Año III - Nº 113 - Uruguay, 14 de enero del 2005

 

 

 

 

Desde el baúl de los recuerdos
Dr. Enrique Rimbaud
Decano de la Facultad de Veterinaria
Managua - Nicaragua

Una estela de blanca espuma va removiendo las oscuras aguas del Río Negro, tercera gran sección del Río Amazonas, el río más caudaloso del mundo&

Atrás quedaron el Río Amarillo, fruto de la unión incestuosa del Pilcomayo y el Urubamba, que desde Iquitos transcurre sin prisa hasta internarse en el Brasil profundo& ruta de Pantaleón, en el corazón escondido de latinoamérica&

Desde Tabatinga se llama Solimoes, marcando una frontera virtual aguas arriba&

Luego a partir de Benjamin Constant, en ruta hacia Manaos, las aguas van oscureciendo su caudal semejando un río de ébano, que le da su nombre, de allí hasta Santarem y más arriba&

El barco hiende el agua, desviando camalotes a la orilla, esquivando zigzagueante los profusos bancos allí desparramados&

De cuando en cuando, rosados delfines emergen de improviso, sirenas ocultas en el río profundo, asombrando a los desprevenidos espectadores&

Cerca de los manglares, desprevenidas canoas de madera, hechas de troncos ahuecados a fuego, soportan indígenas pescando con lanzas, a la vieja usanza&

La bruma se construye desde las orillas, vapor de selva emanado, que intenta vanamente cruzar el ancho río& cada tanto, el vuelo desprevenido de una arara cruza el cielo desplegando oronda sus colores&

El sol entrecortado entre las nubes, devana sus rayos sobre la jungla, despertando esmeraldas y jades que brillan desde las hojas, cada hoja es un espejo que brilla en el ocaso&

En el barco, tirados en hamacas, los pasajeros pasan la tarde esperando la hora de la lluvia, el aire fresco de la noche es un recuerdo necesario, pero mientras, el sudor es una segunda piel que ahoga, molesta, pero no hay como sacarla&

A las cinco, como todos los dias, la tormenta azuzara por espacio de una hora a gentes y paisajes, el barco mecerá violentamente a los pasajeros, la lluvia lavara las almas, con violencia y amor, y el frío borrara el recuerdo del día tórrido refrescando almas&

El río es un amigo violento, nos brinda la posibilidad de transporte y alimentos, pero no deja solaz, los caimanes miran desde dentro con la tranquilidad que deja la paciencia y las pirañas de tanto en tanto revuelven las aguas mostrando su presencia&

El barco, esquivando los bancos, cruza de orilla a orilla cada tanto, y al acercarnos, los zancudos visitan el barco en punzantes hordas asesinas&

Al anochecer, la sala de maquinas enciende sus luces, atrayendo mil chicharras, que forman un coro ensordecedor que impide el sueño, o por lo menos lo incomoda&

Hace mas de quince dias que estamos viajando, desde Iquitos a Manaos, en quince dias hemos tocado varios puertos, hemos naufragado, se han extraviado compañeros, otros han sido robados, pero esas, son otras historias&

Desde el baúl de los recuerdos&.

Enrique