petroleras para China.
Quedan más claros todavía los intereses ocultos de la administración estadounidense actual, tras las autorizaciones a empresarios norteamericanos para continuar vendiendo al dictador cubano toda la comida que necesita; a partir de ahora se harán más fuertes las presiones para que se normalicen las relaciones entre ambos países. Ya veremos sus turistas en la Habana.
Si bien el petróleo que sabemos existe desde mediados de año en la costa norte de la isla, hubiera sido una carta bajo la manga de la oposición política cubana, sobre todo la que vive en EUA y España, ahora se ha virado contra la misma, porque el dictador la ha dado a conocer en momentos en que ya no es un arma que el dictador esgrime contra EUA o contra España (otorgándosela por ejemplo a China) sino más bien ha posibilitado - en la mejor práctica del capitalismo internacional globalizante - dársela a la empresa capitalista canadiense Sherrit, para explotar lo que la Repsol española había descubierto y que una jugada equivocada (antes del gobierno del PSOE) había tirado de sus preciadas manos. Por eso Zapatero se apresuró a patrocinar la sustitución del anterior presidente de la Repsol, responsable por semejante error.
Pero no todo está perdido para España, sólo que ahora las cartas sobre la mesa excluyen, como dijimos con tiempo suficiente, el valor de la libertad de los disidentes presos, excusa política a la que la dictadura daba poco crédito por saber lo del petróleo, pasando ahora la oposición al dictador a luchar desde una posición algo menos que insostenible.
España continuará con sus pasos de aproximación a la dictadura, que continuará negociando con Zapatero (y con toda Europa) de ojo en el petróleo que el Viejo Continente no tiene.
¿Qué papel jugará EUA en este nuevo escenario?; es difícil de predecir, cuando su presidente procede del sector petrolero internacional y cuando el dictador emite señales de querer una transición de poderes hacia su hermano Raúl, más proclive a la política China de capitalismo en la economía y dictadura en la política, muy parecido a lo que hacen las monarquías del Medio Oriente que Washington apadrina de muy buena gana por similares razones petroleras. Vivir para ver empresas de EUA perforando en la costa norte de la isla.
Como telón de fondo de todo este nuevo panorama petrolero de la Habana, existe una evidente coordinación de pasos y planes entre China y Venezuela (la oposición dio tiempo suficiente para poder estructurarlo en estos seis meses) respaldando políticamente al dictador, suministrándole capital y asesoría, todo para que se produzca en la Habana una sucesión hacia Raúl de la mejor manera posible - y de acuerdo con las mejores prácticas económicas capitalistas - Sherrit y Repsol YPF incluidas en el paquete de Navidad que ahora se anuncia.
¿Qué queda para el sufrido pueblo cubano? Resta una oposición de izquierda, que lanza revistas desde la Habana, pero que tiene un odio visceral contra el exilio. Queda la Europa intelectual, simpatizante de la aureola antiyankee del dictador cubano, junto a los generales de Raúl, juramentados capitalistas (con el dinero de otros). Y quedan los intereses petroleros internacionales, capaces de cualquier milagro, incluso con Fidel y Raúl al frente.
Interesante regalo de Navidad que el dictador cubano nos hace a sus opositores y al pueblo de Cuba, porque como se ha repetido durante estos últimos 46 años, una Cuba sin petróleo - como hasta ahora - es algo diferente a una Cuba con petróleo, como finalmente ya sabemos ahora.
España ya sabemos su interés respecto a Cuba, veamos ahora como procede Estados Unidos.
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Enviado por Alvaro Kröger, por lo que me hago responsable de su publicación.